«Éramos las primeras»: La selección 'clandestina' de fútbol que desafió a la Federación en los años 70
Oficialmente, las mujeres no vistieron la camiseta de España hasta 1983. Sin embargo, existió otro equipo en 1971 que, pese a no ser reconocido por la RFEF, disputó varios partidos internacionales
La conquista del Mundial, el espaldarazo para el fútbol femenino
En el primer partido de su historia, la selección salió al campo con equipaciones que no llevaban el escudo nacional. Fueron las propias jugadoras quienes se lo engancharon a la camiseta, con imperdibles y alfileres. El encuentro fue contra Portugal en La Condomina (Murcia) y estuvo a punto de no celebrarse. La oposición de la Federación de fútbol y de la Sección Femenina era total.
Tampoco hubo escudo cuando se enfrentaron a Italia. Las futbolistas recuerdan la emoción de ser convocadas para viajar al extranjero y los pelos de punta mientras sonaba el himno. También, que aquel fue un partido difícil. Se dejaron la piel jugando por España, sin llevar en el pecho ningún símbolo que representase a su país. Solo el número en el dorsal de la camiseta. Ángela Martín jugaba con el 4. Isabel Fuentes llevaba el 5 o el 13, según el partido. María Ángeles Pérez, conocida como Quilla, iba con el 6. La capitana de la selección, Conchi 'Amancio', era la número 9.
Ellas fueron las pioneras. La primera selección de fútbol de España, aunque oficialmente nunca fue reconocida así. Jugaron seis partidos entre 1971 y 1972, a pesar del rechazo de las instituciones y de una parte de la sociedad. Llenaron estadios y crearon una afición, pero también escucharon durante los partidos gritos de «vete a fregar», «guarra», «el fútbol es para los hombres».
ABC ha reunido a varias jugadoras de este primer equipo nacional y a Rafael Muga, que fue su entrenador y seleccionador, en el campo en el que comenzó todo hace más de 50 años.
El origen de una revolución
En los años 70 no había nada de fútbol femenino en España, afirma Muga: «Olvídate del deporte en las mujeres, no existía casi ninguno y lo regía la Sección Femenina». Pero sí había niñas que jugaban. Solas, contra las paredes, o en la calle, con los chicos del barrio. Algunas aprendieron a andar en un campo de fútbol; otras soñaban con entrar al equipo de su pueblo. Tenían la sensación de ser las únicas. No sabían que había otras, como ellas, con la misma pasión.
Todo cambió el 8 de diciembre de 1970, en el campo del Boetticher, en Villaverde. Dos equipos (Sizam y Mercacredit), 22 jugadoras, miles de espectadores y la persona que organizó el encuentro: Rafael Muga. «Fue un auténtico 'boom', con chicas que querían jugar y no habían tenido esa oportunidad hasta la fecha», explica.
![Partido de fútbol femenino disputado en el campo del Boetticher en 1970, entre los equipos del Sizam y el Mercacredit](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/10/20/1473037926-U65015003810yEX-624x350@abc.jpg)
Conchi 'Amancio', que entonces aún era Conchi Sánchez, recuerda que su padre le compró unas botas de fútbol poco antes del partido. Tenía 13 años y estaba tan emocionada que apenas durmió esa noche. Aquel fue su debut, marcó los cinco goles de la victoria y fue bautizada por el diario Marca como 'Amancio', en referencia al jugador del Real Madrid. «Es quizás el partido más especial de mi carrera», afirma.
El encuentro fue un éxito. Había 8.000 personas viendo el que hoy se conoce como el primer partido de fútbol femenino. Ángela Martín estaba sobre el terreno aquel día y recuerda: «Era impresionante. Eso no se ve ahora en cualquier campo». Desde el público, Quilla veía ilusionada el encuentro: «No sabía si era legal o ilegal, solo que había chicas jugando al fútbol, que era lo que yo quería hacer».
Cuando terminó el partido, muchas como ella fueron a buscar a Muga. También se acercó una pareja de guardias civiles, a pedirle que les acompañara al cuartel: «El comandante del puesto me dijo: «¿Pero cómo se le ocurre a usted organizar un partido de mujeres?» Si baja el espíritu santo en forma de paloma, no le causa tanta impresión».
![Rafael Muga, pionero del fútbol femenino en nuestro país, en el campo del Boetticher](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/10/20/03_10_2023_0068-U04615414413IoG-624x350@abc.jpg)
Aquel primer partido fue «un impulso definitivo» para el fútbol femenino. A partir de entonces, explica Muga, empezaron a celebrarse encuentros por toda España. Surgieron nuevos equipos. Nació la revista «Olímpico Villaverde», dedicada exclusivamente a esta afición. Y se formó la primera selección femenina de fútbol. Aquel encuentro, afirma, «fue una auténtica revolución».
