La Madeja: El culillo de Aguirre
El susanismo ataca al consejero por su forma de hablar, pero el Hospital Militar da el resultado de esta pugna artificial: PSOE 0 - PP 10
El consejero Jesús Aguirre ha destapado todas las miserias de la política porque incumple todas las normas del profesionalismo partidista. Para empezar, es un consejero de Salud que ha cometido la desfachatez de ser médico , es decir, de saber de lo que habla. ... Y por si fuera poco, el hombre no se dirige a la gente utilizando el habitual lenguaje vacío de los políticos , ese que está plagado de coletillas que no dicen nada, circunloquios surrealistas y, lo peor para mí, una entonación impostada que conforma el primero de los engaños que hay en sus mensajes. Siempre he pensado que cuando cualquier hijo de un partido —llámese así a quienes no han trabajado en nada que no sea la política— coloca la voz para decirnos cualquier cosa con una musiquilla de atril, nos ha empezado a timar en las formas , así que imagínense cómo será el fondo. Pero los asesores actuales cobran para que parezca que lo que hacen es imprescindible. Y han pervertido la esencia del servicio público y del liderazgo construyendo políticos de laboratorio en los que es imposible creer . La esencia del carisma es la naturalidad. Si un representante público se dirige a la gente en los términos en los que hablaría con sus propios hijos mostrará dos cosas fundamentales: el mismo respeto por la gente que por sus hijos y la tranquilidad suficiente como para no tener que representar a un personaje. El consejero Aguirre cumple los dos asertos. Podrá tener razón o no, como todo el mundo, pero habla con conocimiento de causa y con capacidad de transmisión a las masas . Su larga experiencia como médico rural le ha permitido adaptarse a todos los niveles del lenguaje para conseguir que cualquier persona que no tiene ni idea sobre una materia comprenda lo que él trata de transmitirle.
Sin embargo, los propios periodistas hemos pasado a formar parte de esa endogamia del politiqueo en la que las valoraciones vienen ya prefabricadas por los asesores . Si Susana Díaz, que estudió Derecho mientras ya se dedicaba a la política y tardó varios lustros en graduarse, critica la forma de hablar de Aguirre, que es médico especialista en inmunología con una experiencia de varias décadas a pie de obra, enseguida se crea un debate artificial en los medios en el que la mayoría de los ciudadanos no entra. Al contrario. A quien entiende la mayoría es a Aguirre, luego su vis política es muy superior también a la de quienes llevan toda la vida en la fontanería de los partidos.
Cuando el otro día el consejero intentaba explicar cómo se aprovechan los viales de la vacuna del Covid y dijo que en cada dosis «queda un culillo» que hay que rebañar , se enteró toda España. Sin embargo, la izquierda que se enoja con razón cada vez que en Madrid critican el acento de María Jesús Montero , que tiene una oratoria paupérrima independientemente de su deje, intentó machacar a Aguirre dándole incluso clases de jeringuillas a alguien que no hay hecho otra cosa en su vida más que atender a enfermos. La disputa es hiriente, pero está basada en la perversión de la política, que trata de igualar la opinión de un experto con la de un diputado . Hablamos mucho de los tertulianos que saben de todo. ¿Y los diputados? Pero en todo caso esta pugna se zanja también en un santiamén incluso si nos atenemos a lo estrictamente partidista. El resultado lo da el Hospital Militar de Sevilla : Susana Díaz (15 años cerrado) 0 - Jesús Aguirre (reapertura inminente) 10. Todo lo demás es el culillo de la política.
Lo que pasó...
La venta de hoteles. Es desolador que el sector más pujante de Sevilla en las últimas décadas se esté desangrando. Cuando un hotel se pone a la venta, la ciudad se empequeñece.
El alcalde de Bormujos. Las explicaciones del socialista Francisco Molina atentan contra la inteligencia de los ciudadanos: que si el juicio contra él no es penal, que si el PP es peor... A ver si se entera: ¡señor Molina, váyase!
Lo que pasará...
«Sevilla Ya». La plataforma cívica está en crisis y ya existe un movimiento crítico interno para reflotarla. Su presidente, Miguel Rus, lo tiene crudo para resistir el temporal.
Los exámenes. La Universidad apuesta por los exámenes presenciales. Se puede discutir, pero lo que no se puede hacer es acusar al rector de poner en juego la vida de la gente.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete