Fórmula 1
Cuando todo era maravilloso entre Fernando Alonso y Hamilton
El baúl de los deportes
Más de 200.000 aficionados y 1.000 invitados asistieron a la presentación de la escudería McLaren el 15 de enero de 2007 en Valencia
«D'Alessandro se está muriendo»: la llamada que salvó al meta argentino hace 45 años
![Alonso y Hamilton, en los días de felicidad](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/01/12/alonso3-RTFFVzrqskofa7RzLGa7DdM-1200x840@abc.jpg)
Aquello fue una fiesta. ¿Qué digo fiesta? Fue un fiestón de todos los colores y para todos los públicos. Para los 1.000 invitados especiales y para los más de 200.000 aficionados que abarrotaron las calles de Valencia adyacentes a la suntuosa Ciudad de ... las Artes y las Ciencias. Fueron las Fallas en enero, cuando cuerpos y almas intentan superar la resaca post navideña. Ruido, pólvora, música, lujo, fuegos artificiales y espectáculo para presentar un equipo de Fórmula 1 en un país, España, donde ese había sido un deporte menor, semidesconocido. Hasta que apareció Alonso.
Fernando Alonso Díaz (Oviedo, 29 de julio de 1981) fue la razón de semejante puesta en escena aquel 15 de enero de 2007. Por primera vez, el piloto español apareció en público enfundado en el mono de McLaren, su nueva escudería. Con dos títulos de campeón del mundo recientes y consecutivos -2005 y 2006-, Alonso había decidido abandonar la casa donde halló la gloria, la francesa Renault, para recalar en la cuna del automovilismo, Gran Bretaña, y en uno de sus grandes e históricos equipos de Fórmula 1.
Tal era la impaciente ilusión de ambas partes que, en un proceder poco habitual, habían anunciado el acuerdo con más de un año de antelación, el 19 de diciembre de 2005. Alonso acababa de estrenarse como campeón del mundo con Renault -y volvería a serlo al año siguiente vistiendo los colores de la marca gala-, pero no dudó en poner fecha de caducidad a su relación laboral con el equipo del rombo.
«He elegido lo que he considerado mejor para mi futuro deportivo –declaró entonces el campeón español-. McLaren es un gran equipo, con solera e historial, y estoy muy contento de que hayamos llegado a un acuerdo. Este año he logrado con Renault mis objetivos tanto personales como profesionales, pero es el momento de buscar un nuevo reto, de intentar ganar con un nuevo equipo. Estoy muy impaciente por que llegue la temporada 2007 y asumir el reto de ganar también con Mercedes-McLaren. Será como un nuevo comienzo para mí». Y Luis García Abad, representante de Alonso, añadió: «Había mucho interés en McLaren por fichar a Fernando y creímos que era el momento. Tampoco hay tantos volantes competitivos en la F-1 y no es cuestión de dejarlos escapar. Lo hemos anunciado ahora para evitar especulaciones y permitir a Fernando trabajar tranquilo desde el principio de la temporada».
Escudería y piloto firmaron con la convicción de que el asturiano era contratado para ser el líder indiscutible del grupo y, sabedores de que tenían un coche competitivo, con la intención de trabajar juntos en pos de un único objetivo: ganar el Mundial 2007. Nada de eso sucedió.
El patrón Ron Dennis
¿Qué podía salir mal? En la noticia del fichaje de Alonso publicada en ABC se vislumbraba algún nubarrón antiguo que parecía disipado: «el campeón mundial aceptó la oferta de Ron Dennis para formar parte del equipo McLaren desde el 1 de enero de 2007 y firmó un acuerdo por tres años. Lejos han quedado los momentos de crispación vividos en 2005, cuando Ron Dennis (patrón de McLaren) declaraba su animadversión hacia el estilo de pilotaje del ovetense y defendía la postura de que el campeón 2005 no había sido el mejor hombre del año sobre la pista, en clara referencia a Raikkonen (entonces piloto de McLaren)».
![Alonso y Hamilton, en el tapón de Hungría](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/01/12/alonso6-U81312150703vKj-624x350@abc.jpg)
También se comenzó a especular en 2005 con el nombre del segundo hombre en pista para 2007: «con Alonso fichado, el problema se plantea para McLaren a la hora de decidir quién va a ser su compañero. Sus dos pilotos actuales, Kimi Raikkonen y Juan Pablo Montoya, finalizan contrato en 2006 y como el propio Dennis comentaba, 'habrá que decidir entre ambos'». Otra afirmación que sería incumplida.
