Tezanos incluye 89.000 preguntas de voto en encuestas no electorales
En esta legislatura ha multiplicado por 15 las consultas que se realizaban antes de su nombramiento en 2018
Empresas del sector lo consideran un «derroche», advierten de que «intoxica» los estudios y sospechan que se hace con una finalidad política
El CIS eliminó preguntas incómodas para el Gobierno con la llegada de Tezanos
![El presidente del CIS, José Félix Tezanos, en una de sus comparecencias en el Congreso](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/10/21/tezanos-R8FXlKYqOmwsQBABZayTraJ-1200x840@diario_abc.jpg)
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que dirige José Félix Tezanos, ha incorporado una novedad a sus estudios no electorales: formular a los ciudadanos una tanda de preguntas sobre voto, algo que según distintas fuentes del sector consultadas por este periódico no había sucedido antes. ... El resultado es que en esta legislatura se han realizado casi 89.000 preguntas de intención de voto, un caudal de información electoral que, si se suma a los barómetros específicos en este campo (55.000 desde las últimas generales), multiplica por casi 15 las respuestas que tradicionalmente recababa el CIS (no más de 10.000 al año).
En el sector de la demoscopia se echan las manos a la cabeza. Hasta tres empresas privadas aseguran a ABC que esto no se había producido antes y advierten de los riesgos que conlleva: primero, porque se detraen recursos de los objetivos de esas encuestas no electorales; segundo, porque el voto es una variable «muy sensible» que «intoxica» el resto de la encuesta; y tercero, porque levanta la sospecha sobre el destino final de esa información, sobre todo si con el dato bruto de intención de voto se realiza la estimación (los datos ponderados para corregir desviaciones).
El último ejemplo tuvo lugar el pasado viernes, cuando el CIS publicó sin microdatos un estudio sobre «Cultura y estilos de vida» que incluye 3.700 entrevistas y también preguntas de voto. No hay estimación, y tampoco se menciona en la nota de prensa. Desde una empresa del sector confirman que «no es habitual» y añaden que «es un derroche absoluto de recursos públicos. La intención de voto aporta muy poco: es una variable que sólo sirve para conocer cuál es el alineamiento de la gente si hubiera elecciones, y eso no aporta nada a cuestiones sociales generales. Está hecho para hacer un seguimiento de la intención de voto de la gente y es contraproducente porque la intención de voto intoxica», afirman a ABC.
Desde el CIS se niega la mayor. Fuentes del organismo público aseguran a este periódico que no se ha realizado la estimación y se explica que el voto «se utiliza como una variable más para el cruce de preguntas y que puede resultar muy interesante a la hora de analizar los datos». A modo de ejemplo, recuerdan que en la encuesta de hábitos deportivos «luego hubo medios que sacaron que los votantes de Vox jugaban más al pádel y los del PSOE a otro deporte».
Desde septiembre de 2023, el CIS ha realizado 55.000 sondeos específicos de voto: barómetros mensuales con estimación, encuestas flash, tracking de elecciones y estudios en comicios autonómicos. Son 5,5 veces más de los que se han publicado tradicionalmente, dado que Tezanos ha aumentado notablemente la frecuencia de estos estudios. Hasta su llegada, se realizaba una encuesta trimestral, en concreto en enero, abril, julio y octubre con 2.500 ciudadanos consultados en cada una de ellas.
La novedad de esta legislatura es que se han realizado casi 89.000 entrevistas donde no se ofrece estimación. Si se excluyen los barómetros del Índice de Confianza del Consumidor y el de Sanidad (que tienen cuestionarios fijos donde no puede introducir voto), el CIS ha preguntado por voto en nueve de cada diez entrevistas de encuestas nacionales.
Estudios sectoriales
Estos son los estudios donde se han introducido preguntas de voto: Audiencias de medios de comunicación social (27.433 ciudadanos consultados), Calidad de los servicios públicos (10.306), Hábitos democráticos (6.000), Tendencias de asociacionismo en España (5.973), Inseguridad en la Red (5.916), Fecundidad, familia e infancia (5.742), Turismo y Gastronomía (4.024), Desigualdades y tendencias sociales (4.006), Barómetro fiscal (4.005), Opiniones y actitudes ante la Unión Europea (3.750), Poselectoral (3.010), Felicidad y valores sociales (2.843), Encuesta flash situación política (1.809) y Cultura y estilos de vida (3.700). En total, 88.517.
En la encuesta sobre Fecundidad, familia e infancia, después de 24 preguntas sobre esta temática, el entrevistado inicia una ronda de hasta diez asuntos políticos. El cuestionario comienza reconociendo el giro: «Cambiando de tema, en general, cuando se habla de política se utilizan normalmente las expresiones izquierda y derecha. Situándonos en una escala que va del 1 al 10, en la que 1 significa 'lo más a la izquierda' y 10 'lo más a la derecha', ¿dónde se colocaría usted?». Acto seguido, una segunda pregunta: «Me gustaría que me dijera cuál es la probabilidad de que usted vaya a votar si mañana se celebrasen elecciones generales al Parlamento español». La tercera pregunta es la clave: «Y en unas próximas elecciones al Parlamento español, ¿a qué partido votaría usted?». La cosa no acaba ahí: «En el caso de que por cualquier razón finalmente no votase por el partido que me ha dicho, ¿a qué otro partido votaría usted?». Después, la simpatía, el recuerdo de voto de las elecciones generales del 23 de julio de 2023, a qué partido o coalición votó o qué partido considera más cercano a sus propias ideas. En los distintos estudios las preguntas son siempre las mismas, y son similares a las que se hacen en los barómetros específicos de voto.
Desde otra empresa del sector explican a ABC que esto tiene dos consecuencias negativas: la primera es que esas preguntas «se las está restando al asunto específico del estudio, ya sea fecundidad, gastronomía o los riesgos en internet, porque los cuestionarios no son infinitos». «Resultó muy sorprendente –continúan– que en la investigación sobre los menores en la red se incorporara voto. ¿Haces un megaestudio sobre este asunto y dedicas un montón de preguntas al voto? Es casi hasta inmoral. Pero lo grave es que contaminas el estudio», advierten desde una importante empresa.
Remisión a las Cortes
Otro de los asuntos polémicos tiene que ver con la utilización de los resultados obtenidos y los microdatos, que son publicados pero no distribuidos a los partidos políticos. El artículo 7 de la Ley del CIS se refiere en concreto a la información de carácter electoral y político: «El Centro de Investigaciones Sociológicas remitirá a las Cortes Generales un avance provisional de los resultados de sus encuestas que se refieran a intención de voto, valoración de partidos y valoración de líderes políticos, en un plazo no superior a quince días a contar de la fecha de finalización de los trabajos de campo y de la codificación y grabación de la información en soporte magnético». Desde el organismo público se asegura que «todas, absolutamente todas, las remitimos a las Cortes Generales».
¿Cuál es la diferencia entre intención y estimación? La intención de voto es el dato bruto con las respuestas del encuestado y la estimación es ese dato ponderado para corregir las desviaciones y adaptarlo al censo electoral, a la realidad social y al recuerdo de voto. Lo que vulgarmente se denomina 'cocina' de los datos, un ejercicio profesional necesario. «El dato en bruto es manipulación. ¿De verdad Tezanos no está haciendo el trabajo de cocina? Si es que no, ¿para qué hace las preguntas? Y si es que sí, ¿por qué no lo publica y no lo envía a los grupos parlamentarios?», concluyen.
Hoy mismo, el CIS va a publicar el barómetro de octubre, que llevará voto con estimación. Atentos.
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