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El pescado del futuro, cada vez más cerca de nuestros hogares |
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Con los caladeros prácticamente esquilmados y una demanda creciente, el futuro de peces, moluscos y crustáceos está en su cultivo artificial. Una solución en la que los recursos naturales se alían con las técnicas más avanzadas para la producción de especies que reúnan las condiciones óptimas para su consumo. |
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| El rey, el mejillón. El mejillón acapara el 80% de la acuicultura en España. Ejemplares en la feria Acui 2005. |
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| "Para mantener el actual consumo de pescado en España, en 2015 el 50% de las especies que comamos debe proceder de la acuicultura." |
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En 1999 los españoles ya consumíamos 65 kilos de carne por persona al año y 31 de pescado. Sin embargo, si estos datos estuviesen actualizados, la proporción podría ser al revés, puesto que la demanda de pescado no ha dejado de crecer desde entonces, no sólo en España sino en todo el mundo.
La población mundial aumenta y los sistemas tradicionales de pesca extractiva, así como los caladeros más importantes, no dan abasto para satisfacer las necesidades del mercado. Si a esto le sumamos los progresivos problemas de contaminación de los mares nos encontramos con una situación más que preocupante. Los recursos naturales no son ilimitados y las reservas de pescado se agotan, pero hay que seguir llevando lubinas, rodaballos y doradas a la mesa.
Por suerte, en este sector ya hay una opción muy desarrollada que garantiza la producción de peces, moluscos y crustáceos: la acuicultura. Para hacerse una idea de la importancia que de ahora en adelante tendrá el cultivo artificial en nuestras vidas basta con mencionar que, según la FAO, en 1999 la producción total de pescado en el mundo ascendió a casi 127 millones de toneladas, de las cuales tan sólo la tercera parte se extrajo directamente de aguas marinas mediante sistemas tradicionales de pesca.
En lo que se refiere a España, los estudios concluyen que si se quieren mantener los márgenes actuales de consumo de pescado por habitante y año, al menos el 50% de las especies que comamos en 2015 deberán proceder de esta industria. En China esta cifra ya se ha superado y el 60% del pescado consumido el año pasado fue criado en cautividad.
Según la Junta Nacional Asesora de Cultivos Marinos (JACUMAR), por acuicultura se entiende la cría o cultivo de organismos acuáticos con técnicas encaminadas a aumentar su producción por encima de las capacidades naturales del medio. La mayoría de estos cultivos están dedicados a animales marinos, aunque también es importante la proporción de cultivos de vegetales acuáticos, fundamentalmente algas marinas.
Las ventajas que aporta la acuicultura incluyen la continua disponibilidad de las especies cultivadas, la elección del tamaño de cada pieza en función de la demanda y, además, la disminución del precio en el mercado al aumentar la oferta. Según informes de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se puede confiar en la producción artificial tanto de peces como de moluscos y crustáceos. En los análisis que realizaron no se detectaron datos negativos en cuanto a frescura, colorantes, microbiología, defectos, parásitos y residuos farmacológicos. A la hora de degustarlos, los resultados revelan que no se encontraron diferencias significativas entre las especies criadas artificialmente y las que procedían de la pesca extractiva. Eso sí, para el correcto desarrollo de la acuicultura, en agua salada o dulce, el emplazamiento del criadero, la temperatura del agua y el caudal de la misma, deben ser los idóneos.
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Un recurso permanente. Una de las ventajas de la acuicultura es que, gracias a la cría constante, se puede obtener pescado en todas las épocas del año. | |
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"Con un volumen del 3% de la producción mundial, y el 25% de la europea, España ocupa el puesto número 14 en el ranking mundial acuícola." | |
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Desarrollo de la industria
Hasta hace pocos años, los principales productores mundiales de acuicultura eran países con rentas bajas, ya que era considerada como una actividad rural que complementaba los sistemas de explotación agrícola existentes. Sin embargo, esta tendencia está cambiando y actualmente en los países desarrollados se apuesta con fuerza por el cultivo de especies apreciadas por los consumidores. Por ejemplo, Noruega ha protagonizado un espectacular aumento en la producción de salmón en apenas 20 años al pasar de 8.600 toneladas en 1981 a más de 500.000 en 2001, convirtiéndose así en líder de la industria salmonera mundial. Otro ejemplo significativo es el de Grecia, que ha pasado de producir 330 toneladas de dorada y lubina al año en 1988 a más de 65.000 en 2000.
España, con aproximadamente 5.000 kilómetros de costa, 250.000 has. de agua continental embalsada, y una rica y extensa red hidrográfica, ofrece múltiples posibilidades para el desarrollo de la acuicultura. El cultivo más extendido en España es el del mejillón, hasta el punto de que ya somos el mayor productor del mundo, tan sólo por detrás de China. También en las rías gallegas, las ostras en bateas y las almejas en parques de cultivo están ganando importancia en los últimos años.
En la cornisa cantábrica se crían especies de peces que requieren agua fría como el rodaballo (que se cultiva en instalaciones en tierra) y el salmón, aunque la producción de este último está en decadencia, puesto que las industrias españolas no pueden competir con los gigantes de los países del norte de Europa. El pulpo y el besugo son allí dos especies emergentes.
En las aguas más templadas del Mediterráneo y el Atlántico Sur y en las islas Canarias y Baleares se producen lubinas y doradas, por lo general en sistemas de jaulas flotantes. También se crían ostras, almejas, mejillones y langostinos. En Murcia destaca el auge del atún rojo en jaulas y en Valencia el cultivo de la anguila.
En las aguas continentales de Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra, Asturias, Cataluña, Andalucía y La Rioja existen bastantes empresas dedicadas a la producción de la trucha arco iris, una especie que aunque todavía no alcanza altas cuotas de mercado está en plena expansión. En menor cantidad se cultiva la tenca en lagos y embalses de Extremadura y Castilla y León; el esturión, en la cuenca del Guadalquivir; y el cangrejo, en las marismas.
En general, la acuicultura española ha pasado de ser un sector centrado en economías familiares de bajo desarrollo tecnológico a una industria moderna altamente tecnificada, con empresas competitivas en el mercado mundial y con un grado creciente de diversificación.
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