Casi 200 personas afectadas por un brote de gastroenteritis en Aragón

Un brote de gastroenteritis en Tarazona, localidad de Zaragoza, ha dejado 196 afectados entre el domingo y el lunes, y ha obligado a prohibir el uso del agua del grifo tanto para consumo como para cocinar. Así lo ha comunicado el Ayuntamiento de Tarazona por X, antes Twitter.

Los médicos del centro de salud de este municipio no han encontrado ningún nexo común entre los afectados, excepto del agua de consumo humano, por lo que cuando conocieron los casos, este lunes, la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón envió a la farmacéutica de guardia a Tarazona para tomar muestras de agua de boca.

Además de los 196 casos, hay otros dos en estudio en el Hospital Clínico de Zaragoza. Se está estudiando si tienen alguna relación con el brote. La investigación sigue abierta y el Gobierno de Aragón está pendiente de los resultados de los análisis del agua realizados por los técnicos de Salud Pública. En un principio los resultados estarán esta semana.

El Ayuntamiento de Tarazona, además de informar a la población de las medidas pertinentes a adoptar sobre no consumir agua de la red de abastecimiento, ha aumentado la cloración en la red, ha informado el Gobierno de Aragón. También ha comenzado a suministrar agua embotellada a las personas más vulnerables, como aquellos que tengan dificultad de movimiento o a las personas mayores que no tengan posibilidad de suministro.

Aragón ha sufrido en las últimas semanas otros dos brotes de gastroenteritis. En el Boletín Epidemiológico de Aragón de la semana pasada se recogía uno con 80 contagiados con clínica leve, es decir, con diarreas de corta duración. En este caso se produjo en una localidad de Huesca en la que se tomaron muestras en cinco puntos de la red de abastecimiento. Todos dieron negativo.

La semana anterior la afección tuvo lugar en una población de Teruel. En este caso solo hubo seis contagiados, pero dos de ellos necesitaron hospitalización. Salud Ambiental llevó a cabo la inspección de las fuentes públicas y tomó las muestras correspondientes. En dos de ellas se determinó que el agua no era apta para su consumo y fueron clausuradas.