El Guggenheim Bilbao despliega su colección para celebrar sus 'bodas de titanio'
El museo festeja su 25 aniversario dedicando todo el edificio de Gehry a exhibir gran parte de sus fondos
Atesora 145 obras de 81 creadores (incluidas 17 mujeres artistas), además de préstamos a largo plazo
![El Museo Guggenheim Bilbao, con 'Puppy', de Jeff Koons, en primer plano](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/18/1453169674-R0PLnslvyg1a5YkIOhCIqsK-1240x768@abc.jpg)
El 18 de octubre de 1997, hace 25 años, veía la luz un proyecto que, antes incluso de su apertura, suscitó serias dudas, encendidos debates, gran escepticismo y una enconada oposición: nacía el Museo Guggenheim de Bilbao. Un cuarto de siglo después, cuando ... celebra por todo lo alto sus bodas de plata (de titanio, más bien), son muy pocos los que lo cuestionan y muchos quienes tratan de emularlo, la mayoría de las veces en vano. Las cifras avalan su éxito: 27,4 millones de visitantes en toda su historia (lo que se traduce en torno a un millón al año), de los cuales el 61% son extranjeros. Los franceses son sus mayores fans (un 17%). Ha organizado 215 exposiciones temporales y en sus salas se han mostrado unas 18.000 obras de arte.
![Un joven fotografía con su móvil una pintura de Yves Klein](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/18/gu1-U40421818884lIh-624x350@abc.jpg)
Entre las muestras con mayor afluencia de público, 'El arte de la motocicleta' (870.000); 'Sombras', de Andy Warhol (820.000) y 'Motion', el proyecto comisariado por Norman Foster que convirtió el museo en el garaje más lujoso y codiciado del planeta (751.000). En cuanto a su impacto económico, se calcula en unos 6.515 millones de euros y se estima una contribución al PIB de 5.884 millones, además de mantener 5.420 empleos anuales. El museo cuenta con 21.908 amigos y han aparecido 330.000 noticias sobre él en los medios. Todo un 'influencer' museístico.
![Una de las salas del Museo Guggenheim con obras de su colección](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/18/gu2-U21818880858AQl-624x350@abc.jpg)
Son datos incluidos en el balance presentado el lunes en una reunión extraordinaria de los Patronatos de los Museos Guggenheim de Bilbao y Nueva York, a los que se sumaron miembros del Consejo Asesor de la Peggy Guggenheim Collection de Venecia. Horas después, tenía lugar una cena de gala para 450 invitados, cuyo menú firmaban los chefs Andoni Luis Aduriz, Diego Guerrero y Josean Alija. Además de la clase política, asistieron muchos de los protagonistas que hicieron posible este sueño: el arquitecto norteamericano Frank Gehry, autor de este edificio de titanio retorcido, quien, a sus 93 años, no ha querido perderse la celebración y ha viajado unos días a Bilbao; Carmen Giménez, Thomas Krens y Richard Armstrong, sucesivos responsables de la Fundación Guggenheim...
Este último, también director del museo de Nueva York, afirma que están orgullosos y asombrados del impacto del museo de Bilbao, que este año se prevé tendrá más visitantes que el de la Quinta Avenida en Manhattan. Y, por supuesto, Juan Ignacio Vidarte, que lleva 31 años embarcado en este proyecto como director del museo de Bilbao. Peligra el récord de Philippe de Montebello, que estuvo al frente del Met neoyorquino de 1977 a 2008. Vidarte, que sonríe al comentárselo, no oculta su satisfacción por los resultados, ya en cifras prepandémicas.
![Obra de Ernesto Neto](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/18/gu3-U28278834126YRQ-624x350@abc.jpg)
El museo ha querido festejar la efeméride tirando de fondo de armario y sacando pecho con su colección, acallando así las bocas de quienes critican que es un museo «sin colección». Los 9.000 metros cuadrados expositivos del edificio se dedican exclusivamente a mostrar, en todas sus plantas, hasta el 22 de enero de 2023, una selección muy completa de sus fondos. Atesora unas 145 obras de 81 creadores (includas 17 mujeres artistas), a las que hay que sumar una treintena de préstamos a largo plazo. De ellas, se exhiben ahora unas 130 (110 de la colección y unas 20 cedidas al museo).
