fÓRMULA 1
Cuando Fernando Alonso debutó en la F1 circulaban las pesetas y no existían Facebook ni Youtube
eL BAÚL DE LOS DEPORTES
El piloto español deslumbró en su estreno, el 4 de marzo de 2001 en el GP de Australia al volante de un Minardi
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![Fernando Alonso, en Minardi](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/03/02/fernandoalonso_20230302180612-RsXsTJovxiM4eqau0Bl7KiM-1200x840@abc.jpg)
Los años pasan a más velocidad que los bólidos de Fórmula 1. Que se lo digan a Fernando Alonso (Oviedo, 29 de julio de 1981), que disputó su primera carrera en la máxima categoría deportiva automovilística el 4 de marzo de 2001 en ... el circuito de Albert Park de Melbourne (Australia). Allí compartió pista con los más rápidos. Entre ellos, Michael Schumacher, entonces el deportista mejor pagado del mundo. El euro no empezó a circular hasta enero de 2002, así que el piloto alemán de Ferrari cobraba 10.620 millones de pesetas (64 millones de euros), según publicó la revista 'Forbes'.
Aquel fin de semana, a más de 17.000 kilómetros de su casa, un joven asturiano (19 años) escribió los primeros renglones de uno de los capítulos de la gloriosa historia del deporte de élite español. Dio los pasos iniciales que otros tantos pioneros han protagonizado también en modalidades que hasta que ellos aparecieron eran secundarias, casi invisibles, en nuestro país.
Curtido -y laureado- desde niño en los campeonatos nacionales, europeos y mundiales de karts, en 1999 ganó la Euro Open Nissan. Y en diciembre de ese mismo año se subió por primera vez a un coche de Fórmula 1. Ejerció de piloto probador del equipo Minardi en Jerez. Su talento impresionó al fundador y director de la escudería. Así lo recordaba Giancarlo Minardi dos décadas después, en 2019, en declaraciones a la agencia Efe: «A pesar de la fuerte lluvia, Alonso fue capaz de hacer cosas que un novato nunca había hecho antes. Simplemente jugó con el coche, y en la tercera vuelta ya había marcado el mejor tiempo con 1,5 segundos de diferencia. Fue mucho más rápido que cualquier otro. En ese momento me di cuenta de que tenía delante de mí a un piloto completamente diferente. Comenzamos unas largas negociaciones y finalmente firmó un contrato de larga duración con nosotros».
Sin embargo, los problemas económicos que acechaban al equipo italiano le impidieron contratar al español. Al año siguiente, Fernando compitió en la Fórmula 3000. Y en agosto de 2000, tras ganar y deslumbrar en la carrera celebrada en Spa-Francorchamps (Bélgica), el también transalpino Flavio Briatore le fichó para la escudería Benetton Renault. En 2001, cedido por los franceses al equipo European Minardi F1, el piloto ovetense vio por fin su nombre inscrito en la parrilla de 22 hombres que disputaron el Mundial de Fórmula 1.
Recién aterrizado en Australia, sin experiencia ninguna al volante del limitado Minardi PS01, Alonso comprendió lo que le esperaba. Lo que no significaba achantarse. Ni mucho menos. «Aquí me va a costar ser el jefe», le confesó a Adrián Campos, mentor y representante suyo entonces, tras la primera sesión de entrenamientos libres. «Ya veremos», respondió Campos, conocedor del enorme potencial de su pupilo. Y ese mismo día Alonso comenzó a darle la razón sobre el asfalto.
En 2001 no existían las redes sociales. La primera, Facebook, fue creada tres años más tarde, en febrero de 2004. Y justo doce meses después fue fundado Youtube, así que los únicos testigos y mensajeros directos de lo que sucedía en Melbourne eran los periodistas allí presentes. Lo vieron claro desde la primera sesión de entrenamientos, y tal cual lo contaron. «De los cinco debutantes, Juan Pablo Montoya y Kimmi Raikkonen acapararon la atención en los días previos. Después, quedó claro que el mejor resultado lo obtuvo Fernando Alonso –publicó 'El Mundo Deportivo' el 3 de marzo-. El español no fue el más rápido entre los novatos, obviamente su Minardi no se lo permite. Pero marcar el 17º tiempo con un Minardi cuyo motor es obsoleto, sin haber podido efectuar pretemporada y con un coche que efectuaba su primer kilómetro en un circuito que le era desconocido, es algo que habla por sí solo de la calidad del asturiano».
