Otegi pide aglutinar los votos de Sumar y Podemos para ganar al PNV
Otxandiano dice que, «frente a mensajes de miedo e incertidumbre», EH Bildu representa un proyecto de futuro para Euskadi
La hegemonía local y los jóvenes vascos aúpan a Bildu
![Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/13/otegi-RbY53ip1m0M0wqYIHEk8oGO-1200x840@diario_abc.jpg)
Hacía mucho calor hoy en el acto de campaña que EH Bildu ha celebrado en Tolosa. Tanto, que los asistentes al mismo se abanicaban con la propaganda electoral de la formación soberanista. Un calor que también aportan a Bildu las últimas encuestas, que cada vez ... le dan más probabilidad de superar en votos y escaños al PNV. Y en ese clima de euforia, el coordinador general de la coalición abertzale, Arnaldo Otegi, ha hecho un llamamiento directo a los votantes de la izquierda confederal, es decir, de Sumar y Elkarrekin Podemos Alianza Verde, «para que actúen con responsabilidad». «No les pedimos que se hagan de EH Bildu. Les pedimos que actúen con responsabilidad. En Euskal Herria la izquierda que suma y que puede ganar las elecciones se llama EH Bildu. El voto debe de concentrarse si de verdad se quiere el cambio», ha manifestado.
En un mitin junto al candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, y su predecesora, la portavoz en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Maddalen Iriarte, Otegi ha recordado las palabras que pronunció en el velódromo de Anoeta en 2016, en un acto tras su salida de la cárcel, en las que hizo «emplazamiento a la nueva izquierda confederal española», en aquel momento Podemos, para que se sumara al independentismo. Entonces pidió a este partido que ayudara a poner en marcha «procesos constituyentes en las naciones del Estado» cuando comprueben que en España «es imposible la democratización». El mitin celebrado este sábado en el frontón Beotibar de Tolosa ha arrancado con el audio en el que se le oía a Otegi estas palabras pronunciadas en el acto de Anoeta. «Nosotros hemos cumplido», ha señalado Otegi tras repetirlas en su intervención.
El llamamiento de Otegi es doble: por un lado directamente a los votantes de estas dos formaciones, a la hora de atraer un posible 'voto útil' para la formación independentista. Por otro lado, también se dirige a aglutinar posibles apoyos tras el 21-A. Según la última encuesta del CIS, EH Bildu está en condiciones de ganar las elecciones vascas del 21 de abril de 2024. En escaños y también en votos. Además, el actual Gobierno de coalición de PNV y PSE-EE estaría en riesgo de perder la mayoría absoluta actual, ya que sus resultados oscilan entre 36 y 38 escaños de los 75 que componen el Parlamento Vasco, es decir en el límite de los 38 escaños que marcan la mayoría absoluta. Y ahí es donde entrarían en juego los posibles votos de la izquierda confederal. Las últimas encuestas otorgan a Sumar una horquilla de dos o tres escaños y uno a Elkarrekin Podemos Alianza Verde que pueden ser determinantes a la hora de inclinar las balanza hacia uno u otro lado.
Otegi ha señalado que nadie puede negar una evidencia. «Ésa de la que algunos se reían antes de las municipales y ya no se ríen tanto la izquierda, y es que la izquierda independentista está en disposición de ganar las elecciones», ha manifestado. Y ha considerado que se trata de una victoria «antes de que se abran las urnas».
El candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, ha incidido en la misma línea de sumar apoyos en torno a su formación y ha señalado que «este país necesita un proyecto de futuro y que ese proyecto hay que construirlo entre diferentes». En este sentido, ha reconocido: «Tenemos diferencias entre nosotros, pero es muy importante identificar los puntos de encuentro».
En su intervención, el candidato a lehendakari ha señalado que «no es el momento de transmitir miedo a la sociedad» porque, a su juicio, «ya hay suficiente incertidumbre». «La gente tiene miedo a la pérdida de servicios públicos, a no poder pagar el alquiler, al encarecimiento de la vida, a la emergencia climática, a la violencia machista, a la guerra, etc. Ya hay bastante inestabilidad», ha indicado. Frente a ello, ha señalado que EH Bildu da paso «a la esperanza y eso se hace a través de la colaboración, poniendo la perspectiva de país en el centro, con la confianza que nos da la comunidad, con el compromiso y con una gran sonrisa. Es posible el cambio, es posible la esperanza».
Un PNV 'renovado' para seguir ganando
Por su parte el PNV, que ha ganado en votos todos los comicios vascos celebrados hasta ahora y busca mantener esa primera posición ante el empuje de EH Bildu y su propio desgaste, ha acometido una profunda renovación generacional, que se personaliza en la sustitución de Iñigo Urkullu por Imanol Pradales.
