Las mariscadas caribeñas de los 'cursos' de la antigua cúpula de la UGT en Andalucía
El sindicato, con Manuel Pastrana al frente, endosó facturas de comidas y fiestas en Costa Rica y El Salvador a un proyecto de cooperación subvencionado por la Junta de Andalucía
La Guardia Civil señala que UGT aplicó en otras federaciones el método andaluz de financiación con fondos públicos
Manuel Pastrana felicita a su sucesor al frente de UGT Andalucía, Francisco Fernández Sevilla, en el congreso regional celebrado en Sevilla en mayo de 2013
La afición de la antigua cúpula de UGT Andalucía por los cursos no conocía fronteras. El sindicato abrió ocho centros de formación en los que daba clases de sindicalismo a trabajadores y universitarios de Panamá, Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador, ... con financiación de la Junta de Andalucía en la etapa del PSOE. Su ambicioso plan de instrucción internacional sobre las relaciones laborales, denominado 'Proyecto de Integración y Fortalecimiento sindical en Centroamérica y el Caribe' (Proinfos), contó con una subvención «excepcional» de 1,8 millones de euros que el 21 de marzo de 2007 le concedió la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional, organismo dependiente del entonces consejero de la Presidencia Gaspar Zarrías, afiliado al mismo sindicato.
No todo el presupuesto se empleó en impartir cursillos sobre diálogo social, manejo de Power Point o destrezas sobre la negociación colectiva. La organización, que estuvo dirigida por Manuel Pastrana durante 15 años (1998-2013), presentó a la Junta de Andalucía facturas de comidas y fiestas para justificar las ayudas de cooperación. Entre ellas, una mariscada en el restaurante 'La princesa marina' y un servicio con karaoke en San José, capital de Costa Rica, y otros tres ágapes en el restaurante 'Gold Street' de El Salvador, entre agosto y octubre del año 2007.
Estas incursiones gastronómicas de los antiguos dirigentes de la UGT de Andalucía a cargo de la Junta de Andalucía se produjeron seis años antes de que estallara el escándalo de la presunta trama de facturas falsas pactadas con su proveedores y de alquileres ficticios de aulas.
Cinco antiguos mandos del sindicato y diez empresarios se sientan en el banquillo acusados de desviar a gastos corrientes un montante de 40,75 millones de euros procedente de catorce expedientes de subvenciones de la Junta de Andalucía para cursos de formación concedidas entre 2009 y 2013, periodo en el que estuvieron al mando de la central Manuel Pastrana y Francisco Fernández Sevilla. Ambos fueron investigados, pero el primero ha sido excluido del juicio que celebra desde la pasada semana la Audiencia Provincial de Sevilla al sufrir una grave enfermedad y para el segundo la Fiscalía solicita siete años de cárcel y una multa de 50 millones de euros.
Durante el proceso ha salido a relucir un viaje de Pastrana a Costa Rica, que fue abonado por Soralpe, una empresa perteneciente a la UGT-A cuya principal fuente de financiación eran los fondos que ésta le transfería para la formación. En Panamá, precisamente, Pastrana coincidió con Gaspar Zarrías en la inauguración de un aula sindical sufragada por la Junta. El entonces consejero andaluz intervino en el Congreso Fundacional de la Confederación Sindical Americana.
La factura de las dos mariscadas en el restaurante 'La princesa marina' de Costa Rica lleva el sello oficial de la Junta
El proyecto de fortalecimiento sindical no forma parte del sumario de este proceso, aunque la organización ha tenido que hacer frente a devoluciones de ayudas correspondientes a programas de cooperación internacional financiados por la Junta por una incorrecta justificación de fondos.
Karaoke como fin de fiesta
Las facturas de comidas endosadas a la Administración autonómica, algunas de difícil encaje como gasto elegible de una subvención, muestran la faceta más lúdica de la expedición caribeña de los exdirigentes de la UGT-A. El 16 de agosto de 2007, convidaron a una cena a las responsables del Comité de Mujeres de la Coordinadora Sindical de América Central y el Caribe (Csacc), que al día siguiente participaron en un seminario subregional que versaba sobre el movimiento sindical, tal y como figuraba en asientos contables de la organización. Pidieron dos mariscadas, pollo cocinado al estilo de la gastronomía local y bebidas como Baileys, según detalla el tique, pagado con tarjeta de crédito y presentado después a la Junta de Andalucía —como revela el sello oficial— para justificar este gasto como «imprevistos». Así consta en una nota manuscrita que aparece en la factura emitida por 'La princesa marina', restaurante que presume de ofrecer a sus clientes «el legítimo sabor del mar». El importe es poco significativo: 49.583 colones (apenas 89 euros al cambio actual), muy lejos del coste de un servicio similar en España.
Al día siguiente, el sindicato organizó una fiesta con karaoke como broche a un seminario que reunió a 50 participantes, entre líderes de la República Dominicana, de la Central Latinoamericana de Trabajadores y de la Coordinadora Sindical Andina, así como miembros del Instituto Internacional de Cooperación al Desarrollo (vinculado a UGT-A). Para ello, contrató el «servicio de sonido y música» con Disco Fiesta Karaoke, una empresa de Costa Rica dedicada a montar espectáculos de este tipo.
En la relación de gastos imputados al proyecto aparecen tres facturas de comidas en El Salvador, todas del mismo día (31 de octubre de 2007), que suman 345 euros, en el Restaurante Gold Street de la capital salvadoreña, que ofrecía una amplia carta de carnes, mariscos, gallina cien por cien india, y comidas amenizadas con actuaciones en vivo de mariachis y artistas nacionales.