El ovetense mostró idéntico desparpajo ante los micrófonos: «Yo soy el primer sorprendido. Cuando llegué a Australia lo hice mentalizado de que lo más lógico, dadas las condiciones, sería ser el último… En la vuelta de comprobación (durante la cual los pilotos comprueban que todo funciona bien), tenía tres coches apretándome y no podía seguir a los de delante. Me dije que si corrían así, ¡como irían cuando corrieran de verdad!».
El sábado, en la clasificación, los favoritos corrieron de verdad. Schumacher, ya entonces tricampeón del mundo, y su compañero Barrichello ocuparon, en ese orden, la primera fila de la parrilla. Alonso situó al Minardi en la 19ª posición, realmente meritorio tratándose de un novato que, además, se estrenaba con no pocos condicionantes mecánicos. De hecho, el español reconoció que no quiso arriesgar más porque su equipo carecía de coche de reserva, lo que en caso de dañar su bólido negro número 21 le hubiera impedido participar el domingo.
Fernando Alonso tomó la salida del GP de Australia, completó las 58 vueltas –nueve coches abandonaron- y, además, remontó nueve posiciones y no fue el último en cruzar la meta. Acabó 12º, por delante de Fisichella (Renault). El titular de la crónica de ABC resume la carrera y la actuación del asturiano: «Schumacher arranca a lo campeón, y Alonso debuta como un fenómeno». Junto al piloto germano de Ferrari subieron al podio Coulthard (McLaren) y Barrichello.
«Matrícula de honor para Alonso Alonso», tituló 'El Mundo Deportivo': Tuvo un espectacular y brillante debut en la F-1. El español consiguió acabar la carrera sin cometer un error. Lo de menos es la duodécima posición, porque demostró tener ritmo y estar capacitado para sacar todo el partido posible a su Minardi… El resultado de Alonso es tanto más meritorio si tenemos en cuenta que no ha efectuado pretemporada y el Minardi no había sido probado con anterioridad».
El propio Fernando exhibió su satisfacción: «Hemos cumplido el objetivo primordial: acabar la carrera y acumular experiencia. Debo dar las gracias a los mecánicos porque han trabajado durísimo para que pudiéramos estar aquí en la salida del GP… He intentado sacar el máximo partido en cada vuelta. La carrera no me ha parecido muy dura, y me encontraba cómodo pese a ser la primera vez que daba más de siete vueltas consecutivas con este coche… Si me hubieran doblado en cualquier otra categoría me hubiera enfadado tanto que hubiera abandonado, pero aquí hay que ser conscientes de que te dobla un coche, no un piloto. Ha sido muy bonito ver como luchaba con los Jaguar, Benetton o Arrows, pero la penalización de 10 segundos en boxes por velocidad excesiva durante el repostaje, a causa de un mal funcionamiento del limitador, me ha hecho perder el contacto con ellos».
Desgraciadamente, Alonso tuvo que aprender a convivir con la tragedia desde su primera cita con la F1. Porque en la quinta vuelta, un comisario murió. «Fue golpeado por una pieza desprendida del BAR-Honda de Jacques Villeneuve -relató 'El Mundo Deportivo'-. El canadiense sufrió un espectacular accidente cuando embistió por detrás al Williams-BMW de Ralf Schumacher al intentar superarlo. La velocidad de Villeneuve era del orden de los 280 km/h. La rueda delantera derecha del BAR golpeó la trasera izquierda del Williams y se produjo un 'efecto engranaje' entre ambas, lo que catapultó al coche del canadiense por los aires. El BAR efectuó varias piruetas hasta golpear con el muro de protección y fue arrastrándose sobre él casi 250 metros, quedando prácticamente destruido mientras las piezas exteriores se iban desprendiendo. Afortunadamente, el monocasco aguantó el golpe y Villeneuve salió indemne».
ABC dio más detalles del percance: «Los auxiliares de pista en la fatídica curva 3 del Albert Park estaban parapetados detrás de un muro de hormigón de un metro de alto, precedido por una barrera de neumáticos de unos dos metros. Sin embargo, una rueda del coche de Villeneuve 'burló' las protecciones e impactó de lleno en el pecho y estómago del asistente. La barrera tenía un hueco por donde los comisarios enseñan las banderas a los pilotos y por donde entró la rueda». Finalizada la carrera, los pilotos conocieron el fatal desenlace y por boca de Michael Schumacher mostraron sus condolencias y su deseo de que mejorasen las condiciones de seguridad de los comisarios.
Después de lo vivido aquel domingo, Fernando Alonso se proclamó campeón del mundo en 2005 y 2006, dejó momentáneamente (2019 y 2020) la Fórmula 1, volvió y hoy es el piloto que más grandes premios ha disputado (358) y terminado (280) en la historia de este deporte. Y sigue en activo con la misma ilusión que hace 22 años.
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