Para conseguirlo el partido presidido por Andoni Ortuzar intenta movilizar al electorado moderado y centrado que le abandonó en las municipales y generales presentando estos comicios como una pugna a dos con la izquierda abertzale. Su argumento principal en esa lucha es contraponer la estabilidad y confianza que generan los gobiernos del PNV frente a lo imprevisible y que puede tener un ejecutivo de EH Bildu, como su propuesta de «desarmar» a la Ertzaintza, por ejemplo.
Aunque el objetivo es lograr una nueva victoria, la línea del fracaso para un PNV a la baja estaría en la imposibilidad de mantener el Gobierno Vasco en coalición con los socialistas. Pero Bildu cuenta con el «viento de cola» del desgaste del PNV en los últimos años, especialmente por la situación de la sanidad pública (Osakidetza), y la fragmentación de la izquierda federalista vasca entre Podemos y Sumar, con lo que parte de su electorado puede refugiarse en una opción de izquierda sólida aunque sea abertzale, como ya pasó con el BNG en Galicia.
No obstante, aunque ganara parece difícil que Bildu pueda gobernar al descartar PNV y PSE-EE apoyar a la coalición abertzale, que reclama aplicar la fórmula navarra y que gobierne el partido más votado entre los «progresistas», incluye al PNV en este grupo, con acuerdos con el resto.
El PSE-EE es el tercer partido, aunque a una notable distancia de las dos formaciones nacionalistas, y confía en mantener la tendencia al alza de las municipales y generales, en este caso presentándose como la única garantía para evitar un proceso soberanista impulsado por PNV y Bildu. El candidato, Eneko Andueza, apela a la izquierda útil y con capacidad de gestión, convencido de que el PSE-EE, que ha hecho también una renovación profunda de sus listas, volverá a ser necesario, incluso «imprescindible», para gobernar en Euskadi y aplicar políticas progresistas.
El PP afronta las elecciones del 21 de abril con la vista puesta en que el PNV y el PSE-EE no sumen mayoría absoluta y en lograr un buen resultado para poder influir en la gobernabilidad en Euskadi en los próximos cuatro años. Uno de los objetivos del PP, que en 2020 tuvo su peor resultado, es recuperar votantes tradicionales suyos que se fueron al PNV de Iñigo Urkullu, algo que puede resultar difícil en una campaña polarizada como nunca entre los 'jeltzales' y EH Bildu. Para recuperar aliento electoral, los populares vascos esperan aglutinar todo el centroderecha estatal, lo que unido a una posible mejora en los resultados ya sería un éxito para el PP nacional. Esta vez sin Ciudadanos, que no se presenta a estas elecciones, el objetivo es arrebatar a Vox el escaño que consiguió en Álava.
Por su parte, la izquierda federalista vasca afronta un escenario muy difícil en estas elecciones, en el que a su declive continuado después de irrumpir con mucha fuerza (ganó en Euskadi las generales repetidas de 2015 y 2016) se une el auge de la izquierda abertzale y que se presentan por separado: Podemos con Alianza Verde y Sumar con Ezker Anitza-IU, Equo Berdeak y Más Euskadi. Podemos cuenta con la candidata más conocida, Miren Gorrotxategi, y una mayor estructura e implantación, además de mantener el nombre de Elkarrekin, pero Sumar, que va con la desconocida Alba García de candidata, tiene a su favor que ya es la referencia estatal de ese espacio político y es el partido de Yolanda Díaz.
Bajada de 6 a 3 escaños
Las encuestas pronostican una bajada de 6 a 3 escaños para este espacio, pero si el reparto de votos es muy igualado entre ambas coaliciones las dos podrían quedarse fuera del Parlamento al no llegar al 3 % necesario.
Si solo uno de los dos consigue representación tendrá el premio «extra» de cuatro años de protagonismo para hacerse con este espacio político ahora en disputa. Sin diferencias ideológicas entre ambos, tanto Sumar como Podemos hacen una campaña propositiva e inciden en ser la garantía para hacer un gobierno de izquierdas, sin el PNV, aunque ni Bildu ni PSE-EE atienden su propuesta, que sí tuvo relevancia hace cuatro años.
Por último, Vox tiene como objetivo mantener el escaño de Amaia Martínez por Álava, aunque desde la dirección nacional dicen aspirar a lograr otra parlamentaria en Bizkaia, de ahí que hayan redoblado su presencia en algunas zonas del Gran Bilbao en las que consideran que se concentra mucha inseguridad y puede ser un caladero de votos para ellos. Sin embargo, ninguna encuesta pronostica que vayan a lograr ese escaño por Vizcaya, pese a que su presidente, el vizcaíno Santiago Abascal, esté centrando en su tierra los mensajes sobre inmigración ilegal y la seguridad ciudadana.
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