El 52% de las universitarias sufre nomofobia frente al 45% de los estudiantes varones
Según el informe 'Móvil, estilo de vida y bienestar psicológico en estudiantes universitarios', el 20% de los universitarios españoles reconoce que nunca bebe alcohol

Más de la mitad de las estudiantes universitarias (52%) tienen un uso problemático del móvil y parecen sentir nomofobia, miedo a quedarse sin móvil o sin conexión a internet, frente al 44,9% de los hombres, tal y como apunta el último estudio 'Móvil, ... estilo de vida y bienestar psicológico en estudiantes universitarios', realizado por la Red Española de Universidades Promotoras de Salud (REUPS) y Fundación Mapfre.
Según Antonio Aguiló, catedrático y presidente de REUPS, «resulta llamativo que padecen mayor nomofobia aún cuando viven en residencias o en pisos compartidos y menos cuando residen en la unidad familiar. Es más, entre las sensaciones principales que tienen tanto ellas como ellos destacan que sin el móvil se sienten perdidos, tienen sensaciones desagradables si les contactan amigos y no pueden responder, miedo a perderse cosas que pasan y a no enterarse, a que el dispositivo se apague, a quedarse sin saldo...».
El estudio también matiza que estos estudiantes —que destinan unos 500 euros a estos dispositivos— dedican una media de 4 horas de uso del teléfono móvil. El mayor pico de consumo de móvil se registra durante el fin de semana, cuando lo utilizan cinco o más horas. Además, los que conviven con compañeros de piso consumen 5 horas o más diariamente, tiempo que aumenta también en los fines de semana.
Aguiló también destacó en la presentación del informe que hay diferencia en cuanto al motivo de uso de unos y otras, «puesto que las mujeres emplean más el móvil para estar en redes sociales y los universitarios para usar aplicaciones de juego y por motivos de ocio y, además, algunas de las conductas más frecuentes de este 'mal uso' en las mujeres es que usan el móvil para sentirse mejor (37%), cuando les quita horas de sueño y cuando disminuye el rendimiento académico».
Por otra parte, el informe —que ha analizado el comportamiento de 16.574 estudiantes de 18 universidades españolas— asegura que la mayoría de estos alumnos percibe su estado de salud y calidad de vida como «bueno o muy bueno» (74% y 76% respectivamente), aunque más de mitad (51,2%) indica que, con la pandemia, su salud ha ido a peor, especialmente en ellas, a quienes les ha influido más negativamente (9%). Haciendo alusión a la báscula, más del 70% de los encuestados se encuentran en 'normopeso'; es decir peso saludable, mientras que el 16,6% y el 4,7% presentan sobrepeso y obesidad respectivamente y por sexos, el 9,7% de las universitarias presenta bajo peso frente al 3,5% de los hombres.
Alimentación y dieta mediterránea
Respecto a la alimentación, el 63% de los universitarios presenta una «baja adherencia» a la dieta mediterránea, un tipo de alimentación más frecuente entre ellas (36,7%) que entre ellos (33,7%) y que está protagonizada por un mayor consumo de frutas y verduras frescas, así como legumbres y pescado. En concreto, el 80% come dos o menos piezas de fruta al día; el 83% come 2 o menos veces a la semana legumbres; el 48% consume bollería industrial 1 o 2 veces a la semana; y el 36% no toma frutos secos. El informe refleja que el 27,8% ha mejorado su dieta en general como consecuencia de la pandemia, con un porcentaje superior en mujeres (28,9%).
Con respecto a su calidad de sueño, el 38,5% considera que descansa lo suficiente «la mayoría de los días o siempre»; el 34,2% reconoce tener «peor calidad del sueño» que antes de la pandemia (37,3% de mujeres y 27,8% de hombres); y el 28,6% confiesa tener «problemas para conciliar el sueño» la mayoría de los días o siempre. «En este sentido el 64,5% de los estudiantes reconocen que cuando usan el móvil en las últimas horas del día duermen peor».
Casi el 36% de los universitarios reconoce que consume alcohol entre 2 y 4 veces al mes; seguido de un 25% que bebe como mucho 1 vez al mes. Para Antonio Aguiló también resultó llamativo que «el 19,5% de los encuestados señaló que nunca bebe alcohol, y que el 75,8% tiene riesgo bajo de adicción y un 1,7% un riesgo probable de adicción. Quizá —señaló— estos datos alentadores sean resultado de las numerosas campañas que se han realizado en las universidades a favor de un consumo de alcohol responsable. Además, las mujeres presentan menor riesgo de adicción de tipo medio-alto que los hombres, un 20% frente a un 27,4%. Con respecto al consumo de tabaco —añadió—, el 73,4% declara que no fuma; el 12% son exfumadores y el 14,2 sí es fumador, unos datos que reflejan un grado de dependencia baja en el 83%; dependencia media en el 14,3%, y dependencia alta, en el 2,6%. El 7,7% de los encuestados consume otras sustancias «de forma ocasional o frecuente», como cannabis o derivados (83%), siendo el consumo mayor entre ellos (10%) que entre ellas (6%)».
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El informe también hace referencia al miedo experimentado ante la situación generada por la pandemia y, en este sentido, destaca que más de la mitad de los encuestados (51,3%) sintieron «poco o nada de miedo», frente al 48,7% que tuvieron «bastante o mucho miedo», en concreto, el 21% a «morir debido al coronavirus», el 55%, a «que las pandemias se conviertan en parte de nuestra vida», y el 75%, a «que pudiera morir algún familiar o ser querido». Las mujeres manifestaron un mayor miedo ante el coronavirus y la pandemia en mayor proporción (57%) que los hombres (31%). «No hay que olvidar que uno de cada diez estudiantes ha tenido un familiar que ha fallecido a causa del Covid-19», concluyó Aguiló.
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