ruido blanco
El espejo es Sánchez
El PSOE es el partido que más se parece a esta España que hemos destruido entre todos
La fiesta triste
Trolear a Sánchez
![El espejo es Sánchez](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/30/pedro-sanchez-Rho5YRur2ITGI4dyB7tWVfJ-1200x840@diario_abc.jpg)
El PSOE es el partido que más se parece a España. Lo han repetido hasta la saciedad los esforzados escuderos del sanchismo. Hasta estrenaron un documental con este mismo título. Tras la performance de cinco días de Pedro Sánchez reconozco que tienen razón. El PSOE ... es el partido que más se parece a esta España que hemos destruido entre todos. Una sociedad naif, victimista, irresponsable y egocéntrica donde el interés personal prevalece sobre el interés general en un sistema en el que el éxito no se conquista si no que es un derecho de nacimiento.
La insólita y vergonzosa actitud de un presidente del Gobierno, que anuncia su dimisión en diferido para regresar y recibir gozoso una marea de apoyo de los suyos, es tan solo el reflejo de un país desorientado. He leído tantas veces las frases de su intervención mesiánica trufada de populismo en las redes sociales, en los comunicados de los colectivos de la ofensa constante, en las normas de los partidos que quieren prohibir al diferente, en los debates a gritos de sentimientos sin argumentos, en las reuniones de vecinos, en las discusiones en la cola de la frutería y en las excusas de los alumnos a los que les suspende el profesor. La huida temporal de Sánchez se repite cada día en las universidades, empresas, asociaciones, en los bares y hasta en las familias. Hay un mundo girando alrededor de cada español indignado porque no se merece la vida que le ha tocado. Hay varias generaciones inmaduras a las que no hemos dado armas para enfrentarse a la autocrítica.
Sánchez ha rematado en cinco días la demolición del PSOE que lleva trabajando durante años. Lo ha convertido en un partido personalista tan enrocado en un liderazgo que sacó a los dirigentes a la calle para suplicar desquiciados que no les dejara huérfanos. Ahora también le deben su sacrificio. Ciento cuarenta años de historia para que el socialismo termine en un líder imprescindible víctima de su propio veneno. Desde ayer sabemos que el sanchismo no terminará con Sánchez. Creímos durante tanto tiempo que era Sánchez mirándose al espejo. Y sin embargo, el espejo es Sánchez.
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