II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular
Cachorro de Triana, una devoción de siglos
Procesión Magna Sevilla 2024
El Cristo de la Expiración deja el viejo arrabal trianero para ir a morir a la Catedral de Sevilla y participar en la procesión de clausura de Congreso de Hermandades. En 2025 el Cachorro estará también en Roma, llevando la fe sevillana hasta la misma plaza de San Pedro
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![Cachorro de Triana, una devoción de siglos](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/12/05/cristo-cachorro-triana-RFRGAF0UEoFkTF6joaYRXfI-1200x840@diario_abc.jpeg)
Por Eduardo Barba
¡Ave Cachorro!
Levan meses contándolo. Lo anuncian como si fuera algo nuevo. Con pompa y alharaca. Dicen que el Señor irá a Roma en mayo por el Jubileo de las Cofradías. Falso. Otro bulo. Ni se va ni se ha ido jamás. Él está siempre en Roma. ... Sufre, agoniza, reina desde el centro mismo del Imperio. Sevilla es Roma y Roma, Sevilla. Julia Rómula y Remo a los pechos de la misma loba. Pobre el que aún no se haya percatado de que el Patrocinio domina el otro lado del Tíber, del Betis, que es lo mismo, y de que desde ese extremo occidental de la urbe se divisan perfectamente las siete colinas. Todos saben que el Capitolio está justo en el Altozano, el Esquilino en la Campana y el Aventino subiendo la Cuesta del Bacalao. De la espalda de la misma basílica chapinera parte la Ruta de la Plata, calzada romana que transporta a la Itálica del emperador Trajano, con estatua en Santiponce y calle paralela a Amor de Dios, y de su sobrino y sucesor Adriano, el amante de la filosofía que descansa en el Castillo de Sant'Angelo, en pleno Paseo de la O, a la vera del puente. Sí, ahí. En el mismo arrabal en el que un siglo después detuvieron a dos alfareras cristianas clandestinas, Justa y Rufina, con las que en realidad nunca pudo ningún césar porque ambas ya sabían que la verdad flotaba en el aire que se cuela por los respiraderos de Guzmán Bejarano. Que es el mismo que exhala el Padre por el hueco gubiado de su boca. La Bocca de la Veritá de Ruiz Gijón.
![Cristo de la Expiración de la hermandad del Cachorro](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/12/05/ave-cachorro-U61058568348lMk-760x427@diario_abc.jpg)
En la vieja ciudad se mantiene firme el Coliseo, en la Avenida, apenas a unos metros de la Fuente de Híspalis de Delgado Brackenbury y en cuyo salón de honor lucen aún las pinturas murales sobre zócalos verdes de piedra italiana, por supuesto. Tan sólido como las columnas de Mármoles y las dos de la Alameda desde las que Hércules y Julio César charlan con el Conde de Barajas. O como el portentoso Panteón, en un rincón de San Lorenzo. Intramuros presume de belleza Santa María la Blanca, donde también cayó una nevada, en el 54, como en Santa María la Mayor cuando el patricio Juan soñó con su amada y se lo confesó al Papa Liberio. Y alardea el Palacio de la Condesa de Lebrija de Los Amores de Júpiter convertidos en mosaico donde la calle Cuna habla latín de la misma manera que lo hacen las teselas simétricas de la época de Tiberio bajo el suelo de la Encarnación. En cada calle, en cada templo, en cada adoquín posa su suela quien se vanagloria de vivir y rezar en el mismísimo eje del universo mientras se juega a los dados los ropajes de su fe. Por el cardo deambula Longinos buscando la Alfalfa e intentando olvidar una lanzada. Por la vía decumana, desde la Puerta de Carmona y sus termas hasta el foro, desfila la Centuria con viento macareno de corneta. En pleno Trastévere, a lomos de Calamar, Quinto Cornelio apunta con su dedo el trayecto hacia el Calvario al nazareno que en realidad nunca se cae. De la misma manera que el Cristo de la Expiración nunca muere en la ciudad eterna. Que es la suya. Hasta en el mismo corazón de cada hermano, bordado en la túnica, está inserto el escudo papal.
De San Pedro a la Plaza de España. Del dios Baco a los salazones de Trifón. Del Pópolo del Triunfo al Postigo de Constantino. En el Campo Di Fiori de la Magdalena, en los Tejares de Navona y en el Zurraque Máximo. En el Ara Pacis del retablo mayor de Dancart y en la vía Condotti al revirar hacia el Baratillo. Allá por donde deja su rastro de amor la Sangre de Jesucristo de la Vía Apia a la calle Castilla. Hasta el final de ella. Hasta el último estertor. ¡Ave, Cachorro! ¡Salve, Triana!
