Después de... ser máximo goleador
Rafa Marañón, delantero, arquitecto y profesor: de marcar para el Espanyol a diseñar su ciudad deportiva
Es parte del escudo del Espanyol y un futbolista atípico, goleador histórico mientras se licenciaba en Arquitectura, se doctoraba y aprobaba dos oposiciones. Luego realizó el proyecto de su actual ciudad deportiva
Javier Arques: del tartán a los juzgados
Delantero de primera línea, Rafa Marañón (Olite, Navarra, 1948) fue internacional en el Mundial de Argentina, jugador del Real Madrid y máximo goleador de la historia del Espanyol con 144 goles en 262 partidos. Era otra época, corrían los años ochenta, con España ... saliendo de la transición y gobernada por el partido socialista de Felipe González con mayoría absoluta.
Su trayectoria en el fútbol corrió paralela a la de los estudios y la docencia. En Olite (Navarra) los padres de Marañón trabajaban las viñas y decidieron matricularlo en los salesianos mientras jugaba en el Erriberri y el Obrena. «Mi padre pensó: 'le llevo a Pamplona a estudiar para que pueda jugar a fútbol pero si no es así, al menos tendrá una profesión'». Así fue como empezó su coqueteo con las Artes Gráficas y posteriormente su enamoramiento con la arquitectura y su matrimonio con la docencia.
Al margen se su carrera en el fútbol logró los títulos de arquitecto técnico, arquitecto superior y doctor arquitecto, más dos oposiciones que le permitieron ser profesor universitario titular. «En mi cabeza tenía claro que quería ser algo más que futbolista», asegura, aunque no pudo sumergirse totalmente en los estudios hasta que rescindió su contrato con el Madrid (le quedaban dos años) para firmar con el Espanyol. Era 1974.
«En Madrid las horas de clase estaban más limitadas pero en la Universidad de Barcelona se podía estudiar por la mañana, por la tarde y por la noche. Por las mañanas me entrenaba y por las tardes me iba a la facultad. Se especializó en Gaudí, en el modernismo y en el novecentismo. De hecho, su tesis doctoral fue 'Dibujo y pensamiento en la obra de Rafael Masó', arquitecto precursor del movimiento del novecentismo.
«Esta tesis es la mejor demostración de tenacidad, voluntad y fe en mis posibilidades», escribió el exfutbolista en el prólogo. Hasta que se jubiló a los 70 años dio clases en el Departamento de Representación Arquitectónica de la Escuela de Arquitectos de Barcelona.
Su logro académico
«Para el fútbol se nace, pero estudiar es una cuestión de voluntad; a mí me ha costado mucho trabajo»
Se le ilumina la cara cuando habla de esa época aunque advierte que «mi prioridad era el fútbol porque tenía una responsabilidad». Y asegura que ser famoso y futbolista no le ayudó en nada, «al contrario, hubo momentos en los que lo pasé mal».
Siente orgullo y pasión a partes iguales. «Para el fútbol se nace, tienes unas condiciones y solo tienes que desarrollarlas, pero estudiar y aprender es cuestión de voluntad. Futbolista no es quien quiere sino quien puede... El título de Arquitectura y el doctorado me ha costado mucho trabajo, por eso cuando mi hijo me dice que me admira como futbolista yo le digo que me admire mejor por mi voluntad», argumenta.
Rechazó al PSG
Rafa Marañón lo ha sido y lo es todo en el Espanyol. Es una parte del escudo. Jugador, entrenador, ojeador, Consejero... Incluso realizó el proyecto de la actual Ciudad Deportiva Dani Jarque. Un caso atípico, tanto que en sus últimos coletazos como futbolista rechazó una oferta del PSG y prefirió quedarse en el Sabadell, que jugaba en Segunda división B, para poder seguir estudiando y dando clase.
MÁS INFORMACIÓN
«Antes era imprescindible tener estudios para ser alguien en la vida. Y a mí estar en la docencia durante 36 años como profesor universitario, me ha dado un caché fuera del fútbol», asegura.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete