Zidane se interna en la Fórmula 1

Pero no hay suficiente espacio entre su coche, la obra que circunda el estadio y la entrada al Tour del Bernabéu para esquivar a los cientos de aficionados que, de repente, salen de cualquier esquina y reclaman su 'selfie'. Es el inicio de la jornada que vive el exentrenador del Real Madrid con los pilotos del equipo francés Esteban Ocon y Pierre Gasly.

Ningún aficionado se acerca a Ocon o Gasly en las inmediaciones del recinto. Pueden pasar como miembros de la comitiva de Alpine sin mayor problema. Zidane sigue con el capuchón por los pasillos que albergan las copas y la historia madridista, repletos a esa hora de feligreses que depositan los 25 euros por persona de la visita.

Zidane se refugia en la compañía de Gasly y Ocon, franceses como él, como la escudería de Fórmula 1. El entrenador, mejor que nadie, puede explicar a los pilotos los entresijos de las tres Champions consecutivas que conquistó entre 2016 y 2018.

La comitiva se desplaza por La Castellana hasta el hotel Villamagna, donde un fórmula 1 con los colores de Alpine sirve de momento promocional para las fotos y vídeos de rigor, siempre Zidane al frente de la escena con las pilotos del programa Racher (la división femenina de la escudería, que trata de impulsar a las mujeres en le automovilismo), los jóvenes talentos de la academia francesa y los consagrados Ocon y Gasly.

El revuelo es importante y la pasión española se manifiesta en una señora que traspasa casi todas las barreras y le pide al marido una foto con Zidane en plena sesión de profesionales. «¿Es que no me puede hacer una foto con Zidane? Soy muy madridista». La señora se queda sin premio porque el evento avanza a toda pastilla, cronometrado al milímetro.

En el parking subterráneo del hotel, planta 4, han montado un curioso y creativo circuito de karts eléctricos con ocho curvas. El exentrenador del Madrid se lanza a la pista con el kart número 5 personalizado, junto a Gasly (10) y Ocon (31), como en la F1. Zidane va rápido, pero el trazado no perdona. Un par de impactos contra las protecciones recuerdan al técnico que conducir rápido no es tan fácil. «Esto es más difícil que el fútbol», dice al bajarse del coche.

Embajador de la marca francesa desde 2023, Zidane desengrasa la mañana con un partido de fútbol sala con el personal de Alpine que acaba de cualquier manera. Un pelotazo de Ocon termina con el balón en el Paseo de la Castellana, poco preciso el excompañero de Alonso con la pelota en los pies.

«Admiro a los pilotos porque arriesgan todos los días, pero con un gran pasión -comenta el exjugador del Real Madrid-. Al final nos damos cuenta al estar juntos que el deporte de élite es muy parecido para los deportistas».

«No tenemos vidas muy distintas -expresa Esteban Ocon en una rueda de prensa sin opción a preguntar por temas relacionados con el Real Madrid o la temporada de F1-. Cuando llegas a la cumbre de un deporte, te das cuenta que la preparación, personal, mental o física, es muy parecida. Llevamos una vida intensa. Se trata de luchar contra la presión, como Zidane cuando tira un penalti decisivo en un gran partido, está relajado».

Respecto a la inmersión de la mujer en el deporte profesional, Gasly opina que «no se trata de una cuestión de género, de ser hombre o mujer, sino de talento y de aprovechar oportunidades». «¿Una mujer entrenadora del Madrid o en la F1? Se puede -dice ZZ-. Ellas quieren llegar y la oportunidad existe. Hay árbitras en la Champions, ¿por qué no entrenando a un gran club?».