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Por Francisco J. López de Paz
Iconografía: la obra cumbre del barroco andaluz
El Cachorro es un crucificado expirante obra documentada de Francisco Antonio Gijón en 1682. Se trata de la obra cumbre del barroco andaluz, y referente de la escultura religiosa universal. Su ejecución se contrató el 1 de abril de 1682 por 900 reales aunque finalmente Gijón recibió 1.100. «El Cachorro – indica el artista Jonathan Sánchez Aguilera- es la imagen barroca que culmina la serie seiscentista de crucificados hispalenses que comienza con el Cristo de la Clemencia y a la que pone el broche de oro cerrando el citado ciclo.»
Mide casi un metro 90 y constan intervenciones en 1940 por parte de Agustín Sánchez Cid (que le hace una copia para el panteón de Aníbal González en el Cementerio) y en 1947 por el pintor Juan Miguel Sánchez que interviene en la policromía. En febrero de 1973 un incendio está a punto de hacerlo desaparecer. La intervención de los Cruz Solís permitió la recuperación de la talla que había perdido en el fuego parte de las pantorrillas y zonas del sudario. Estos restauradores madrileños se convirtieron en sus mantenedores, tarea que ahora desempeña Laura Pérez Meléndez. «Es tal el virtuosismo técnico, - comenta Sánchez Aguilera- que además de mostrarnos un tratamiento del modelado que consigue efectos de una calidad sorprendentes, vemos como Gijón consiguió hacer la materia ingrávida, otorgándole ese ritmo ascendente que contribuye a potenciar el momento entre la vida y la muerte.»
![Cachorro de Triana, una devoción de siglos](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/12/05/1464138992-U86141044756cPE-760x950@diario_abc.jpg)
El actual paso del Cachorro es la historia de una continua búsqueda de la perfección. El proyecto inicial de Manuel Guzmán Bejarano de 1974 planteaba un canasto de perfiles rectos en los que se combinaba la madera dorada y la plata. En 1996 Guzmán realizó una nueva canastilla perfeccionando su talla. Pero el conjunto no acababa de funcionar. De ahí que en el año 2021, año sin procesiones, se presentó la remodelación de la obra ideada por José María Leal. Consistió en dotarlo de una estructura más piramidal para que todas las líneas hicieran convergencia en la imagen. Leal hizo nuevas figuras para la canastilla y diseñó otros candelabros mientras que Francisco Carrera bordó los faldones.
Trascendencia devocional: del pueblo y de los reyes
![Infanta Luisa de Orleans, impulsora de la devoción al Cachorro](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/12/05/InfantaLuisadeOrleansimpulsoradeladevocinalCachorro-U54428388432PUs-760x427@diario_abc.jpg)
El Cristo de la Expiración comienza a venerarse en el siglo XVII en la periferia de Triana. La ermita del Patrocinio se encontraba al final del camino que se tomaba para ir al Aljarafe junto a la Vega del río donde se cogía el barro para los talleres de alfarería y de cérámica que funcionaban en el barrio. El impacto tuvo que ser importante desde el primer momento al crearse una leyenda en torno a la imagen. La leyenda del Cachorro, de aquel gitano apodado así del que supuestamente Gijón tomó los rasgos moribundos de las últimas horas de vida que perdió al ser apuñalado. La grandeza técnica de la imagen también contribuyó. Sobre todo el movimiento hacia arriba que presenta cuando se trata de la imagen de una persona que está perdiendo la vida y por consiguiente está cayendo hacia abajo. El paño de pureza compuesto por tres jirones de tela es el que le dota de esa actitud ascendente. Toda una metáfora. En lugar de morir, resucita.
![El torero Juan Belmonte revestido con la túnica nazarena de la hermandad del Cachorro](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/12/05/JuanBelmonteconlatunicadelcachorro-U68186515702mlR-760x427@diario_abc.jpg)
Pero la devoción al Cachorro se catapulta hacia arriba a principios del siglo XX por una serie de factores relacionados con quienes están cerca de la cofradía. Fue la época en la que la Infanta Luisa de Orleans, bisabuela del Rey Felipe VI se acerca por la enorme devoción que le profesaba. Una Infanta de España a la que incluso se le ve detrás del Cristo como penitente. Doña Luisa fue también camarera de la Virgen del Patrocinio y constan sus donativos para la ejecución de enseres de la cofradía.
El Cristo de la Expiración comienza a venerarse en el siglo XVII en la periferia de Triana
La Infanta Luisa de Orleáns y su esposo Don Carlos de Borbón, padres de Doña María, condesa de Barcelona, están enterrados en la cripta de la Parroquia del Salvador. Eran los abuelos del Rey Juan Carlos y bisabuelos del actual Rey de España Felipe VI. Ahí en ese auge de la devoción al Cachorro estuvieron varias familias como los Herrera Campos y los Astolfi, vecinos de Triana y bien relacionados en Sevilla. Pero sobre todo tuvo que ver el torero Juan Belmonte involucrado en ese renacimiento de la cofradía de los años 20 del siglo pasado cuando conformó su actual configuración. Belmonte participó en numerosas donaciones para la ejecución del paso de Castillo Lastrucci y de todo el conjunto del palio de la Virgen del Patrocinio.
