Hazte premium Hazte premium

heráldica

Ni león, ni paisaje de Córdoba: el escudo más antiguo solamente se conserva en descripciones

Las referencias históricas más populares proceden de las dos caras del sello que se usó en la ciudad para autentificar documentos desde la Reconquista

El Ayuntamiento de Córdoba decide no cambiar el escudo pese a pedir un informe histórico

Cordobán con el escudo de la ciudad desde la democracia ABC
Rafael Ruiz

Rafael Ruiz

Córdoba

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ni león rampante, ni vista de la ciudad de Córdoba. El escudo histórico de la ciudad tras la caída de Al Andalus nunca se ha llegado a conservar y solamente se tienen noticias de una forma muy indirecta. Y estaba protagonizado por un grifo (una figura mitológica mitad ave, mitad felino) hollando (es decir, pisando de mala manera) a una figura humana. Es el que, según los informes históricos, sustituyó al águila de Abderramán que se usó en el Califato y la taifa de Córdoba hasta la conquista por las tropas de Fernando III (que contaron con aliados musulmanes). Y que es uno de las varias opciones que se han usado a lo largo de la historia.

El Ayuntamiento de Córdoba ha encargado (al parecer, para nada) un informe exploratorio sobre la legitimidad histórica del escudo de la ciudad reavivando en vano una vieja polémica que se cerró en los ochenta, cuando Julio Anguita adoptó el que se usa actualmente. Una vista de la torre alminar de la Mezquita, del Puente Romano, con palmeras y los edificios más destacados de esa parte del Casco. Se usó como símbolo de cambio y permitió la retirada de la corona del escudo de Córdoba porque Anguita no daba puntada sin hilo. Rara vez se reproduce con su lema original: Corduba domus militae inclyta fonsque sophiaea. Traducido: Córdoba, casa de guerrera fuente y de sabiduría clara fuente. El poema de Góngora (oh, excelso muro; oh torres coronadas) nada tiene que ver en esta historia.

La otra opción es el que se estuvo usando desde mil setecientos y pico, explica un artículo de 1958 del historiador Miguel Ángel Orti Belmonte. Es decir, el coronado león rampante rodeado de una orla de castillos en campo rojo y leones de ese color. De su uso oficial durante siglos han quedado varios rastros. En primer lugar, el pendón que se encuentra en el Ayuntamiento de Córdoba expuesto como pieza de museo. En segundo lugar, el escudo del Córdoba CF que lo reproduce parcialmente. Si uno y otro son más históricos es una polémica bastante sencilla de responder: lo son ambos.

Orti Belmonte explica que Fernando III concedió a la ciudad el poder para tener escudo, sello y toda la parafernalia de bandería que, originalmente, estaba ligada al uso real. Y los podía escoger libremente. Y lo que nos ha llegado son las dos caras de un sello documental de autentificación que aparece por primera vez en un documento de Sancho IV de 1284. Tuvo que ser de uso común, oficial, porque también está, dice el académico, en un documento de 1360: una donación de tierras a cambio de los servicios prestados por un particular.

Escudo en la plaza de España de Sevilla ABC

El historiador cordobés asegura que el sello conservado era de cera, tenía once centímetros de diámetro y dos caras. En el anverso, un león rampante mirando a la izquierda con una corona de cuatro florones. Llevaba leyenda: signum forma leonis. En el reverso, aparece la imagen con la Noria de la Albolafia, el río, la puerta de la ciudad amurallada, las palmeras de la Mezquita y una leyenda que el experto refleja como «sigilum concilii Corduba». El Concejo era la institución asimilable al actual Ayuntamiento.

Orti Belmonte explica que, en un momento determinado, los nobles empezaron a usar los sellos con los que autentificaban sus documentos como escudos de armas. Y algo así pudo ocurrir con la ciudad de Córdoba a partir de 1700. El experto explica que hay rastros del uso del león rampante como bandera en unas fiestas de 1724 o en la proclamación de Carlos IV. «En 1821, las Cortes prohibieron las banderas y estandartes de las ciudades», se explica.

El problema es que entre la Conquista de Fernando III y el siglo XVIII hay un montón de tiempo. Y aquí es donde el problema de los escudos se vuelve complejo. En primer lugar, porque consta un estandarte que solo se conserva en descripciones aunque algunos autores aseguran que se puede ver en la Catedral de Sevilla: el citado grifo hollando al hombre. Llevaba un lema en latín: Hanc, qui Gryphus equus coepit Rex. Fortis et equus. Orti Belmonte lo interpreta así: «El Rey, fuerte y justo, con caballo cual grifo tomó esta ciudad». El experto no da detalles sobre el uso o el contexto de esta bandera. Cuándo se usaba y por qué se cambió.

Retrato de Felipe V con el escudo de Córdoba abajo a la izquierda ciudad de buenos aires

De hecho, citando al Abad de Rute, asegura que lo de usar las dos caras del sello era cosa muy moderna para su época (vivió en el siglo XVII). Y que en realidad el escudo histórico de la ciudad en el siglo XV fue el de los Fernández de Córdova. Es decir, tres franjas rojas horizontales sobre campo de oro con corona real. Para entendernos, el que puede verse, adaptado, en municipios de la provincia como Aguilar o Zuheros. El historiador asegura que es el que aparece en un retrato de Felipe V custodiado en Buenos Aires, datado en 1620, y que las fajas o bandas simbolizan las escalas que se utilizaron para que Alvar Colodro saltase los muros de la ciudad con su grupo de comando.

No obstante todo lo anterior, el historiador entiende en su informe a la Real Academia que las milicias de Córdoba usaron durante la Edad Media y la Casa de Austria un pendón color carmesí (así era el uniforme de los caballeros veinticuatro, el gobierno municipal de la época) con castillos y leones en número indefinido. Mientras tanto, cuando llegan los Borbones desde Francia, se pasa al escudo real bordado en blanco con el león rampante rojo en campo de plata.

Ni siquiera el lema de la sabiduría y la gente guerrera ha permanecido inalterable a lo largo del tiempo. A finales del siglo XIX, consta que se utilizó una versión del león pero con otra leyenda, también en latín: Corduba Cor Dabis Bellantibus Arma Parabis. Traducido: Córdoba, darás tu corazón y prepararás armas para los guerreros. Ni que decir tiene que el número de castillos y leones ha cambiado a lo largo de los siglos. Básicamente, no hay una descripción igual a otra. El escudo fue adoptado por la Diputación para la provincia de Córdoba aunque habría que hacer una precisión. Las provincias son un hecho histórico de antes de ayer por la mañana. Se crearon gracias a la reforma de Javier de Burgos de 1833 y han aguantado hasta nuestros días.

Desde la democracia, no se usa otro que el de la noria de la Albolafia al que se le colocó el color morado de la bandera, que tampoco es que se ponga en tantos sitios. El pintor Salvador Morera hizo la interpretación del mismo que puede verse en unos azulejos en la fachada del feísimo edificio de Capitulares. Y existen versiones a la venta del mismo autor con la paloma de la paz de Picasso (y un sol con ojitos y sonrisa) porque en aquella etapa Córdoba era no nuclear. De allí salió el manual de identidad corporativa del Ayuntamiento de Córdoba que realizó una versión cubista en un trabajo que coordinó Luis Celorio. El logo nunca ha sido modificado, probablemente, por su gran capacidad de adaptación y porque cambiarlo es sumamente caro.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación