La despoblación y el abandono rural fijan la caída del emprendimiento en Galicia

Una reducción que se concentra principalmente en el sector primario, tal y como muestran los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Entre diciembre de 2023 y 2024, el número de autónomos dedicados a la agricultura en Galicia descendió en 1.129, el sector donde más decaen seguido por el comercio (con 967 emprendedores menos), la industria (-267) y la hostelería (-148).

Por otra parte, el aumento de autónomos en otros ámbitos como las actividades profesionales, científicas y técnicas -donde aumentaron en 621 entre diciembre de 2023 y 2024-; educación (254); actividades administrativas (240), actividades sanitarias (231) y en información y comunicaciones (220) constatan un cambio de paradigma.

«Hay una pérdida demográfica dentro del ámbito rural. La gente joven se está yendo a las siete ciudades de Galicia», señala Rafael Granados, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en la Comunidad. Un movimiento de la población al que se une la complicada situación y perspectivas del sector primario, con el aumento de los costes de producción sostenidos desde la pandemia y la posterior guerra en Ucrania y la competencia directa contra otros productores que cuentan con menos requisitos (y por ende, menos costes) que abre el acuerdo de la Unión Europea con Mercosur.

Un cóctel que empuja a los autónomos a emprender en las urbes, aunque este aumento de los trabajadores por cuenta propia en sectores como la educación, la sanidad o la comunicación responde también a antiguos empleados por cuenta ajena que tuvieron que ajustarse tras perder el empleo. «En muchos casos tenemos grandes profesionales que han estado trabajando en distintos sectores pero que no encuentran una salida laboral como trabajadores y tienen que darse de alta como autónomos», asevera el presidente de ATA en Galicia.

Unas condiciones más favorables para los empleadores en un contexto de aumento de impuestos a nivel estatal y la incorporación y aumento de algunos más recientes, como el mecanismo de equidad intergeneracional o medidas como el aumento del salario mínimo, que golpea a la productividad de las empresas más pequeñas y en especial, la de los emprendedores. «Esos factores provocando que muchos autónomos no quieran contratar», añade Granados.

Para revertir la pérdida de emprendedores, el presidente de ATA en Galicia aboga por actuar en tres ejes: la educación, la fiscalidad y la demografía. Tres aspectos que van de la mano y ante los que Granados reconoce el efecto positivo de medidas llevadas a cabo por el Ejecutivo gallego, como las medidas enfocadas al retorno de emigrados para que puedan asentarse en la Comunidad.

En cualquier caso, la educación y la mentalidad siguen siendo un escollo para el emprendimiento, destaca el presidente de ATA en Galicia. «La primera línea tiene que ser a nivel educativo. Lo que no podemos es tener al 90% de estudiantes universitarios cuyo objetivo laboral sea ser funcionarios o trabajar para grandes empresas y no quieran desarrollar sus propios proyectos», afirma. Así lo demuestran estadísticas como que el número de autónomos mayores de 65 años aumentó un 122% durante la última década en Galicia, mientras que la cantidad de emprendedores menores de 45 años durante el mismo periodo se redujo en un 25%, explican desde la asociación de autónomos. Una mentalidad que responde inequívocamente a la situación económica a la que se enfrentan los trabajadores por cuenta propia.

«Ahora mismo, tal y como tenemos la situación a nivel fiscal, lo único que tenemos son cargas», señala Granados, lo que promueve que se extienda una visión negativa sobre el emprendimiento. Además, destaca el factor demográfico, ya que sin población «no se hace nada», aunque se estén llevando medidas al respecto. «Se están llevando a cabo proyectos, como el Plan Retorna, en los cuales se está trayendo gente, sobre todo en Galicia, de personas que han inmigrado para traer a sus hijos o sus nietos que tienen la nacionalidad para intentar hacer una renovación demográfica de nuestra situación».