Si Solidaritat per la Independència (SI) ha sido el principal perjudicado por la fragmentación del voto soberanista y la pujanza de ERC, la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) que encabeza David Fernández ha conseguido pescar en río revuelto para hacerse un hueco en el Parlament y estrenarse en la cámara catalana con entre 3 diputados y grupo propio.
La formación independentista y de izquierdas consolida así su progresión después de los buenos resultados cosechados en las municipales de 2011, cuando consiguió 4 alcaldías, y entra en el Parlamento catalán después de una campaña en la ha que han querido incidir tanto en el proceso independentista de Cataluña como en la política de recortes del actual gobierno de Convergència i Unió.
La CUP ha conseguido movilizar el voto joven y aglutinar el descontento social y el desencanto de todos aquellos votantes desilusionados con el tacticismo político de los partidos clásicos, algo que le ha permitido dar el salto a la política parlamentaria después de 25 años varios años fogueándose en la política municipal.