buenos días, vietnam
De la ley a la tiranía
Tenía razón Guerra cuando dijo que a España no la iba a conocer ni la madre que la parió
España, 1898
Hacia lo salvaje
La igualdad entre españoles era de un fascismo intolerable que llevaba vigente desde el año 78 y que no se podía consentir más. Casi tan fascista como abrirle la puerta a una señora o creer en la separación de poderes todavía. Algo que no admitía ... demora y que el PSOE no podía tolerar. Los españoles, para seguir siendo socialistas necesitaban deshacerse de esa creencia antigua y supersticiosa que era la igualdad. Igualdad que era lo único que todavía cortaba por el mismo patrón a todos, lo mismo a uno de Barcelona que a uno de Cáceres; a falta de AVE, de un mismo examen de selectividad o de un único régimen fiscal. Pero hasta ayer nos quedaba la igualdad entre españoles… gloria intolerable de un pasado mejor. Y eso lo entienden perfectamente los independentistas, que lo único que se interpone en sus propósitos, que lo único que hace libres e iguales a los ciudadanos de cada provincia, es la Constitución.
Las lágrimas de la reina
Que a Sofía se le escapen las lágrimas en público, cuando a ella nunca se le escapó nada, le hace a uno estremecerse
Pero este es un país lleno de fascistas a los que hay que salvar de ellos mismos y menos mal que están Pedro Sánchez, Cid campeador de Tetuán y y el brazo corrupto de Carles Puigdemont para salvar a España en su cruzada del mal de la democracia. Porque quién quiere una democracia pudiendo tener un gobierno totalitario parece pensar el PSOE. La democracia, con su Constitución, sus libertades, sus deberes y derechos, su monarquía y su clase media con coche privado con el que irse de vacaciones en verano es una aberración. Mucho mejor el supremacismo de siete escaños para que tan sólo una parte de los españoles decida sobre el futuro de todos los demás. Que todos trabajen para pagar los caprichos y las deudas a Junqueras, a Pujol y a Artur Más. Y lo siguiente con lo que habrá que acabar, porque no se puede consentir tanto fascismo, es con los jueces, ahora que todas las asociaciones judiciales -hasta las de izquierdas- ponen el grito en el cielo porque el acuerdo entre el PSOE y Junts es, hablando en términos jurídicos, una barbaridad.
Tenía razón Guerra cuando dijo que a España no la iba a conocer ni la madre que la parió. Lo que no se imaginó Alfonso es que Felipe y él iban a ser fascistas también.
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