Carta de Roberto Domínguez: se desvincula del toreo, incluido su apoderamiento con Roca Rey, y el peruano le responde
«Los toreros tenemos una forma muy particular de valorar el mundo que nos rodea cuando estamos en activo. No sabemos administrar bien el tiempo que dedicamos a los aduladores, consejeros y oportunistas que se acercan atraídos por el aroma del éxito», arranca la misiva, adelantada por Mundotoro, del maestro vallisoletano
Roca Rey vuelve a nacer en la más dura tarde de soledad
«Una etapa increíble, muchas emociones, muchos momentos duros, miedos y muchas metas y sueños que hemos conseguido juntos. Gracias por su dedicación y compromiso con Roca Rey (el torero) y también con Andrés (la persona). Ahora, tomando las riendas de mi carrera ... con gratitud y determinación mirando hacia nuevos horizontes. Agradecido por el camino recorrido y listo para los desafíos que vienen», escribía la figura peruana en su perfil de Instagram después de que Roberto Domínguez, su apoderado hasta ahora, anunciase a través de una carta publicada en 'Mundotoro' su desvinculación profesional del toreo y, por tanto, de su relación de apoderamiento con Roca.
La noticia adelantada por los compañeros del citado portal taurino ha corrido como la pólvora. «Los toreros tenemos una forma muy particular de valorar el mundo que nos rodea cuando estamos en activo. No sabemos administrar bien el tiempo que dedicamos a los aduladores, consejeros y oportunistas que se acercan atraídos por el aroma del éxito. A veces nos damos cuenta tarde del poco tiempo que dedicamos a escuchar a quienes realmente nos dejarán huella«, arranca la misiva. »Y yo, que siempre he sido crítico con las despedidas y con la tentación de aprovechar el impulso del último tren -añade-, siento ahora la necesidad de cerrar de esta manera el capítulo taurino de mi vida«.
El maestro vallisoletano recuerda sus «años de infancia soñando con ser torero, las dos décadas como profesional saboreando los éxitos y aprendiendo de los fracasos, los cinco años detrás de los micrófonos de Vía Digital valorando lo que mis compañeros hacían en el ruedo, incluso los once años al lado de Julián López 'El Juli' en época de maduración, dudas y triunfos». Y se refiere, claro a su etapa con Andrés Roca Rey, «torero atípico, a quien agradezco que en un momento crucial de su carrera haya querido mi opinión a su lado». Tiene palabras de agradecimiento para su tío Fernando Domínguez,
Creo que ha llegado el momento de dar la razón a todas esas críticas y elogios que hablan de mi buena suerte. Una suerte que tiene nombre y apellidos, la de quienes me acompañaron en cada etapa. Mi tío Fernando Domínguez, a Fernando Fernández Román, a El Juli («porque siendo tan joven y con la batuta de mando del toreo, puso en mí su confianza ciega, valorando cada uno de mis aciertos y aceptando mis errores») y a Roca Rey (!me ha enseñado una nueva manera de caminar por la vida y mandar en el toreo, con la ruleta rusa diaria de su entrega desnuda y desgarrada, sin importarle las circunstancias ni la condición del toro, imponiendo su ley. La ley que ahora impera en las nuevas generaciones de aficionados que vuelven a creer en el desprecio absoluto al riesgo, en el ídolo, en el héroe«.
No olvida a los empresarios taurinos «con los que he tratado y que siempre me han respetado, entendiendo que mis exigencias y muchas veces intransigencias estaban motivadas única y exclusivamente por defender a quienes habían confiado en mí». Ni tampoco a los ganaderos, «que han comprendido que por encima de la amistad y de mis gustos personales, siempre ha prevalecido el toro que mejor podía contribuir al éxito del torero al que representaba en cada momento». Los agradecimientos se extienden a las cuadrillas, a sus compañeros y a la afición, «que en todas estas facetas y durante tantos años, han sido el acercamiento diario al mejor recuerdo».
En este recorrido hubo momentos de mucha dureza, como el percance de Roca en Santander, un momento que recoge 'Tardes de soledad', un documental de Albert Serra con el que ganó la Concha de Oro de San Sebastián. «Documental que, gracias a Andrés, ha vuelto a despertar el interés de la intelectualidad por la tauromaquia, pasando del debate tópico a una reflexión mucha más profunda», subraya.
Y remata la carta: «Por detalles como éste, deseo que los aficionados y la crítica comprendan la importancia y responsabilidad que tiene Andrés y sepan reconocerle como bastión absoluto de la tauromaquia mundial y enlace fundamental con las nuevas generaciones de aficionados».
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