El antisemitismo creció en EE.UU. dramáticamente antes del ataque
La Casa Blanca tuvo que elaborar un plan en mayo para combatir el insólito auge de agresiones a judíos, incluida la proliferación de símbolos nazis
Palestina, una paz imposible
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Horas después de que los cohetes de Hamás comenzaran a caer sobre Israel, y las víctimas civiles se contaran ya por cientos, en una concentración a favor del pueblo palestino en Times Square, en el corazón de Nueva York, un manifestante agitó un teléfono ... con una esvástica. El martes el viejo símbolo del nazismo y el odio volvió a aparecer, esta vez en Irvine, localidad de California, cuando un hombre ondeó una bandera con ella desde un paso elevado en una autopista. El aumento del antisemitismo tras el ataque de Hamás contra civiles israelíes del 7 de octubre ha llevado hasta a diversas ciudades californianas, en el área de San Francisco, a cancelar varias reuniones virtuales con votantes tras recibir insultos a judíos e israelíes.
Estos ataques antisemitas no son novedosos. Una ola sin precedentes de agresiones contra el pueblo judío sacudió a EE.UU. antes del ataque de Hamás contra civiles israelíes del 7 de octubre, hasta el punto de que la Casa Blanca tuvo que elaborar y presentar en mayo un plan específico para enfrentarse a ese problema. De hecho los incidentes antisemitas alcanzaron su nivel más alto en 2022, con casi 3.700 agresiones reportadas por la Liga Antidifamación, una organización norteamericana que combate el antisemitismo.
Estos incidentes registrados por la Liga Antidifamación incluyen agresiones, vandalismo y acoso a personas judías o percibidas como judías. Esa organización ha estado contabilizando ataques antisemitas desde 1979, basándose en información proporcionada por víctimas, fuerzas del orden y medios de prensa. La Liga Antidifamación considera también antisemitismo «vilipendiar y negar el sionismo, el movimiento de autodeterminación y creación de un estado judío, o utilizar estereotipos antijudíos o responsabilizar a todos los judíos por las acciones de Israel».
Este año, la Liga Antidifamación informó que ha habido un aumento de falsas llamadas de emergencia que provocan respuestas de fuerzas del orden, amenazas de bomba dirigidas a sinagogas durante fines de semana consecutivos, acoso generalizado en redes y un aumento del discurso antisemita en la sección de comentarios públicos de las reuniones de consejos municipales como los de esta semana en la zona de San Francisco.
Datos del FBI
Los judíos representan el 2,4% de la población de EE.UU., pero son víctimas del 63% de los delitos de odio religioso reportados al FBI, la policía judicial. En mayo, la Casa Blanca presentó la primera estrategia oficial para luchar contra el antisemitismo. Uno de los puntos centrales de esa estrategia publicada es «el compromiso inquebrantable de EE.UU. con el derecho a existir, la legitimidad y la seguridad del Estado de Israel, y dejar claro que cuando Israel es señalado debido al odio antijudío, eso es también antisemitismo».
Un punto de inflexión en las demostraciones públicas de antisemitismo en EE.UU. fue una marcha en la ciudad de Charlottesville en 2017 de grupos racistas y extremistas que culminó en un acto de violencia cuando un automóvil embistió a una multitud de contramanifestantes, matando a una persona e hiriendo a muchas otras. El hecho de que el entonces presidente Donald Trump declarara que había «muy buenas personas de ambos lados» generó una gran polémica.
En 2018, un tiroteo en una sinagoga en la ciudad de Pittsburgh fue uno de los peores ataques antisemitas de la historia de EE.UU. Murieron 11 personas y varias más resultaron heridas, incluyendo cuatro agentes de policía. El atacante tenía motivaciones antisemitas y había expresado odio hacia los judíos en las redes sociales.
Hamás y los talibanes
En el espectro político, ha habido acusaciones cruzadas de antisemitismo en ambos extremos ideológicos. En 2021, la diputada demócrata Ilhan Omar equiparó a Israel y EE.UU. con Hamás y los talibanes. En un mensaje en Twitter, pidió una investigación sobre abusos contra los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad israelíes y Hamás. Su grupo parlamentario la forzó a publicar una matización.
Esta misma semana, Donald Trump, principal candidato republicano, tuvo que reiterar su apoyo a Israel tras haber criticado a la clase dirigente del país por no apoyarle lo suficiente, y de haber defendido que hay judíos buenos, que le votan a él, y judíos malos, que no le votan. El año pasado, Trump cenó en su residencia privada con dos notables antisemitas, el rapero Kanye West y el comentarista Nick Fuentes, que ha denegado el Holocausto.
MÁS INFORMACIÓN
Recientemente, la Liga Antidifamación también ha advertido del aumento del antisemitismo en la red social que antes se llamaba Twitter, hoy X, desde que el millonario Elon Musk la comprara y echara a la mayoría de empleados. Musk, de hecho, ha defendido que determinadas expresiones de antisemitismo podrían quedar protegidas por el derecho a la libertad de expresión. Tan negativas han sido esas decisiones que antes del ataque de Hamás, Musk se vio obligado a invitar a EE.UU. a Benjamín Netanyahu para conversar con él y expresar apoyo a Israel.
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