La Guardia Civil investiga al paquistaní que fue condenado por agredir a una de las hermanas del triple crimen de Morata
El sujeto fue condenado este verano por darle un martillazo a Amelia Gutiérrez Ayuso, tras acusarla de robarle dinero. Los tres hermanos llevaban alrededor de un mes muertos, a falta de las autopsias
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Un ajuste de cuentas por dinero tras una estafa amorosa, principal hipótesis del presunto asesinato de tres hermanos en Morata de Tajuña (Madrid)
La Guardia Civil tiene en el punto de mira al individuo paquistaní que ya agredió este verano a una de las hermanas Gutiérrez Ayuso, las asesinadas junto a otro hermano dispacitado en su casa de Morata de Tajuña. Tenían entre 68 y 72 años.
El sujeto convivió con Amelia, Francisca Angelines y Pepe durante cuatro o cinco meses en 2023. Supuestamente, era su inquilino, pues, comidos por las deudas, tuvieron que arrendar una habitación en la vivienda que los tres familiares compartían.
Aquel día de verano, el paquistaní, que regentaba un comercio en Arganda del Rey (localidad próxima a Morata), se quejó de que Amelia le había robado dinero de su cuarto. Otras fuentes apuntan a que les reclamaba una deuda de 60.000 euros. Lo cierto es que este varón discutió con ella y le dio un martillazo en la cabeza.
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Permiso penitenciario
La intervención de los otros hermanos evitó que el asunto fuese a mayores. Avisaron a la Policía Local, que acudió al domicilio y arrestó al agresor. Fue sometido a un juicio rápido y quedó condenado por el intento de homicidio, informan a ABC fuentes del caso.
Ahora se investiga si este hombre estaba gozando el pasado diciembre de un permiso penitenciario, durante un fin de semana, y se acercó a la casa de los Gutiérrez Ayuso, para terminar de ajustar cuentas, y los mató en una discusión por el dinero.
Los investigadores creen que los asesinatos se produjeron en el interior de la vivienda y que el o los autores, a los que debían de conocer las víctimas (no había accesos forzados y la puerta estaba cerrada cuando ayer fueron hallados los cadáveres), los apilaron luego, en un patio. En principio, no fue con ningún arma de fuego, aunque durante la inspección ocular la Guardia Civil ha hallado una pistola simulada en la vivienda.
Con un trozo de madera, habrían intentado meterles fuego, sin utilizar ningún acelerante de manera visible por el momento. Por eso estaban parcialmente quemados los cuerpos. A lo largo del día, los forenses realizarán las autopsias.
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