Urkullu pide «plasmar ya» el traspaso de inmigración a País Vasco
Demanda al Estado «seguridad jurídica y estabilidad»
La Constitución establece que la inmigración que el Gobierno cede a Junts es competencia «exclusiva» del Estado
La convulsa sesión parlamentaria del miércoles, y las concesiones que le habría hecho Pedro Sánchez a Junts, han generado cierto nerviosismo en el País Vasco. Ha sido el lehendakari, Iñigo Urkullu en que ha puesto voz a esa preocupación. En una visita a Madrid ha recordado que la transferencia de la gestión de las políticas de inmigración es uno de los traspasos pactados por el PNV a cambio de facilitar la investidura de Sánchez. Por eso, ante la posibilidad de que Cataluña se adelante a una aspiración que el Ejecutivo vasco lleva años persiguiendo, Urkullu ha admitido su «preocupación» por las consecuencias que puede tener en la «seguridad jurídica».
El presidente vasco ha acudido este miércoles a Madrid para reunirse primero con Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos-OEI, y después, con Takahiro Nakamae, embajador de Japón. Al término de esos encuentros ha hecho un llamamiento al Ejecutivo de España a «plasmar ya» el compromiso para la transferencia al País Vasco de las políticas de inmigración. Considera Urkullu que corresponde al Gobierno aportar «seguridad jurídica y estabilidad» y se ha mostrado partidario de que Pedro Sánchez inicie una ronda con los presidentes autonómicos, «y con el lehendakari, en primer lugar» para abordar cuestiones pendientes.
Y es que, la última concesión a Junst ha escocido especialmente en las filas peneuvistas. Traspasar las políticas de inmigración era una de las peticiones que había comenzado a desarrollarse en la legislatura pasada, pero que al final quedó en agua de borrajas. Sabedores del riesgo que tiene pactar un calendario con Sánchez, quien la legislatura pasada les fue dando largas para abordar apenas un cuarto de las cuestiones pactadas, en esta ocasión el PNV exigió que el traspaso de tres competencias se firmara antes de la primavera.
Precisamente las políticas de inmigración son una de las tres competencias que deberían estar en manos del Gobierno vasco antes de que termine marzo, según el acuerdo rubricado entre Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar. Las otras dos son la gestión de los cercanías y la homologación de títulos extranjeros. Según ha dejó entrever el Gobierno vasco, a finales de 2023 se habían puesto en marcha algunas negociaciones al respecto pero ejecutivo central y autonómico siguen sin llegar a un acuerdo.
Todos los votos, todo el tiempo
Urkullu este jueves ha reconocido que si bien le sorprendió el contenido del acuerdo con Junts, no lo ha hecho la negociación 'in extremis' que vivió el Gobierno para sacar adelante sus decretos. Ya cuando le preguntaron por la investidura dijo, que el Gobierno «necesitaría todos los votos todo el tiempo» y cree que esta primera sesión del año ha sido el mejor «reflejo» de ello.
Aunque ha reconocido que no le corresponde, como presidente autonómico, hablar de la situación política del conjunto de España, se ha mostrado crítico con «el proceder» del Ejecutivo de Sánchez. Ha insistido en que es su obligación «ofrecer seguridad jurídica y estabilidad» porque de lo contrario las inversiones se podrían ver afectadas, «también en Eusakadi». En cualquier caso, ha desligado las reclamaciones del Gobierno vasco de la negociación con Junts porque no cree que se deba comparar «lo que a Cataluña se le haya podido ofrecer» con lo que le pueda «corresponder al País Vasco.
En realidad, lo que pide la comunidad autónoma vasca en lo que respecta a inmigración es algo diferente de lo que dice haber logrado Junts. El Gobierno vasco siempre ha reclamado la gestión de las políticas de acogida, tal como manifestó a finales de año el director de Migración y Asilo, Xabier Legarreta. Es decir, la gestión de solicitudes de asilo y acogida inicial seguirían en manos del Ministerio del Interior y la Administración Vasca se encargaría de preparar la posterior integración social y laboral de esos migrantes.
Iñigo Urkullu ha recodado desde Madrid que el País Vasco tiene aún «pendiente de ser cumplido» el Estatuto de Autonomía y también un acuerdo por escrito que la anterior legislatura «se comprometió y no cumplió». Por eso ha pedido a Sánchez que «plasme ya» alguno de los compromisos acordados con el PNV. «El Gobierno español y el PSOE han adquirido un compromiso», ha recordado, y a su juicio la transferencia de las políticas de inmigración que ahora ha comprometido con los catalanes es una de las materias que «debe ser cumplimentada» con el País Vasco. Urkullu no tienen previsto aprovechar su estancia en Madrid para reunirse, al menos oficialmente, con el Gobierno, pero ha insistido en que ahora y siempre su disposición para abordar los traspasos pendientes es «absoluta».
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