Celebrar lo propio
Tradición y modernidad se fusionan en la gala de entrega de los Premios Castilla y León
Mañueco subraya que los Premios Castilla y León permiten «reconocer el inmenso talento que atesora Castilla y León»
![Actuación del grupo Siloé durante la gala de entrega de los Premios Castilla y León](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/18/premios-siloe-ivan-R0HAw4A61CrbpIDOS3ZSw5M-1200x840@diario_abc.jpg)
Dulzainas y tamboriles en lugar de campanas para anunciar que es fiesta. Víspera, pero día grande igualmente. El sonido de Escuela Cullara, de Cuéllar (Segovia), daba este jueves la bienvenida a la nutrida presencia con cerca de un millar de personas citadas en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid con motivo de la entrega de los Premios Castilla y León, el reconocimiento a «los mejores de los nuestros».
La antesala del día propio marcado en rojo en el calendario, el 23 de abril, y la ocasión perfecta para recodar y reivindicar lo autóctono. Lo oriundo de ayer y también lo de hoy, porque como se ha podido ver, oír y hasta degustar el devenir de los años no ha hecho olvidar lo tradicional, allí donde Castilla y León hunde sus raíces, pero tampoco avanzar hacia la modernidad, como han defendido el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y René Payo, encargado de pronunciar el discurso en nombre de los galardonados.
Y como han convivido y se han mezclado, lo hacen a diario como esencia y seña de Castilla y León. Desde los trajes típicos de quienes han acompañado a los galardonados al escenario al ritmo de la flauta y la percusión de Luis Pedraza, ataviado con su típica capa alistana, a 'La verdad' y 'Nada que se parezca a tí' entonados por los vallisoletanos 'Siloé', en una gala conducida por la periodista Rocío Martínez.
Tierra literalmente de sabor, porque el corazón amarillo ha sacado y servido en bandeja una muestra de la despensa que ampara el marchamo de calidad de los productos agroalimentarios. Todo un viaje gastronómico por Castilla y León, del salmantino jamón de Guijuelo a los quesos de Zamora o la cecina de León, acompañados de vinos de la tierra: blancos, rosados y tintos. Sabores de siempre también con el particular toque de modernidad del crujiente de garbanzos y lechazo de Palencia, al paté de ibéricos y castaña del Bierzo, el buñuelo de morcilla de Burgos, el lingote de cochinillo de Segovia, el sweet-chili de torrezno de Soria o la ensalada de lenteja de Tierra de Campos y escabechados de caza de Valladolid.
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Con el toque dulce del panal crujiente de miel de la sierra de Gredos (Ávila) para rematar y dejar un buen sabor de boca a la autoridades civiles, militares, sociales, económicas... reunidas en una cita a la que ha regresado –tras su ausencia el año anterior– el PSOE, no sin críticas, y a la que no han faltado varios alcaldes de capitales de provincia, entre ellos, el de León, José Antonio Diez, sentado al lado de la de Burgos, Cristina Ayala, y también junto a los de Segovia, José Mazarías, o Valladolid, Jesús Julio Carnero.
También presidentes de Diputación, senadores, diputados, procuradores, la Junta de Castilla y León en pleno, y también dos expresidentes, el socialista Demetrio Madrid, que inauguró la etapa autonómica, y el popular Juan José Lucas, para quienes Mañueco ha tenido palabras en su discurso.
El presidente de las Cortes, Carlos Pollán, y algunos de sus antecesores como Silvia Clemente, Ángel Ibáñez, Luis Fuentes o José Manuel Fernández Santiago no se lo han perdido. Tampoco, los máximos responsables de las instituciones propias: CES (Enrique Cabero), consejos de Cuentas (Mario Amilivia) y Consultivo (Agustín Sánchez de Vega) y Procurador del Común (Tomás Quintana).
Mandos del Ejército de Tierra y Aire, así como de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local también han asistido a la cita, entre cuyos asistentes también estaba el fiscal Superior, Santiago Mena, y los presidente de varias denominaciones de origen.
Premiados de anteriores ediciones, familiares henchidos de orgullo por el reconocimiento a quienes «hacéis grande a Castilla y León» como ha valorado Mañueco, también han llenado el Miguel Delibes en la ceremonia de entrega y en el cocktail posterior en un día de encuentro y de celebración juntos. Pero, sobre todo en el caso de los políticos, no muy revueltos, más bien por bandos políticos y alguna pareja de charla llamativa.
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