Perfiles falsos y promesas de amor: los mensajes con los que engatusaron por Facebook a las hermanas asesinadas de Morata de Tajuña

David Sánchez de Castro

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20/01/2024
Actualizado 23/01/2024 a las 05:30h.

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Las vidas de Amelia, Francisca Ángeles y Pepe Gutiérrez Ayuso, hermanos y vecinos de Morata de Tajuña, la localidad del sureste de Madrid que se ha convertido en el centro de las investigaciones policiales, se torció en el momento que Amelia, la menor, se obsesionó con sus amigos en Facebook.

Especialmente por culpa de Edward, un supuesto marine estadounidense destinado lejos, y que se había convertido en su novio. Un 'prometido' que le pedía dinero constantemente, hasta el punto de que Amelia, pero también Ángeles y Pepe, se ahogaron económicamente, dilapidando por el camino su herencia, sus propiedades y todo lo que tenían.

Incluso pidieron dinero a las fuerzas vivas de Morata de Tajuña, el cura, don Pascual, y el alcalde. Tanto ellos como el banco les advertían de que esto no era normal, que las estaban timando. Pero Ángeles y, sobre todo, Amelia, se negaban a ver lo que estaba pasando.

Con Amelia contactó Edward, pero podría haber sido Michael. O David. O cualquiera de los supuestos amigos que tenía en su cuenta de la red social que le comentaban en las fotos. Y estos amigos no estaban agregados sólo a un perfil, sino a varios, porque Amelia había creado al menos cuatro a su nombre, y Ángeles otros dos. En todos ellos aparecen los mismos mensajes, o similares, y todos de gente que se identificaba con nombres falsos, fotos de otros y mensajes en un español sospechoso.

Y es que los estafadores del amor usan estas redes de esta manera. Hay infinidad de ejemplos en las cuentas de las tres víctimas, porque tanto Ángeles como Pepe también aceptaban sin mirar muy bien ni comprobar quiénes estaban hablando de sus fotos.

Solo hay que repasar las publicaciones de Francisca Ángeles, que es la que más comentarios tiene en sus publicaciones. El supuesto Edward, el que era 'novio' de Amelia, ya se había encargado de hacer que ella no usara Facebook demasiado, aunque tuviera decenas de 'amigos' con nombres que, haciendo caso a los consejos que da la Guardia Civil, son cuando menos sospechosos: Versace Pedraj Kobercov, Meriem Len Zabulena, o Ferko Gapco.

Hay comentarios que 'cantan'. Dilawar Hussain Choudhary, por ejemplo, le dice a Amelia en una foto con una amiga que es una «very nice pictures» y un gif. Nada hace pensar que Amelia hable inglés, ni mucho menos. De hecho, Dilawar Hussain solo le envía gifs en otras fotos. A David Smith se le ocurre asegurar en un comentario que «vale la pena leer lo que publicas en línea».

Ni Dilawar, ni David, ni Versace, ni Meriem, ni Ferko, ni muchos de los 'amigos' de Amelia o de Ángeles existen. Aunque tuvieran fotos de ellos, como mostraba Ángeles en varias de sus publicaciones, incluida la foto de portada de su perfil.

Este se había identificado como un asistente de Edward. Y es uno de los que les pidió dinero.

Con variantes muy escasas, todos los mensajes son muy similares. «No puedo agregarte, dame tu whatsapp» le dice uno de estos perfiles, con nombre en caracteres cirílicos (ruso) a Francisca Ángeles, que no duda en darle su teléfono en un comentario que le realiza.

Una vez conseguido el número, acaba la conversación, toda vez que todo apunta a que siguieron hablando por este medio.

Y así, con comentarios que parecían inocentes, Amelia y Ángeles, y Pepe de manera colateral, se metieron en el lío que acabó con sus vidas. Todo por una inocente, o eso parecía, conversación por Facebook con hombres de otros países que se habían sentido atraídos por ellas. O eso les habían contado.