El detalle: con corona o sin corona
![Azulejo del Cristo de la Expiración del año 1918](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/12/05/AzulejoCachorroCasaHermandad1918-U28662401433GxB-760x900@diario_abc.jpg)
En un crucificado de talla completa existe escaso margen para la novedad en la presentación del Cristo. En El Cachorro sí. Dos elementos de la iconografía como son la corona de espinas y las potencias son los únicos que por presencia o ausencia suponen esa novedad. Hasta mediados del siglo XX el Cristo de la Expiración se presentaba siempre con sus atributos de la pasión y la gloria. Originariamente debió tener tallada las espinas en la cabeza ya que en el casco se aprecian detalles que así lo indican. En un momento determinado de la historia reciente –pudo ser en el XIX- esa corona de talla se retira para sustituirse por otra compuesta por ramas de espino trenzadas con la intención de ofrecer un mayor verismo. Expertos en arte consideran que la imagen no se entiende sin un atributo que le da mayor volumen a la cabeza (el canon del Cachorro es el de una cabeza pequeña para su metro noventa) y le da sentido a la mirada perdida. Las pupilas, una de ellas nublada, buscan al Padre en la hora de final y se colocan en el límite de las cuencas porque las espinas le impiden mirar a la bóveda celeste donde se encuentra Dios. La hermandad suele decidir días antes de la salida si se le coloca esta corona y las potencias, unas magníficas de oro repujadas por José Moguel en 1926.
El paso se suele adornar con claveles granate que a veces conforman un monte muy compacto y otras un calvario más naturalista por la inclusión de algunas otras especies vegetales. Cuando sacaba los pasos anteriores el Cristo de la Expiración se adornaba con canastos de claveles que le daban al conjunto de un movimiento único. Desde 2023, cuando el Santo Entierro Grande, la hermandad decidió cambiar el acompañamiento de cornetas y tambores por el de una banda de música como ocurriera tiempo atrás. Para esta procesión del Congreso el paso a la ida irá con la Banda de la Puebla del Río, el día 8 desde que salga de la Catedral sonará la música de La Oliva de Salteras hasta el Altozano. Desde ahí hasta la entrada de nuevo sonará la Banda de la Puebla. No se descarta alguna sorpresa musical.
El capataz: Ismael Vargas
![Ismael Vargas](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/12/05/41829009-U54148460216mTl-760x427@diario_abc.jpg)
«Conmigo siempre en la misma línea, a lo largo de 50 años» Así define Ismael Vargas, el capataz del Cachorro el estilo de andar del Cristo de la Expiración. Ismael es a día de hoy el decano de los capataces de Sevilla al mando de un paso.
En la manera de moverse del paso de El Cachorro no hay lugar para ninguna innovación. Es un crucificado, es Viernes Santo y el andar de la cuadrilla es siempre de frente, solo ralentizado de manera imperceptible cuando suena la música.
Ismael Vargas es del Cachorro desde pequeño. Lo apuntaron con seis años. «A mí me encarga la hermandad la formación de la cuadrilla en 1975 – recuerda Ismael Vargas- Tenía 20 años. Empezamos a ensayar justo después de la feria de ese año porque éramos un poco neófitos» Realmente, los hermanos del Cachorro se animaron porque la otra hermandad de la calle Castilla, la de la O, había sacado ya su cuadrilla y San Gonzalo estaba en ello con el grupo de chavales que había logrado reunir Juan Vizcaya. Ismael es como decimos el capataz decano. «Que yo recuerde –dice- nadie ha estado el tiempo que llevo delante de un paso en una hermandad de penitencia de Sevilla o en una de gloria» Además del Cachorro, Vargas saca La Lanzada y se pone delante en la actualidad de la Virgen del Amparo situada con otras dos o tres en la cúspide de las imágenes letíficas de Sevilla.
En la manera de moverse del paso de El Cachorro no hay lugar para ninguna innovación. Es un crucificado, es Viernes Santo y el andar de la cuadrilla es siempre de frente
Esos cincuenta años de Ismael Vargas al frente del Cachorro se celebrarán con un hito. Será la presencia en Roma del crucificado para participar en la procesión del Jubileo de la Esperanza que va a celebrar toda la Iglesia Universal el año que viene. Ismael y su cuadrilla se irán a Roma aunque él no sabe aun muy bien cómo porque jamás se ha montado en un avión y tampoco tenía mucho interés en hacerlo. Ismael además de capataz es el auténtico patriarca de su cuadrilla. Tiene el perfil de un hombre muy serio pero es solo fachada. Más de una vez al año se reúne con su grupo para las convivencias gastronómicas en las que Vargas ejerce de cocinero además con un tino impresionante.
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