Se busca el origen del mayor brote de gastroenteritis de España
Medio millar de personas han acudido enfermos al centro de salud de la localidad de 10.000 habitantes para llevarse el mismo diagnóstico
Cómo esquivar la gastroenteritis este otoño
![Vista del río Queiles a su paso por la localidad de Tarazona](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2023/09/27/bando1-RVG4XA0jTsgNgRp2VfH8JyN-1200x840@abc.jpg)
Los vecinos de Tarazona solo acostumbraban a cerrar los veranos en las portadas de los telediarios por la legendaria fiesta del Cipotegato. Ese arlequín que discurre por la plaza central del pueblo aupado por la masa y que esconde a un vecino bajo el ... disfraz. Este septiembre el protagonismo se lo lleva también la masa de vecinos, pero por una razón bien diferente, y lo que esconden es una gastroenteritis que se calma en 24-48 horas pero que está haciendo estragos en el municipio. Medio millar de personas han acudido enfermos al centro de salud de la localidad de 10.000 habitantes para llevarse el mismo diagnóstico: gastroenteritis provocada por el consumo de agua contaminada. De hecho, la voz de alarma inicial se originó desde ese ambulatorio. El análisis de las heces de varios residentes arrojó que la contaminación se debía a un protozoo animal presente en la captación del río Queiles que surte a la red de abastecimiento municipal.
El fin de semana del 9 y 10 de septiembre empezó el goteo de casos. El jueves 14 en el Ayuntamiento de Tarazona, según detalla a ABC su alcalde, Antonio 'Tono' Jaray, ya se obtuvieron los resultados de las primeras muestras en las tuberías del pueblo. En unos posteriores análisis se cotejó que en la captación del Queiles había un nivel 24 veces superior de protozoo al de las conducciones del agua. La determinación que se tomó con la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad del Gobierno aragonés fue prohibir el consumo de agua de boca a todos los residentes. Tampoco se aconseja cocinar o lavarse con el agua de grifo, con lo que la incomodidad entre los vecinos ha sido palmaria en las dos semanas que llevan oficialmente contaminados. «Nos estamos gastando un riñón en comprar garrafas», dice María, una octogenaria que se toma un cortado en el bar donde su tocaya farfulla detrás de la barra que la cafetera tiene que rellenarse ahora con agua embotellada. Ella lo acepta con mayor estoicismo: «¡Y qué se le va a hacer!».
Al otro lado del teléfono también responde el primer edil, quien comprende el «cansancio» y la preocupación de los vecinos de Tarazona, porque además el foco de la contaminación no se ha descubierto todavía, y aunque desde el pasado lunes la decisión es segmentar el río Queiles en tramos, aguas arriba, por los ocho kilómetros que atraviesan Aragón y llegar casi al nacimiento del cauce en el pueblo soriano de Vozmediano, tal vez «nunca se llegue a determinar el origen», subraya Jaray, palabras que hace unos días enfatizó Nuria Gayan, responsable de Salud Pública en la comunidad.
Todos son casos leves
Desde que se conoció el brote, el recuento de casos no ha cesado. El domingo pasado eran 446, en tres días se han conocido seis casos más, pero ahora va más al ralentí, aseguran también en Novallas, el segundo pueblo afectado, aunque aquí solo hay un puñado de 6-8 pacientes. Clínicamente, y por fortuna, no hay que lamentar ningún caso de gravedad, informan en el centro de salud. Todos los pacientes presentan un cuadro de enfermedad leve, que cursa con diarrea y, excepcionalmente, con vómitos y fiebre. Se ha detectado algún caso de fuerte dolor abdominal, explican.
La coordinación médica del centro de Atención Primaria se reunió también el pasado lunes con las autoridades implicadas. A este encuentro no faltaron representantes de la Confederación Hidrográfica del Ebro, el Gobierno de Aragón, el Consistorio de Tarazona y el Seprona de la Guardia Civil, cuyos agentes rastrean casi palmo a palmo las explotaciones ganaderas, las industrias de la zona, las fincas y captaciones de agua particulares por si se descubre algún vertido inadecuado. También se investiga, explicó José Luis Bancalero, consejero de Sanidad, si la presencia de protozoo animal en el agua podría deberse a filtraciones tras las lluvias torrenciales. Pero hasta el momento, agua: «No se ha encontrado ninguna actividad que pudiera haber provocado el foco».
![Imagen - «Antes solo sabía de tornillos; desde hace unos días tengo un máster en patógenos»](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2023/09/27/alcalde-tarazona-tono-jaray-U41451716373IMn-170x170@abc.jpg)
«Antes solo sabía de tornillos; desde hace unos días tengo un máster en patógenos»
Tono Jaray
Alcalde de Tarazona
En concreto, esta infección intestinal masiva está causada por el protozoo Cryptosporidium, que se presenta en el medio acuático en forma de quiste, lo que llaman 'nubes', en grupo, descifra el regidor, ingeniero de 55 años y director de una multinacional en el aeropuerto de Teruel al que le sobrevino la enfermedad hace diez días. En todas las familias hay casos. «Antes solo sabía de tornillos y pintado de aviones –bromea–; ahora tengo un máster en patógenos». Se pone serio: «Estamos recopilando muestras para que este trastorno dure lo menos posible«; en cuanto baje la infección, se levantarán las restricciones.
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Agentes de la Benemérita y operarios siguen en la persecución del parásito causante del que, según Joaquín Quílez, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Zaragoza, puede ser «uno de los mayores brotes documentados en Europa». Mientras, los turiasonenses aguardan ese momento en que puedan volver a tocar las fuentes y dejen de comprar agua para hervir verdura. Las prohibiciones se han extendido a los cercanos Torrellas y Los Fayos, donde de momento se libran de la infección: «A nosotros no nos tenían que prohibir nada –se quejan en la Casa de la Cultura de Los Fayos–. Nuestra captación también es del río Queiles, pero por otras tuberías».
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