Dejarse la piel por España
El pie de foto de una imagen de la época anuncia: «23/02/71. Un denominado equipo español de fútbol femenino se enfrentó a otro de Portugal en el campo de La Condomina. El encuentro finalizó con empate a tres goles».
Lo que recuerdan las protagonistas va más allá. Aquel primer partido en Murcia empezó tarde y tuvo muchas dificultades para celebrarse, porque la Federación no lo consideraba un encuentro oficial. El árbitro salió en chándal, sin el uniforme reglamentario, y las jugadoras españolas con una equipación que no llevaba escudo. En aquel momento, cuenta 'Quilla', ellas mismas se lo engancharon con un imperdible. «Jugábamos con la selección orgullosas, pensando que estábamos representando a nuestro país», explica. Tampoco eran muy conscientes de los problemas que había: «Solo queríamos jugar y demostrar lo que sabíamos hacer».
![La primera selección femenina de fútbol en el partido contra Portugal celebrado en La Condomina (Murcia)](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/10/20/DE-013.1.31_1_175-U71801053117vuY-624x350@abc.jpg)
Para ellas, era una «alegría inmensa» representar a España, afirma, rotunda, Isabel Fuentes. Pero no encuentra palabras para describir lo que vivieron en el vestuario el día que les dijeron que las iban a llevar a Turín. Las pone su compañera de equipo, Ángela Martín: «Cuando me lo dicen no me lo creo, se me para el mundo». La decepción viene después. «La Federación nos prohíbe ir, llevar la bandera y jugar con el escudo», explica Fuentes. Pero el equipo siguió adelante. Se enfrentaron a las italianas, por aquel entonces subcampeonas del mundo, en un partido duro, con muchas lesiones. «Aunque no nos dejasen representar a nuestro país, para nosotras sí estábamos jugando por España y, de hecho, nos dejamos la piel en el campo», afirma. Con escudo o sin escudo, coincide Conchi, «la camiseta era roja y el corazón… No es por decir algo romántico, pero jugar para tu país es el mayor honor que un deportista puede tener».
En el primer partido, se sujetaron el escudo con un imperdible a la camiseta
Esta selección jugó 6 partidos -en Murcia, Turín, Padua, Udine, Córdoba y Badajoz-, pero nunca llegó a ser reconocida por la federación de la época. «Yo ya estoy cansada de que nos llamen 'la selección clandestina' o 'la selección no oficial'. No fue culpa nuestra el hecho de no ser reconocidas. El problema lo tenían ellos, no nosotras», afirma Conchi.
Dirigentes como Rafael Muga, que siempre apostó por el fútbol femenino, intentaban que la Federación las reconociese, pero esto no ocurrió hasta los años 80. Para entonces, la mayoría de las jugadoras había dejado de manera profesional el fútbol. Era una pasión que no les daba dinero, y que tenían que compatibilizar con estudios y trabajo. Quilla recuerda volver de algunos partidos e ir «derecha del autocar a trabajar». Isabel tenía que hacer horas extra para recuperar los días que faltaba por la selección. Solo Conchi siguió jugando. En Italia ganó 16 títulos y tuvo 23 años de carrera. «No lo habría podido hacer en España», afirma.
![«Éramos las primeras»: La selección 'clandestina' de fútbol que desafió a la Federación en los años 70](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/10/20/03_10_2023_0066_20231020163604-U55164004554vrW-624x350@abc.jpg)
Las demás abrieron un camino que no pudieron continuar. ¿Mereció la pena? «Pregúntaselo a nuestras campeonas del mundo», responde orgullosa. «Y a todas las niñas que juegan al fútbol, y a las escuelas que se han abierto», añade. Este es el resultado de una lucha de décadas. Las cinco que han pasado desde que salieron por primera vez al campo. El cambio lo ve Quilla cuando lleva a su nieta al colegio. Allí se encuentra con niñas de cinco años que ya van con su balón de fútbol al recreo. «Tienen la referencia de Alexia, de Irene, de Aitana…Muchas referentes hoy en día, cosa que nosotras no teníamos porque éramos las primeras», afirma.
En 2019, la Federación hizo un acto para homenajear a las pioneras del fútbol femenino bajo el lema 'Somos por vosotras'. Pero ellas aún tienen una reivindicación. Salir al campo con la selección actual, «vestidas con nuestro escudo, nuestra bandera y nuestro himno», explica, emocionada, Isabel. Vivir lo que se les prohibió en su día. «La Federación nos debe eso a las que luchamos tanto por tener lo que hay ahora», concluye.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete