entrevista
«Nos llegan cada vez más jóvenes con adicciones a los que en su casa nunca les dijeron que no a nada»
El doctor Bartolomé Baena, presidente de la Sociedad Médica Andaluza de Adicciones y Patologías Asociadas, advierte de la pérdida de valores como el esfuerzo o la disciplina y la falta de objetivos en la vida como causante de adicciones
«Si el tratamiento de adicciones se integrara en la red pública del SAS se podrían evitar más de 50 muertes al año»
«A mis pacientes siempre les recuerdo que la adicción a las drogas es una enfermedad crónica como el asma o la hipertensión»
«En el Polígono Sur son frecuentes las amenazas, los insultos y las intimidaciones cuando no facilitamos las medicinas que nos piden»
![El doctor Bartolomé Baena en la sede de ABC de Sevilla](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/07/21/bartolome-baena-medicoadicciones1-R6yEHUV4n1xxlkia2kYSTnK-1200x840@diario_abc.jpg)
El doctor Bartolomé Baena es presidente de la Sociedad Médica Andaluza de Adicciones y Patologías Asociadas (Somapa), cuyos médicos especialistas han iniciado una campaña para lograr su integración en la red pública del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y poder recetar medicamentos más allá de ... la metadona y mejorar sus tratamientos. «Aunque somos médicos de la sanidad pública, no sabemos lo que receta el médico de familia y se producen más de 50 muertes al año por mezcla de las benzodiacepinas que prescriben ellos y la metadona que prescribimos nosotros», advierte este veterano facultativo que lleva más de treinta años trabajando con adicciones y que desarrolla actualmente su labor en una comunidad terapéutica de Los Palacios.
¿Qué le movió a especializarse en el tratamiento de adicciones?
Durante la carrera yo era alumno interno por oposición adscrito a la cátedra de Psiquiatría donde tuve la oportunidad de realizar muchas prácticas durante toda la carrera. Después de terminarla, en la década de los 80, aparecieron los primeros casos de Sida y estalló la epidemia de la heroína en nuestro país que creó gran alarma social hasta llegar a posicionar las drogodependencias como uno de los principales problemas del país.
-La heroína y el Sida se cobraron muchas vidas jóvenes, casi una generación.
-En esos años no era raro ver a jóvenes tirados en la calle con una aguja pinchada en el brazo y muchos murieron por culpa del Sida, que se transmitían a través de esas agujas. Había heroinómanos que consumían principalmente por vía intravenosa; se distribuía en el mercado negro de Sevilla «heroína blanca» de gran pureza (hasta 90%) procedente de Afganistán. Era muy soluble y fácil de administrar por vía intravenosa; a finales de los 80 fue apareciendo en el mercado la «heroína marrón» procedente de Turquía de mucha menor pureza (10-20%) y poco soluble, pero fácil de consumir en papel de aluminio calentando por debajo con un mechero e inhalando el vapor con un tubito. Este cambio de hábitos de consumo favoreció una disminución de la transmisión de Sida. En esta época había pocos conocimientos científicos sobre adicciones y muy pocos recursos específicos para afrontar el tratamiento, así que decidí ampliar mi formación y junto a unos compañeros abrí una consulta privada en Sevilla para el tratamiento de adicciones. Éramos dos médicos, una psicóloga y una trabajadora social, desarrollamos una labor importante en aquella época. Posteriormente comencé a trabajar en una comunidad terapéutica para adicciones donde sigo trabajando en la actualidad, sin perder contacto con la consulta privada y con los compañeros que trabajan en los centros de tratamiento ambulatorio, lo que me permite seguir en contacto con la problemática actual.
-¿Y cómo recuerda la adicción a la cocaína?
También fue evolucionando su consumo siendo predominante la cocaína blanca (cocaína clorhidrato que se consume tanto esnifada como por vía intravenosa), pero ya en los 90 comenzó a aparecer en el mercado el crack o cocaína base que se puede fumar sola o mezclada con heroína que los pacientes llaman 'rebujao'. El 'rebujao' se ha convertido en la forma de consumo de heroína más popular en Andalucía; esta mezcla de heroína/cocaína fumada se ha ido extendiendo por el resto de España, llegando hasta casi desaparecer el consumo por vía intravenosa.
-¿Ha cambiado mucho el trabajo de los médicos especializados en adicciones en los últimos treinta años?
-Se ha ido adaptando a la evolución del perfil de consumo, de nuevos tratamientos y de nuevas autorizaciones administrativas que permitían desarrollar estos tratamientos. Para el caso de heroína se utiliza metadona, un estupefaciente incluido en la lista I del convenio de sustancias psicotrópicas sometidas a fiscalización internacional de Naciones Unidas. Durante los años 80, las prescripciones de metadona estaban muy restringidas, solo podían prescribirse y dispensarse en centros autorizados, las dosis no podía ser superiores a 40 mg diarios, y los pacientes tenían que acudir a diario a tomar la medicación. Desde 1990 no hay tope de dosificación; posteriormente un decreto de 2003 permitió el desarrollo de los programas de mantenimiento y su dispensación semanal y la acreditación de centros prescriptores y dispensadores de tratamientos con opiáceos. En este sentido, los médicos de la red de adicciones somos los únicos autorizados a prescribir opiáceos a pacientes dependientes de los mismos en toda Andalucía.
-¿Hay algún tratamiento eficaz aparte de la metadona?
