Patricia Guasp: «Ya habrá tiempo de decidir si me presento a las elecciones generales»

—Hasta ahora su actividad se ceñía a Baleares, ¿impresiona el salto?

—Es una gran responsabilidad, pero vértigo no tengo.

—¿Se imaginaba como portavoz política cuando la nombraron para el equipo para la refundación?

—En ningún momento. Solo quería participar de esta refundación, de este proceso de escucha. Mi objetivo es renovar el partido, volver a conectar con los españoles y que nos den su confianza.

—En un país tan centralizado mediáticamente, ¿se puede dirigir un partido desde Palma y Bruselas?

—Me parece lo más positivo de este equipo. Adrián [Vázquez] está en el Parlamento Europeo y tiene contactos directos con los partidos de centro liberal, que nos están además ayudando. Yo, que estoy en el Parlament balear luchando contra ese gobierno que se apoya en nacionalistas y populistas, soy una más de todos los compañeros de las comunidades autónomas que nos estamos jugando mucho en mayo. Es algo muy simbólico que la portavoz actual del partido sea una portavoz autonómica. Ponemos el foco en la política local y autonómica.

—Inés Arrimadas ganó las primarias con un 76% de apoyos y ustedes con un 53%. ¿Le preocupa que la división vista en la campaña se cronifique?

—Estoy convencida de que este partido sale de la Asamblea General unido y reforzado. No tengo ninguna duda. Mayoritariamente, casi unánime, se han aprobado los nuevos estatutos y la ponencia de valores. No creo que la legitimidad vaya de porcentajes.

—Ha habido integración de la corriente crítica en el Consejo General, ¿se abrirá la puerta a dirigentes de otras candidaturas en el Comité Nacional?

—Se valorará en las próximas reuniones del Comité Permanente.

—Edmundo Bal le agradeció el gesto a Adrián Vázquez, a usted no la mencionó. ¿Ha tenido una conversación pausada con él?

—Sí, hoy [por ayer] hemos estado hablando. Adrián, como secretario general, es el que ha estado llevando estas reuniones. Le puedo decir que hoy hemos estado charlando.

—¿Ha ido bien?

—Ha ido bien.

—Aún no se ha tomado una decisión respecto a la portavocía adjunta de Bal en el Congreso, pero usted dijo en el debate que no tiene «palabra», ¿cree que debe seguir en el cargo?

—Está mezclando dos cosas. La decisión se va a tomar por parte de la ejecutiva, pero escuchando a todos los compañeros del grupo parlamentario. Lo hará el secretario general esta semana en el marco de otras reuniones que va a mantener. Para nosotros no es el tema principal. Que yo dijera que no tenía palabra me refería a que cada semana decía una cosa diferente. Pero eso es pasado, quiero mirar al futuro todos juntos. Siempre he tenido una magnífica y excelente relación con Edmundo y estoy convencida de que seguirá así.

—¿No se moja sobre si debe seguir o no en el puesto?

—No. Tiene que ser una opinión consensuada, no importa la mía personal.

—Si es relevado del puesto, ¿teme una rebelión en el grupo parlamentario teniendo en cuenta que lo han apoyado seis de nueve diputados?

—No. Estoy convencida de que Edmundo va a mantener su compromiso. Ha dicho públicamente que iba a respetar los resultados de las primarias y las decisiones que tomara el partido.

—Usted ha dicho que se va a presentar a las elecciones en Baleares y a las primarias posteriores para las elecciones generales. ¿Puede generar incomprensión?

—No, en absoluto. Primero vienen unas elecciones en mayo muy importantes para nuestro partido, para España y para Baleares. Tenemos un gobierno que está lastrando a los ciudadanos en las islas y es muy necesario que nos presentemos muy fuertes a esas elecciones. Ahora hay que pensar en esas autonómicas porque ni nuestros afiliados ni nuestros concejales entenderían que estuviéramos pensando en las generales.

—¿Mantendrá su compromiso de presentarse a las primarias de las generales?

—Yo lo que he dicho es que nunca había dicho que no me fuera a presentar a esas elecciones generales. Ya habrá tiempo de decidir, de tomar esa decisión. Además, debe ser también una decisión conjunta.

—¿Cabe la posibilidad de que sea otra persona la que se presente?

—Es que queda muchísimo tiempo. No puedo comprometerme a una cosa así. A lo que me comprometo es a darlo todo en estos meses para que en mayo seamos decisivos en muchos gobiernos.

—Dijo que fue un error partir en 2019 con un socio preferente, ¿también no tenderle la mano al PSOE cuando sumaban 180 escaños?

—Sí. Decirlo ahora también es muy fácil. Es momento de mirar hacia delante. Llevamos muchísimo tiempo lamiéndonos las heridas, fustigándonos… Hoy [por ayer] veíamos en portada del ABC un caso de corrupción nuevamente del PP. Parece que penalizan más errores internos de estrategia que la corrupción en este país, ¿en serio?

—¿Están descartados acuerdos preelectorales con el PP en mayo?

—Sí. Nuestro compromiso es presentarnos con la papeleta de Ciudadanos.

—Feijóo ha dejado caer que le gustaría ver en el PP a Inés Arrimadas y a Begoña Villacís.

—Estoy convencida de que no será así. Están en nuestro equipo. Está bien que otros partidos vean el talento que tenemos en nuestro partido, pero los principios liberales ni se compran ni se venden.

—En su discurso habló de una derecha «iliberal, identitaria y ultra», ¿marca un reposicionamiento ideológico contra Vox?

—Creo que lo hemos dicho todos los compañeros, anteriormente y ahora. Pienso que Vox es la derecha iliberal, ultra e intervencionista incluso.

—¿Son un ejemplo de ello las medidas que ha anunciado en Castilla y León contra el aborto?

—Estamos asistiendo a un espectáculo. Se pone el foco en lo que verdaderamente no interesa a los ciudadanos. Estamos viendo cómo cuando sale Ciudadanos de los gobiernos tenemos estos ejemplos de mala gestión y sobre todo de confrontación. No hay nada más liberticida que que la administración controle, intervenga, una decisión del individuo.

—¿Qué banderas tendrá el nuevo Cs además de la sostenibilidad de las pensiones y la centralización de la sanidad?

—Vamos a hacer propuestas disruptivas. Ahora mismo los jóvenes en España están condenados a la precariedad laboral, a la temporalidad, a tenerse que marchar fuera de nuestro país... El acceso a la vivienda es uno de los grandes problemas para los jóvenes y no tan jóvenes. Las clases medias están asfixiadas. El señor Sánchez no ha querido bajar los impuestos en un momento de alza de precios, con muchas familias a las que les cuesta llegar a final de mes. Estamos en una España subvencionada, no se apuesta por la meritocracia y eso no es progresista. Tenemos que abrir nuevos melones.

—Si en mayo les va mal y desaparecen de la mayoría de territorios, ¿se plantea dar un paso atrás?

—Yo estoy muy ilusionada, convencida de que podemos darle la vuelta a esas encuestas por el bien de nuestro país. Como soy del Atleti, partido a partido.