El 15 de enero de 2007, ni Raikkonen ni Montoya escoltaron a Fernando Alonso en Valencia. Lo hizo Lewis Hamilton, un desconocido y joven inglés (Stevenage, 7 de enero de 1985) de la cantera de McLaren que se había proclamado campeón de GP2, categoría anterior a la F1. Al lado de ambos, los dos pilotos probadores: otro español, Pedro Martínez de la Rosa, y otro británico, Gary Paffett. Parecía una alineación lógica y equilibrada. Un conjunto perfecto.
Junto a ellos tres, Alonso apareció sobre el escenario con el pelo rapado al dos y una perenne sonrisa de ilusionada satisfacción pocas veces tan resplandeciente y mantenida en el tiempo. Pasadas las siete de la tarde, los pilotos realizaron un recorrido en dos descapotables Mercedes –marca que fabricaba el motor de los bólidos ingleses-. Se prodigaron en saludos, trompos y derrapes para calentar la noche valenciana.
Minutos después, «a las ocho, cuando las flechas de plata salían del Museo Príncipe Felipe, Telecinco lanzaba ya las primeras imágenes para todo el mundo. De entre las formas aerodinámicas de los edificios de Calatrava surgieron los McLaren MP4-22 como fruto de un parto casi natural y el público pudo conocer muy de cerca el nuevo monoplaza de Alonso. Los aficionados que nunca habían visto un Fórmula 1 en directo coincidían: 'No tiene nada que ver con verlo en televisión. El sonido es increíble'».
Desenfreno y dispendio
Tras la breve -3,5 kilómetros- pero intensa exhibición automovilística, un vistoso castillo de fuegos artificiales cerró el espectáculo externo. Y llegó el turno de la presentación interna en una macro cena con cientos de periodistas y de invitados procedentes de todos los continentes. «De mesa en mesa en el restaurante del Oceanográfico, esparciendo sonrisas durante diez minutos de intervención por cada grupo de comensales, Fernando Alonso parece un niño con zapatos nuevos al que han regalado además un coche teledirigido en Reyes –se lee en la crónica de ABC-. Representa el hechizo de la novedad, de la ilusión común a cualquier persona por algo que empieza… Nueva vida, nuevo compañero, nuevos patrocinadores, nuevo mundo con el que relacionarse, nuevo mono de trabajo (blanco con un enorme frontal rojo por el nuevo patrocinador, Vodafone), nuevo bólido. Y nuevo corte de pelo. Ha cambiado de ropa. La moderna línea Hugo Boss sustituye a la informal y casi adolescente Guru. En McLaren, como en la F-1, no se acepta el choque entre patrocinadores. 'Es ropa de otra calidad', suelta Alonso, que va de mesa en mesa medio flotando, impulsado por un radiante estado de ánimo que se refleja en su cara y en sus respuestas».
Si lo visto en las calles de Valencia había sido espléndido, lo que sucedió en los improvisados salones del Oceanográfico fue grandilocuente. Propio de una época de desenfreno y dispendio. En total, unos cinco millones de euros gastados por la escudería inglesa en una tarde-noche inolvidable. «McLaren a lo grande en su presentación mundial en Valencia», tituló 'Eventos Magazine', revista especializada en noticias y reportajes sobre acontecimientos sociales de relevancia. Y en la entradilla añade: «Fernando Alonso, ídolo del automovilismo mundial; 1.000 invitados entre empresarios, políticos, personajes relevantes del mundo del motor y jugadores de fútbol; 200.000 aficionados; un coste estimado para la Generalitat Valenciana de 1.200.000 euros; más de 330 agentes entre Policía local, autonómica y nacional…»
Los detalles, relatados en el texto, asombran: «sólo la logística ya impresionaba. Una carpa montada por De Boer, entre el Umbracle y el Hemisfèric de la Ciudad de las Ciencias y de las Artes constituía el escenario principal del evento. Bajo la carpa, que ocupaba un espacio de 2.200 metros cuadrados, se instaló un comedor con paredes y suelo de cristal. No había gradas sino seis pantallas gigantes de 35 metros cuadrados (dos en los jardines y una en cada una de las cuatro rotondas) para no perder detalle de la exhibición y permitir un mayor acceso de público. Se colocaron 7,5 kilómetros de barrera mediana y 4,5 de vallas de contención, 80.000 vatios de megafonía general, 56 torres de luz, doce cámaras de televisión y más de 12 kilómetros de cables garantizaron una cobertura completa».
![hamilton y Alonso, ya con malas caras](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/01/12/alonso5-U01255431670nVW-624x350@abc.jpg)
«Para la ocasión, Cirque du Soleil ofreció un show espectacular con música, efectos especiales, llamas de fuego, proyecciones e iluminación, que finalizó con un acto piro-musical (de 50 kilogramos de carga explosiva). De la producción se encargó un equipo de más de 300 personas. Durante el espectáculo se presentó el coche MP4-22, que Alonso y Hamilton conducirán en el campeonato de Formula 1 de este año».
