Santiago Abascal estrena en Vitoria una triple precampaña: «Da igual lo que digan las encuestas»
El Comité Ejecutivo Nacional de Vox ratifica los candidatos a las elecciones vascas, catalanas y europeas
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«Aquí hay gente de Vox, es el momento de irse», comentaba un hombre a su esposa, en la recepción del NH Canciller Ayala, mientras ella pagaba la habitación. A escasos metros de la pareja, en el vestíbulo, tres mujeres alargaban su estancia maleta en ... mano, con la esperanza de ver a Santiago Abascal. La representación de las dos Españas, en un hotel de Vitoria. Él estaba reunido en la primera planta, en el salón Álava, con su Comité Ejecutivo Nacional. Ha aparecido un fotógrafo entonces. Ellas han preguntado si iba a tardar mucho en bajar el líder de Vox, él ha respondido que el cónclave acababa de comenzar y que la cita se iba a prolongar, por lo menos, una hora. Demasiado tiempo. El trío, decepcionado, reemprendía su camino de vuelta.
Fuera, frente al edificio, un coche de la Ertzaintza hacía guardia. La imagen, de tranquilidad absoluta, contrastaba con el desmesurado despliegue policial que se encontraron en Ceuta, el pasado mayo, Abascal y su comitiva. Pasaban las once de la mañana y empezaban a llegar simpatizantes de Vox. En un territorio acostumbrado al monopolio de ikurriñas, varios lo hacían con banderas de España y alguno con enseñas anacrónicas, como la de la Cruz de Borgoña. Raro es el mitin de Vox en el que no se cuela un halo nostálgico de un pasado imperial.
Tras una hora deliberando en privado, el Comité Ejecutivo Nacional de Vox ha dado por concluida su reunión a mediodía. Abascal ha atendido brevemente a los medios para comunicar que, como estaba previsto, la dirección de su partido ha ratificado a los candidatos a las elecciones vascas (21A), catalanas (12M) y europeas (9J), incluido el fichaje de Juan Carlos Girauta como número tres al Parlamento Europeo. Tres citas con las urnas en tres meses y el pistoletazo de salida, en una precampaña de vértigo, este domingo en Vitoria. Amaia Martínez, única diputada vasca de Vox, será la aspirante a lendakari; Jorge Buxadé, el cabeza de cartel en Europa; y, confirmado el secreto a voces, Ignacio Garriga repetirá como postulante a 'president' de la Generalitat.
«Es hora de que esta tierra tenga una alternativa de verdad frente a aquellos que aquí hacen que se pelean, pero que en Madrid votan lo mismo», ha aseverado Abascal, en alusión al PNV y a Bildu, antes de dirigirse al salón Canciller, el principal del hotel, donde aguardaban ya cerca de doscientos simpatizantes de Vox para asistir al acto de presentación de sus candidaturas en el País Vasco. Han tomado la palabra su número uno por Guipúzcoa, Andrés Paramio, por Vizcaya, María Pérez, por Álava, Amaia Martínez, y el secretario general del partido, Ignacio Garriga. Todos ellos, teloneros de Abascal, recibido, como es habitual, entre gritos de «presidente, presidente».
El discurso de Abascal ha sido corto, quizá con menos decibelios que en otras ocasiones, pero ha servido para conjugar dos ideas: la de que Vox no bajará los brazos pese a los sondeos -los últimos en el País Vasco le dejan sin representación- y que la formación se centrará en dar la batalla cultural en temas en los que está sola, como el combate frontal a la Agenda 2030 -plan global en favor del desarrollo sostenible- y a la inmigración irregular.
«Unos valientes»
«Da igual lo que digan las encuestas, lo que estamos defendiendo representa el sentir de millones de compatriotas en toda España. Aquí está el tercer partido político de toda España, la primera fuerza política nacional en Cataluña -Vox excluye al PSC-, unos valientes», ha clamado Abascal, agradecido a los tres cabezas de cartel de su partido en el País Vasco, donde él, años atrás, sufrió la intolerancia de quienes ponían en el punto de mira a quienes pensaban diferente.
«Es un verdadero orgullo que estéis aquí. Me sorprende que deis las gracias después de asumir el peso de la candidatura de Vox en tierras tan difíciles. Solo puedo mostraros mi admiración. Adelante españoles de tierras vascas, sin miedo a nada ni a nadie, con la verdad por delante y sin rendirse. Viva España», ha sentenciado Abascal, con su final coreado con otro «viva» entusiasta del público. Hace cuatro años, ha recordado, los actos de Vox sufrieron episodios violentos en las elecciones vascas. «Quizá, como el lobo con piel de cordero tiene que disimular, decida que podemos pasear por aquí como si no pasara nada», ha aventurado el presidente de Vox. Al cierre del evento, se ha desplegado una bandera gigante de España y ha sonado el himno nacional. Un 'rara avis' en territorio hostil.
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