-No fue hasta 2011 cuando también se autorizó en Andalucía la prescripción de buprenorfina sublingual (agonista parcial opiáceo) para el tratamiento de adicción a heroína a heroinómanos. En 2020 se autorizó en Andalucía el uso de buprenorfina subcutánea semanal y mensual. Durante este tiempo han ido surgiendo nuevos tipos de adicción a los que nos hemos ido adaptando para ofrecer soluciones, me refiero al juego patológico, apuestas 'online', nuevas tecnologías, 'chemsex', sexo y otros.
-¿Ha crecido mucho la adicción al sexo?
-Sí. Estamos en una sociedad que busca la satisfacción inmediata y en la que se ha desterrado en muchos jóvenes la cultura del esfuerzo. Nunca se les ha dicho que no a nada y eso les ha hecho mucho daño. Cada vez nos llegan más jóvenes con adicciones a los centros y veo a muchos de ellos sin fuerza de voluntad y sin un objetivo en la vida. Y las drogas, del tipo que sean, llenan ese vacío.
-¿Tiene que ver con esa adicción el consumo de la pornografía?
-Nos llegan casos de chicos de 20 años que llevan muchos años consumiéndola. El sexo se está asociado también de forma creciente al consumo de drogas ('chemsex') y esto agrava los riesgos para la salud.
-¿No les da miedo contraer el VIH?
-En general, no. Como saben que hay un tratamiento retroviral no les importa demasiado porque son conscientes de que tomando las pastillas no morirán. Todo es aquí y ahora. Esa satisfacción inmediata pesa más que las consecuencias de tener que tener un tratamiento de por vida.
-¿Cuál es el perfil del paciente actual que sufre adicciones?
-Según datos publicados por la Junta de Andalucía, durante 2023 se atendió a 52.757 pacientes (82,8% hombres y 17,2% mujeres). Los pacientes que inician tratamiento con mayor edad son las mujeres por alcohol (media de edad de 48 años frente a 47 años de los hombres) y por sedantes (47 años frente a 41 de los hombres), esto se traduce en que las mujeres tardan más tiempo en pedir ayuda. Los consumidores heroína y «rebujao» piden ayuda a los 47 años (a los 42 las mujeres). Los de cocaína piden ayuda a los 38 años sin diferencia por sexo, por cannabis y NMDA a los 29 años (las mujeres piden ayuda por NMDA a los 23).
-¿Las adicciones afectan a cualquier clase social?
-Afectan a todas las clases sociales, por nivel de estudios entre el 10-17% ha finalizado el bachillerato y solo entre el 2-9% según la sustancia, ha finalizado estudios superiores (el porcentaje más bajo corresponde a la heroína sola o 'rebujao' que consume la población más marginal). En cuanto a la situación laboral más frecuente es la de parado que ha trabajado antes (entre un 32 y un 56% según la sustancia) seguido de activos con contrato o relación laboral indefinida (entre un 10-32% según sustancia). En cuanto a los profesionales en activo, los patrones más habituales son alcohol, cocaína esnifada y sedantes, seguido muy de lejos por el cannabis; la adicción a opiáceos es muy residual, no suelen tomar heroína sino analgésicos opioides como codeína, tramadol, tapentadol o fentanilo.
-¿El fentanilo aún no es preocupante en España o Andalucía, cuando en EE.UU. se considera un caso de emergencia nacional?
-Estamos muy lejos de lo que ocurre en Estados Unidos pero nos llegan algunos casos. De fentanilo y otros opiáceos. La Consejería de Salud ha iniciado una campaña de prevención contra el fentanilo, como antes lo hizo con otras drogas.
-¿Cuáles son las adicciones más difíciles de tratar?
Desde el punto de vista biológico los estimulantes, sobre todo la cocaína, son las sustancias con más potencial adictivo debido a su capacidad de producir placer intenso y estimular el sistema de recompensa. Y resulta particularmente adictiva en forma de base o crack. En modelos con animales se hacen adictos con una sola dosis. La cocaína base se consume fumada y produce una sensación placentera muy rápida e intensa (mucho más que esnifada o inyectada) pero que desaparece rápidamente lo que induce la paciente a tomar una nueva dosis y se mete el paciente en un bucle en que no puede dejar de consumir. Las derivadas del éxtasis o MDMA, la cocaína rosa o 'tusi', mefedrona, se usan por vía intravenosa asociados a ketamina, sildenafilo 'viagra', se utilizan en sesiones de chemsex donde se mantienen relaciones sexuales sin protección, lo que incrementa el contagio de VIH, hepatitis y enfermedades de transmisión sexual.
-¿Las adicciones se pueden prevenir?
En líneas generales es la educación y la transmisión de valores por parte de la familia es el factor más importante para la prevención de las adicciones. También enseñar a los hijos a ser responsables y autónomos para ayudarlos a socializarse por sí mismos (con sus amigos, compañeros, etcétera). Pero desafortunadamente cada vez hay más padres que no desarrollan esta función y delegan en las nuevas tecnologías, dejando a los hijos en situación más vulnerable y con déficit de socialización. Aunque también intervienen otros muchos factores, unos dependientes de la persona tanto a nivel biológico como psicológico (eso explica que en determinadas familias con varios hijos normalizados solo uno caiga en la droga), también depende del entorno. En zonas deprimidas muy marginales, es más probable caer en la droga.
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