BUENOS DÍAS, VIETNAM
¡Viva el absolutismo!
Los españoles quieren derechos y más derechos con la misma perentoriedad con la que el gobierno quiere más poder, por eso les basta con tener una opinión como único patrimonio
Más alta vida espero
De la ley a la tiranía
Desde que una mentira es igual de válida que una verdad no hay nada que hacer, ni en el parlamento ni fuera de él. Desde que en la tribuna de oradores el presidente del Gobierno puede decir sin pudor que «por el mar corren las ... liebres y por el monte las sardinas» o que la amnistía no quiebra la igualdad entre españoles -cuando todos los catedráticos y expertos en constitucional le llevan la contraria- estamos perdidos. Desde que el presidente del Gobierno y el líder de la oposición citan a Machado y los dos lo hacen mal, conviene ir mirando casas en Portugal porque España no tiene solución. En el Rastro, hace una década, se vendían los domingos los manteles de hule que había en aquellas casas de la Transición y ahora se vende la separación de poderes y la Constitución porque cuando el PSOE y sus socios han ido a amueblar la Moncloa para la nueva legislatura, que arranca hoy, han decidido que eso eran las cosas de la abuela. Quién quiere un libro viejo de 1978 que además no entienden, como una Biblia aconfesional que habla de cosas lejanas, de principios abstractos y de vidas más elevadas… Por eso lo han puesto a la venta por Wallapop.
Porque el hombre de nuestro tiempo no necesita libros y mucho menos una constitución, como no la necesitaban en 1814 cuando Fernando VII derogó la Pepa… ¡Viva el absolutismo! Por eso a falta de conocimientos, de biblioteca, de estudios y sobre todo de vergüenza, los políticos que nos hemos dado tienen una opinión. Aquí todo el mundo tiene una opinión y con esa opinión hacen carrera. Porque al español de nuestro tiempo ya no le sirve tener un coche o unos hijos que van a la universidad, no. Los españoles quieren derechos y más derechos con la misma perentoriedad con la que el gobierno quiere más poder, por eso les basta con tener una opinión como único patrimonio. Yo nací con una opinión, respetadme… Y así uno opina cualquier barbaridad -por ejemplo, que los catalanes y los vascos tienen más derecho que un andaluz o que un castellano- y si les demuestras lo contrario te dicen que muy bien, pero que esa es su opinión. Y como es su opinión, están dispuestos a sacrificar la libertad, a indultar y amnistiar malversadores y violentos y todo para que no gobierne «la extrema derecha». Porque es mucho mejor, ya se sabe, que gobierne una izquierda deseosa de dar la extrema unción a un país que se desangra.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete