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Laura, durante su vídeo ABC
A. Cabeza

A. Cabeza

Barcelona

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El mundo de la educación está en constante cambio y no hay mejor prueba que los incesantes cambios de leyes educativas que desde los sucesivos gobiernos de España se han ido fomentando. Por si no hubiera suficiente con debatir acerca de las materias obligatorias, horas lectivas e idiomas curriculares el sector tiene que afrontar cada dos por tres el eterno debate sobre el papel de los profesores frente al de los padres y también sobre el tipo de formación, más exigente y centrada en libros, o más abierta y enfocada a fomentar perfiles críticos, creativos y resolutivos.

El tema está tan presente entre nosotros que incluso es motivo de debate y de contenido en redes sociales. Allí, es habitual ver a padres aplaudir rutinas escolares o cuestionarse según qué aspectos del colegio de sus hijos pero también profesores que aprovechan estos canales para explicar cómo son las clases en otro país o las respuestas que les dan sus alumnos.

Ahora, Laura, una profesora de matemáticas de Murcia, ha aprovechado su cuenta de TikTok (@laurimatchteacher, con 1,5 millones de seguidores) para poner sobre la mesa una cuestión. Ella da clases a alumnos de secundaria y ha querido abrir un melón. «¿Estamos protegiendo demasiado a los adolescentes, en mi caso a los alumnos, y esto no les va a beneficiar para nada en un futuro?«, se pregunta en su último vídeo, que en un día ha acumulado más de 444.000 visualizaciones.

«No te van a regalar nada en la vida»

«Yo sí tengo esa sensación», confiesa ella antes de explicar lo que nota. «Cuando suspendo a un alumno con un 4 y pico de repente siento como una presión detrás por parte del propio alumno, por parte de los padres y por parte incluso a veces de algunos compañeros», que entienden que con esa nota no debería ser un suspenso. «Es que no está aprobado», reafirma Laura, que insiste que el alumno del 4 y pico «tiene que aprender que hay un mínimo que superar».

Así, ella defiende que con esa nota se puede enseñar al alumno a que «tendrás que esforzarte un poquito más». Laura lamenta que cree que a día de hoy falta ese esfuerzo y que si se redondea por arriba la nota al adolescente no le habrá costado llegar al mínimo. «La próxima vez va a decir 'ah, pues si con un 4 y pico me van a aprobar para qué me voy a esforzar'», considera la profesora murciana.

«Tenemos que enseñarlos a que se esfuercen, a que las cosas cuestan un esfuerzo conseguirlas, que no te van a regalar nada en la vida y que si tienes que llorar por un suspenso no pasa nada, que no se va acabar el mundo», destaca Laura, que incide en que es importante que todos aprenden que se pueden caer pero que lo más importante es es «que aprendan a levantarse desde ya».

Laura continúa sus explicaciones considerando que si ayudamos a levantarse a los alumnos, «le ponemos su 5, le vamos pasando de curso con asignaturas suspendidas, no pasa nada si no ha traído los deberes porque tenía muchas cositas que hacer... al final nosotros mismo estamos provocando que ellos mismos no tengan la necesidad de esforzarse». «Necesitan aprender que cuando caen tienen que tener la fuerza suficiente para levantarse», remarca.

La joven profesora encara la recta final de su vídeo incidiendo en que de cada suspenso o amonestación son «pequeñas caídas» de las que «van aprendiendo a levantarse». Si no lo aprenden ahora, «cuando sean adultos y salga a la vida real» no habrá nadie detrás para sujetarlos y «se nos van a hundir. No van a saber cómo afrontar todos esos guantazos que te da la vida».

Para ir acabando, Laura confiesa que cuando entró en la universidad ella empezó con un examen en el que sacó un 0,8 a pesar de que era muy buena estudiante y que tuvo fuerza de voluntad para seguir. «De 60 que éramos creo que nos quedamos 20, casi todos abandonaron, no tenían esa fuerza de superarse», recuerda. Por todo ello, la profesora defiende que «en la adolescencia, y su es un poquito antes mejor, tenemos que hacerlos personas fuertes» y con voluntad de afrontar problemas. «Teniéndolos tanto entre algodones no estamos haciendo gente fuerte», acaba su reflexión.

Su vídeo ha generado multitud de reacciones y muchos de ellos eran profes. Uno, por ejemplo, ha considerado «de maldad» hacer repetir un curso a un alumno con un 4,9, otro ha considerado que «depende del alumno y de si se esfuerza a diario» y también hay quién ha puesto énfasis en que «no es lo mismo un 4,5 que un 4,9». Otros han tratado de ser más irónicos, como Candela que ha dejado claro que «lo que nunca voy a entender esa forma de puntuar 4,9. ¿De dónde se sacan las décimas?».

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