Vox explotará la baza de la inmigración en las elecciones catalanas
El partido de Abascal buscará «reabrir debates», más allá de su firme oposición al independentismo
Carrizosa (CS): «Serán los catalanes los que digan si hemos de estar en el Parlament y no el PP»
![El secretario general de Vox y candidato el 12M, Ignacio Garriga](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/03/28/ignacio-garriga-catalunya-RvAm5xsKAYXcaGUBDpAGWAK-1200x840@diario_abc.jpg)
Cualquier lector que junte las palabras Vox y Cataluña imagina súbitamente la mayor dureza frente al independentismo. No en vano, a cinco días de las elecciones generales del 23 de julio, Santiago Abascal presagió «tensiones» aún «peores» que en el 'procés' en esa comunidad ... autónoma, en el caso de que el PP y Vox alcanzasen el Gobierno. Lo hacía pensando en la reacción del separatismo, mucho más dócil con la izquierda que con la derecha, pero sus declaraciones generaron entonces un gran impacto. PP y Vox no sumaron y el resto de la historia es conocida: donde el PSOE decía amnistía no, dice ahora amnistía sí.
Vox afronta una cita con las urnas catalanas, el 12 de mayo, en una situación distinta a la del 2021, cuando supo aglutinar el 'voto del cabreo' que no canalizaron ni Ciudadanos (CS) –que, sumido en una crisis interna, se desplomó de 36 a seis escaños– ni un PP descolgado en unos pobres tres diputados autonómicos. La candidatura de Ignacio Garriga, ratificado ahora de nuevo por el Comité Ejecutivo Nacional de su partido, se alzó como «primera fuerza nacional» –Vox excluye al PSC de esa categoría– con once parlamentarios. Más que CS y PP.
El partido de Abascal, tras un retroceso en el Congreso de los 52 a los 33 escaños, explotará en la campaña de las elecciones catalanas sus principales señas de identidad. Entre ellas, una que estos últimos tres años Garriga ya ha aireado por todo el territorio catalán: su firme oposición a la inmigración irregular. El secretario general de Vox, que es también su líder en Cataluña, ha denunciado por activa y por pasiva la creciente inseguridad en Barcelona y en otras grandes ciudades de la comunidad, un fenómeno que su formación vincula directamente con la inmigración y, concretamente, con la procedente de países islámicos.
Este diario ya publicó en enero, precisamente, que Vox se revolvió contra el acuerdo entre el Gobierno y Junts para, entre otras cosas, ceder competencias en inmigración a la Generalitat de Cataluña, a cambio de lo que la formación del prófugo Carles Puigdemont se abstuvo en la convalidación de los tres primeros reales decretos leyes que el Ejecutivo llevó al Congreso esta legislatura, uno de los cuales decayó por el voto en contra de Podemos.
La incógnita de Aliança
Junts, con posiciones más cercanas en inmigración al PP o incluso a Vox que a ERC, su aliado natural en cuestiones independentistas, plantea la posibilidad de que la Generalitat pueda expulsar a inmigrantes en situación irregular de su territorio. Algo que el Gobierno se apresuró a desmentir, pero cuyo alcance sigue sin aclararse. Entonces, el propio Garriga acusó a los posconvergentes, ya con el aroma de adelanto electoral en el aire, de protagonizar una «maniobra electoralista». «Quiero recordar cómo es el separatismo, Junts y ERC, quien ha convertido Cataluña en la región de España más islamizada, en la cuna de yihadistas europeos; quiero recordar cómo el separatismo abanderaba, con pancartas en mano, el famoso lema 'volem acollir', el 'queremos acoger'», dijo en ese momento el número dos de Vox.
Al margen de Junts, se une la incertidumbre de qué acogida tendrá Aliança Catalana, partido independentista de extrema derecha, cuyo 'leitmotiv' es la inmigración. Fuentes de la dirección de Vox, en conversación con ABC, creen que es una burbuja y que realmente su capacidad de penetración será muy fragmentada. En todo caso, apuntan además, le quitaría votos a Junts por su clara vertiente secesionista. Un componente que no podría seducir a un potencial votante de Vox.
Vox subió su porcentaje de voto en Cataluña tanto en las elecciones municipales como en las generales respecto a hace cuatro años
A esto se le unen otros asuntos que denuncia Vox, como la persecución del español en Cataluña, al no aplicarse las sentencias judiciales para que al menos el 25 por ciento de las lecciones en la escuela se impartan en castellano. También, por otro lado, el gasto público destinado a fomentar el separatismo, como las llamadas 'embajadas' catalanas.
Con la designación de Garriga, algo que parecía cantado ya cuando Pere Aragonès (ERC) decidió adelantar las elecciones, Vox frena cualquier hueco a la especulación. En estos tres años, trasladan fuentes del Comité Ejecutivo, Garriga «ha dado vueltas por todo Cataluña» siendo el único, subrayan, que ha denunciado «la inmigración ilegal» y la «islamización» de esta comunidad. Las encuestas, según estas fuentes, les pronostican un resultado electoral similar al de 2021. Pero con la lección aprendida del 23J, cuando Abascal advirtió sin fin al PP aquello de que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, avisan: «Las expectativas altas las carga el diablo».
Claves
Firmeza
La firmeza de Vox contra el independentismo catalán está fuera de toda duda. El partido cuestiona la aplicación que pactaron PP, PSOE y Ciudadanos del artículo 155 y defiende medidas como ilegalizar partidos.
Inmigración
Vox explotará en Cataluña sus grandes banderas a nivel nacional y, muy concretamente, su combate contra la inmigración irregular. Su candidato, Ignacio Garriga, ha denunciado reiteradamente la «islamización» de su comunidad.
Otras banderas
El partido agitará otros asuntos como su rechazo a la Agenda 2030 –pacto global por el desarrollo sostenible–, la defensa del español en la educación o la oposición a todo gasto público destinado a fomentar el separatismo.
Amenaza
En los últimos meses Junts también ha acentuado sus posiciones en materia de inmigración y está por ver qué pasa con Aliança Catalana, partido independentista de extrema derecha, que pone en la diana precisamente esta cuestión.
En las últimas municipales, Vox sacó en Cataluña 150.653 votos (cuatro puntos porcentuales más que en 2019) y en las generales, 275.080 (un punto porcentual más que cuatro años antes). ¿Aumentará también su porcentaje en las autonómicas? La respuesta, el próximo 12 de mayo.
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