«Los VIPs estaban invitados a una cena privada: un menú compuesto por ensalada de cangrejo, confit de pato y mouse de chocolate, a cargo del catering inglés Absolute Taste. Durante la cena, se sirvió vino español y agua alemana… Mercedes y Vodafone fueron los dos grandes patrocinadores. Su implicación estuvo presente a lo largo del evento: en el escenario principal se instaló un Mercedes, y Alonso saludaba a los aficionados congregados desde un descapotable de la marca automovilística. El colofón de la velada corrió a cargo del piloto asturiano, quien llamó a dos de los 1.000 móviles de última generación regalados a los invitados y personalizados con el logo del evento. El premio: un Mercedes Clase A y otro C. Vodafone, nuevo patrocinador y socio oficial de la escudería, lanzó tres ediciones exclusivas de móviles Samsung y Sharp para apoyar el equipo Vodafone McLaren Mercedes».
Del negociado estrictamente deportivo poco se supo aquella noche. Y lo que se dijo y se pronosticó resultó un fiasco. Porque, lógicamente, todo fue buen rollo, mensajes esperanzadores y maravillosos augurios. «Soy más optimista que nunca», declaró Alonso. Y tanto el español como el resto de miembros de la escudería destacaron el buen ambiente de trabajo que se vivía internamente.
«No hay duda alguna de que Fernando es un piloto fenomenal y talentoso, con un gran entendimiento del coche y que sabe desarrollar a la perfección el monoplaza; también sabe trabajar a la perfección con el equipo… Ahora tenemos la suerte de tenerlo con nosotros. Tiene un talento enorme», dijo Ron Dennis.
En esa línea, Alonso y Hamilton escenificaron un perfecto espíritu de equipo. El ovetense no negó que, como se especuló durante las semanas previas, a él le hubiera gustado que fuese De la Rosa su compañero en la pista, pero mostró su satisfacción por tenerlo cerca como probador: «Una de las razones por las que estoy aquí fue por lo que Pedro me habló del equipo. Pero tendré a Hamilton por compañero. Es un gran piloto y muy joven. Tiene tal energía que creo que formaremos un equipo mucho mejor de lo que la gente piensa».
El debutante piloto inglés tampoco escatimó elogios hacia el español: «Lo que más admiro de Fernando es su técnica, que es única. Su estilo es único, muy consistente y sobre todo admiro cómo soporta la presión. Sometido a presión no comete errores. Ha sido el primer día que me he sentado con él y que hemos charlado, y la primera impresión ha sido muy buena; nos llevaremos bien. Es muy positivo y puede aportar mucho al equipo, pero también a mí. Es doble campeón del mundo y tiene mucha experiencia».
![Alonso y Hamilton se jugaron el título en Brasil](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/01/12/alonso4-U31144324438GnE-624x350@abc.jpg)
«Lewis Hamilton quiere aprender al lado del campeón», titulaba ABC. E informaba de que «Lewis Hamilton parece más flaco y más adolescente a un metro de distancia. El nuevo compañero de Fernando Alonso, el que tendrá enfilado Pedro de la Rosa, exhibió el mismo ritual de sonrisas y complacencias que Fernando Alonso. 'Esto no puede ser mejor', dijo a modo de presentación. 'La atmósfera es increíble', comentó rodeado de platos de un soberbio jamón ibérico. Es la hora del chico McLaren, el primer piloto negro de la historia que ha vivido cosido al instinto de Ron Dennis. 'Es cierto. Le dije a Dennis que conduciría para él hace nueve años y no me creyó'. Ahora ha llegado. 'Mi objetivo es aprender, ayudar al equipo y a Fernando. Respeto todas las opiniones sobre mi inexperiencia, pero estoy aquí'».
Todo parecía ir sobre ruedas y nadie atisbó la tormenta que se cernía sobre el equipo. O sí. Porque Hamilton torció el morro cuando Alonso le dejó atrás durante la corta exhibición de los bólidos. «No entiendo por qué Fernando va tan rápido de noche por estas calles», se quejó el inglés. Fue el primer indició de una encarnizada rivalidad entre dos pilotos mayúsculos que acabaría destrozando a McLaren. Perdieron el título mundial en Brasil, última carrera del calendario, y el 2 de noviembre de 2007 Alonso y la escudería británica anunciaron la rescisión del contrato del español.
No habían pasado ni diez meses desde la idílica presentación en Valencia cuando escribieron el punto y final a una convivencia imposible. Cerraron una guerra civil con historias dentro y fuera de la pista que merecen jugosos capítulos propios. Porque, como asegura Pedro de la Rosa, «el dúo Alonso-Hamilton es el más fuerte que ha habido en toda la historia de la Fórmula 1».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete