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Las señales que indican que tu hijo tiene altas capacidades

Si no se detectan a tiempo estos niños pueden llegar a convertirse en 'fracaso escolar'

«Los padres tenemos mucho que ver con la inteligencia de nuestros hijos»

Identificar estas capacidades excepcionales en los alumnos se ha convertido en un factor clave ABC
Carlota Fominaya

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Son los antiguamente llamados 'superdotados'. En España se estima que casi 41.000 estudiantes están reconocidos como de altas capacidades, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, lo que supone un 0,5% del total de alumnos matriculados en enseñanzas no universitarias.

Hoy, identificar estas capacidades excepcionales en los alumnos se ha convertido en un factor clave para el buen desarrollo de estos menores, que desafían las expectativas con su rápido aprendizaje y sus habilidades avanzadas. De otra forma, advierte Alicia Gimeno Menéndez-Pidal, responsable del Programa de altas capacidades del colegio San Patricio de Madrid, pueden llegar a convertirse, por contradictorio que parezca, en 'fracaso escolar'.

En la actualidad, la valoración de un alumno que presenta estas altas capacidades se establece en función del informe de las familias, del equipo de orientación del centro escolar y, finalmente, de unas pruebas de inteligencia que miden ámbitos como el razonamiento verbal, razonamiento lógico, memoria, creatividad, y razonamiento fluido, entre otros. Esta profesional hace hincapié en la importancia de adaptar la educación para satisfacer sus necesidades, qué características debe tener un entorno educativo para fomentar su crecimiento, cómo potenciar su talento más allá de las aulas y cómo abordar su desarrollo social y emocional.

¿Cómo se detectan las altas capacidades? ¿Qué señales deben poner en alerta a una familia?

Desde que un recién nacido empieza a interactuar con el entorno puede mostrar indicios de su alta capacidad con comportamientos muy avanzados con respecto a su edad cronológica: demostrar mayor capacidad de alerta, intencionalidad precoz, focalización atencional muy temprana. También pueden comenzar a andar antes de cumplir el año, construir frases con fluidez a partir del año o año y medio, leer y escribir antes que el resto de los compañeros, etc. Reconocer estos signos tempranos es crucial para proporcionar el apoyo adecuado desde el principio.

¿Cuál es la situación en España de altas capacidades. ¿Se da atención real a estos niños en los colegios?

Aunque la ley contempla a los alumnos de altas capacidades como alumnos ACNEAE, esto es, alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, la realidad es que, el sistema educativo español está a la cola en educación en la atención a la diversidad en los colegios, sobre todo, en la adecuada intervención con los alumnos más capaces.

El planteamiento educativo en España se centra en la atención del alumno con un nivel medio y, cuando nos encontramos alumnos que no llegan a alcanzar unos contenido mínimos o superan los que se trabajan en el curso, prácticamente todos los recursos se invierten en los que están por debajo, sin dar importancia a los que tienen más talento, pues se tiene la falsa creencia de que ellos aprenden solos, sin tener en cuenta que estos alumnos necesitan aprender de manera diferente y que si no se les atiende según sus necesidades, estamos dejándoles de lado y poniéndoles en riesgo incluso de fracaso escolar.

¿Cómo pueden los padres apoyar a este tipo de niños en el hogar, desde el entorno familiar?

La colaboración familiar es fundamental. Los padres pueden ayudarles a desarrollar sus talentos motivando el desarrollo de intereses, enseñándoles a vivir en sociedad , educándoles con valores. Es importante que estos niños conozcan el potencial que tienen y sepan hacer un buen uso de éste.

Más allá de las aulas, ¿Qué estrategias se deben seguir desde casa?

El hogar juega un papel crucial en el desarrollo del niño con altas capacidades. Fomentar la curiosidad, la creatividad y el pensamiento divergente es esencial. Además, buscar actividades extracurriculares que estimulen sus intereses, apuntarle a talleres de enriquecimiento curricular que ofrezca su comunidad, contactar con asociaciones para la atención de niños con estas características, etc. Fomentar que conozca a niños con sus mismas capacidades e intereses es clave y, en definitiva, normalizar su forma de ser sin dejar de alimentar su curiosidad.

¿Cómo adaptar su educación al entorno escolar? Una vez confirmada la alta capacidad de un niño, surge la pregunta sobre cómo adaptar su educación en el entorno escolar.

Es fundamental considerar el estilo de aprendizaje del estudiante y sus intereses individuales para enriquecer su plan de estudios, además de su nivel curricular. Teniendo esta información del alumno, hay que enriquecerlo horizontalmente en las materias que sean de interés para él. Un proceso en el que se debe profundizar en los contenidos del curso a un mayor nivel que el del resto de los compañeros y siempre partiendo del conocimiento que ya tiene adquirido el alumno. Cuando este enriquecimiento no sea suficiente en alguna materia, habrá que realizar una evaluación previa de sus conocimientos, para adecuar los contenidos a sus necesidades. Si todos estos pasos no son suficientes, y el alumno, tanto emocional como socialmente no se sienta identificado con sus iguales, podría ser necesario adelantar un curso.

¿No sería mejor mantenerlos para que estén con sus iguales?

Cada caso es muy diferente. No se puede generalizar. Adelantarles de curso es recomendable, valorando previamente las relaciones que tenga con sus iguales y si emocionalmente el alumno está preparado para dicho cambio. Normalmente, un alumno de alta capacidad se relaciona con niños más mayores, pues sus intereses son más similares a los suyos y sin embargo, con los de su edad suele suceder que no se sienten identificados. La organización del sistema educativo en España se hace planificando los diferentes cursos por año de nacimiento del niño, pero no por nivel competencial y esto, no beneficia en absoluto a los alumnos de altas capacidades.

¿Por qué muchas veces, por increíble que parezca, los niños con altas capacidades acaban en fracaso escolar?

Estos alumnos pueden acabar en fracaso escolar porque el sistema educativo en España está pensado para que sea el profesor el centro de la educación y no el alumno. El temario en las aulas se unifica para que sea el profesor el que dirige lo que tienen que aprender y en qué momento, por eso algunos se quedan atrás y otros, acaban desmotivados y perdiendo el interés por el aprendizaje. Por eso es fundamental, poder diversificar el aprendizaje en las aulas teniendo en cuenta los diferentes niveles del grupo y las distintas necesidades de cada alumno. Además, los alumnos de altas capacidades necesitan desarrollar la creatividad, el pensamiento divergente y el reto por superarse.

Entonces, ¿qué características debe tener el centro escolar?

Un entorno educativo que atiende a niños con altas capacidades debe tener protocolos claros de identificación, de detección, planes de intervención bien definidos tanto dentro como fuera del aula y una persona de referencia dentro del departamento de Orientación que coordine este protocolo tanto con el alumno como con las familias. Además, es importante que cuente con un plan de formación para las familias y para el profesorado.

Gestionar las emociones y las habilidades sociales también puede resultar difícil para estos menores, ¿cómo afrontar este reto desde el colegio?

A menudo, los niños con altas capacidades se enfrentan a desafíos para gestionar sus emociones y habilidades sociales. Son niños críticos y con un alto sentido de la justicia (y como el resto de los niños, no saben siempre gestionar las emociones), lo que implica que para ellos no siempre va a ser fácil entender las cosas desde un prisma que no sea el suyo propio. Por ello, desde el colegio es necesario contar con un programa de gestión emocional liderado por el departamento de orientación.

Además, el colegio es el lugar en el que el alumno pasa más horas del día y donde pueden surgir más conflictos, por ello, el propio centro tiene que tener un programa de gestión emocional que no se limite únicamente a las aulas: proyectos de comedor, patios, biblioteca, en los que se recojan actividades que estimulen de forma positiva las relaciones sociales. Por último, y no menos importante, a lo largo de toda la etapa escolar de estos niños, debe existir una figura de referencia que le acompañe en su crecimiento.

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