Un ajuste de cuentas por dinero tras una estafa amorosa, principal hipótesis del presunto asesinato de tres hermanos en Morata de Tajuña (Madrid)
Los cadáveres están parcialmente carbonizados. Los vecinos llevaban cerca de un mes sin cruzarse con ellos, dos mujeres y un hombre de entre 68 y 72 años
Los tres hermanos asesinados en Morata de Tajuña pidieron dinero al cura y al alcalde del pueblo en plena estafa del amor
El Grupo de Homicidios de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación
Mañana dramática la acontecida este jueves en la localidad de Morata de Tajuña. Tres hermanos, dos mujeres y un hombre, Amelia (68 años), Pepe (72) y Ángeles (70), han sido hallados muertos en el interior de una vivienda, después de que los vecinos llevaran cerca de un mes sin cruzarse con ellos. Los cadáveres tenían signos de violencia e incluso había rastros de que los habían intentado quemar. El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial.
Al principio, en la localidad pensaban que los finados se habían ido de vacaciones, pero ha sido la ausencia de respuestas a las llamadas y mensajes lo que ha hecho levantar las sospechas.
El sábado dieron aviso al alcalde, que a su vez transmitió su preocupación a la Policía Local, para que se acercaran los agentes a saber qué ocurría. Sin embargo, la orden judicial para entrar en la vivienda, situada en la avenida de los Príncipes de España, 18, no ha llegado hasta hoy.
Por eso, a media mañana, estos policías, acompañados de la Guardia Civil, se han encargado de entrar en la casa. Allí es donde han encontrado a los tres hermanos, que eran muy conocidos en este municipio de 7.500 habitantes, donde siempre han vivido.
Son una familia muy adinerada, con tierras en Torre de Juan Abad, en Ciudad Real. Las hermanas habrían sido víctimas de una estafa a manos de varones a través de Facebook. Realizaban transferencias a los falsos novios de Estados Unidos, que desde hace siete años les decían que eran militares destinados en Afganistán.
No hace mucho, desde el Banco Santander alertaron de que habían apreciado movimientos extraños en las cuentas, pero ellas se negaron a dar explicaciones, hasta quedarse prácticamente en la ruina, según han contado a este diario allegados a los tres hermanos. Hasta haber vendido todas sus propiedades.
La primera línea de investigación de la Guardia Civil va por ese camino, aunque es muy pronto. Lo que sí parece es que no se trata de una persona que haya matado a sus dos hermanos y se haya suicidado, ni de un suicidio conjunto.
El juez de guardia ya ha procedido al levantamiento de los cadáveres, que serán sometidos a la correspondiente autopsia para conocer las causas de los fallecimientos.
Los tres hermanos habían pedido préstamos a conocidos y a vecinos del pueblo con la intención de reponer lo prestado una vez cobraran una herencia, por lo que los agentes investigan si las muertes responden a un ajuste de cuentas por las deudas contraídas.
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