La victoria en diferido de Inés Arrimadas
La expresidenta de Ciudadanos gana el pulso a Edmundo Bal y se hace con el control del grupo parlamentario, relegando al abogado del Estado pese a conservar su rol

Hay victorias que cristalizan en frío, con el paso de los días y las semanas. Una de ellas es la de Inés Arrimadas sobre Edmundo Bal. La expresidenta de Ciudadanos (CS) no compitió contra él por el liderazgo del partido, pero de ... fondo había una disputa por el control del grupo parlamentario. El abogado del Estado, en las primarias de la formación liberal, hizo punta de lanza contra la portavocía de Arrimadas en el Congreso. Una y otra vez, decía que los españoles no podían encender la televisión y verla a ella en la Cámara Baja, como el rostro y la voz de CS.
El martes pasado, en la primera sesión plenaria en el Congreso después de la VI Asamblea General de CS, los temores de Bal se hicieron realidad. O peor aún, desde la óptica del diputado, la realidad superó a la ficción. No solo fue Arrimadas quien contestó a Pedro Sánchez durante su comparecencia, un papel en el que se desenvuelve con brillantez, sino que la sala de prensa, por la mañana, se quedó huérfana de representantes de CS.
Arrimadas ultimaba el discurso con su equipo, pero ni siquiera en esas circunstancias compareció Edmundo Bal. La víspera había sido confirmado como portavoz adjunto del grupo parlamentario, pero en el arranque de la nueva etapa no ha tenido protagonismo. Es más, quien ha ganado galones es Guillermo Díaz, único diputado afín a Arrimadas durante el cisma con Bal.
El Comité Permanente de CS, del que Díaz forma parte como viceportavoz político, le nombró coordinador entre el grupo parlamentario y la nueva dirección. Su función es la de ejercer de interlocutor entre ambas partes, pero diputados de la cuerda de Bal sospechan que hay detrás un intento de «tapar» al abogado del Estado, para que no coja vuelo. Desde el entorno de Arrimadas señalan que será ella quien comparezca habitualmente los martes, pero apuntan que si no puede, lo harán bien Bal o bien Díaz.
Bal, ¿sin ruedas de prensa?
Por ahora, el pasado martes nadie de CS salió en rueda de prensa y el jueves, para posicionarse sobre el atentado en Algeciras (Cádiz) y el próximo fin de las mascarillas en el transporte público, fue Díaz quien compareció. El diputado por Málaga es el responsable de CS en el Congreso del área sanitaria, pero personas cercanas a Bal temen que se convierta en constante que sea él quien sustituya a Arrimadas ante los medios.
Fuentes del entorno de Arrimadas consultadas por ABC remarcan que ya está trabajando al máximo en asumir el rol de portavoz, que hasta ahora, de facto, había ejercido Bal. Será ella quien vaya a las reuniones de la Junta de Portavoces, quien supervise el orden del día de las comisiones, mantenga la interlocución con los otros grupos...
Por ejemplo, Arrimadas ya estampó su firma en la solicitud de comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el asesinato en Algeciras. Una tarea que antes desempeñaba Bal. El rol de portavoz parlamentaria no es nuevo para Arrimadas. Ya trabajó como tal en el Parlamento catalán, cuando era líder de la oposición, y brevemente en la etapa final de Albert Rivera, entre las elecciones de abril y noviembre del año 2019.
El entorno de Edmundo Bal sospecha que el nuevo rol de Guillermo Díaz busca «tapar» en el Congreso al abogado del Estado
Mientras, sigue en el aire quién será el candidato de CS en las próximas elecciones generales. Cuando llegue el momento de decidirlo, es posible que Bal se lance a un segundo intento para hacerse, al menos, con el liderazgo político de la formación. Hasta ese momento, Arrimadas ha quedado al margen de las decisiones orgánicas, meses antes de los comicios autonómicos y municipales, donde el partido tiene en juego su supervivencia, después de los trabajos durante su refundación.
La incógnita por definir
La actual líder política, Patricia Guasp, dejó en el aire recientemente, en una entrevista en ABC, si se presentará o no a las primarias para ser la número uno de CS en las próximas generales. Precisamente, el flanco débil de la candidatura vencedora de las elecciones internas que celebró CS a mediados de mes era la incertidumbre sobre quién de esa lista iba a dar el paso al frente llegado el momento. Bal denunció desde el principio un movimiento de Arrimadas para parapetarse detrás de otros dirigentes y llegar a la cita electoral indemne de más naufragios orgánicos y electorales.
Momentos clave
El desliz
El 14 de noviembre, en una reunión informal con periodistas, desde el entorno de Arrimadas se da por hecho que ella se presentará a las generales, pero lanzan la idea de dejar las primarias para elegir el liderazgo político para después de la Asamblea General. Se rectificó.
La condición
El 20 de diciembre, a través de intermediarios, Bal propone a Arrimadas que continúe como portavoz en el Congreso, una línea roja para él hasta ese momento, a cambio de ser él el líder político o de rotarse en la Cámara Baja. Nada.
La incógnita
El 17 de enero, la recién elegida portavoz política de CS, Patricia Guasp, deja en el aire si se presentará o no a las elecciones generales en una entrevista en ABC. Esto da alas a la especulación sobre quién será el candidato de CS.
La confirmación
El 23 de enero, Bal es confirmado como portavoz adjunto en el Congreso, pero Arrimadas comienza a ejercer de portavoz y Guillermo Díaz, afín a ella, asume el rol de coordinador entre la dirección y el grupo parlamentario.
Arrimadas no ha desvelado si tiene o no intención de aspirar a ser la candidata de CS, pero el hecho de que Guasp no confirme que ella sí lo desea alimenta la especulación. El secretario general, estatutariamente, debe haber dejado el cargo nueve meses antes de las elecciones para postularse, por lo que es improbable que Adrián Vázquez, recién nombrado, pretenda competir por ser el cabeza de cartel.
Ahora, si vienen mal dadas en mayo, nadie podrá culpar a Arrimadas. Como tampoco de los últimos líos internos, con el desafío de Begoña Villacís a la nueva dirección en la mente de todos. «Begoña no ha dado este paso sin hablarlo con Inés», aventuran voces críticas. Este lunes fue Guasp, y no Arrimadas, la encargada de responder a la vicealcaldesa de Madrid, tras pedir autonomía para las elecciones municipales del 28 de mayo.
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