!['La materia del tiempo', de Richard Serra](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/18/gu4-U68466682727IPR-624x350@abc.jpg)
Bajo el título 'Secciones/Intersecciones', esta muestra, que cuenta con un comisariado coral, se ha planteado como un tríptico expositivo, en el que no hay compartimentos estancos. 'Marcando la historia', en la tercera planta, se centra, por un lado, en el fotogénico edificio de Gehry; por otro, en algunas de las obras más destacadas de la colección, de artistas como Willem de Kooning, Mark Rothko, Lee Krasner, Clyfford Still, Robert Motherwell, Cy Twombly, Robert Rauschenberg, Polke, Basquiat, Chamberlaine, Sol LeWitt, Rosenquist, Warhol, Gilbert & George, Jeff Koons, Cristina Iglesias (presente en las tres plantas), Chillida, Oteiza, Tàpies, Palazuelo, Uslé o Ellsworth Kelly, de quien es una de las dos últimas adquisiciones del museo. La otra es 'Mar creciente', una monumental pieza, de 8 por 14 metros, del artista africano nacido en Ghana El Anatsui. Colaboró en ella con personas que viven en Nsukka (Nigeria) y que le ayudaron a entretejer esas cápsulas de tapones de botellas de licor con las que crea sus esculturas de metal. El alcohol fue uno de los productos de consumo que los europeos transportaron a África para entregar a cambio de esclavos. La pieza también es una metáfora del cambio climático.
![Obra monumental del artista africano El Anatsui, una de las últimas compras del museo bilbaíno](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/18/gu5-U77544212115YRM-624x350@abc.jpg)
Ya en la segunda planta, 'Desplegando narrativas', que reúne el trabajo de una veintena de artistas, realizadas entre 1957 y 2019, y en algunos casos con salas monográficas a modo de capillas: Boltanski, Francesco Clemente, Baselitz, Alex Katz, Joseph Beuys, Amselm Kiefer, Yves Klein, Yoko Ono, Ernesto Neto, Schnabel, Juan Muñoz... Finalmente, en la sala 105 de la primera planta se ha instalado 'La vida material', con piezas conceptuales y del arte povera: Doris Salcedo, Richter, Mona Hatoum, Richard Long... En la misma planta (sala 103), destaca una instalación de la japonesa Yayoi Kusama, internada desde hace décadas en un psiquiátrico en su país, que es un préstamo a largo plazo: 'Sala de espejos del infinito. Deseo de felicidad para los seres humanos desde más allá del universo' –sí, ese es el infinito título–, de 2020, es una de sus últimas obras, en la que la siempre interesante creadora nipona nos sumerge en sus alucinaciones y en su universo obsesivo: un vibrante juego de luces de colores se multiplica en una habitación infinita y magnética.
![Instalación de Cristina Iglesias](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/18/gu6-U08431161534Oxm-624x350@abc.jpg)
A todo ello hay que sumar las piezas emblemáticas del museo, instaladas tanto dentro como fuera del edificio de Gehry: 'La materia del tiempo', 'sancta sanctorum' del escultor norteamericano Richard Serra y lugar obligado de peregrinaje para sus legiones de adeptos (solo por visitar esta sala merece la pena acercarse al museo bilbaíno); 'Mamá', la inquietante 'araña' de Louise Bourgeois; los coloridos tulipanes y el citado 'Puppy', de Jeff Koons, o los letreros luminosos de Jenny Holzer.
Pese a ser una historia de éxitos, no todo ha sido un camino de rosas. El proyecto no nació, precisamente, con buen pie. ETA se propuso aguar la fiesta de la inauguración del museo en 1997 con un atentado: instaló una bomba en la papelera de la plaza que da acceso al museo, donde hoy se alza el 'Puppy', de Jeff Koons, una de las obras más queridas y fotografiadas por el público. Afortunadamente, la banda terrorista falló. También ha habido que salvar otros escollos: al Covid y la crisis económica, se sumó en 2009 la condena por desfalco al director financiero del museo.
![Mural multicolor de Sol LeWitt](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/18/gu7-U16108183833ldH-624x350@abc.jpg)
El Guggenheim Bilbao rinde homenaje, en palabras de Juan Ignacio Vidarte, a dos de sus señas de identidad: su colección («se halla en su mayoría de edad») y su arquitectura. Explica que se ha recuperado en todo su esplendor la arquitectura original del edificio de Gehry, abriendo todos los lucernarios y eliminando paredes. Aclara el director del museo bilbaíno que el hecho de mostrar en todas las plantas su propia colección «podría parecer una declaración de independencia: el museo se vale por sí solo. Pero nada más lejos de la realidad. Solo puede crecer con el apoyo de la Fundación Guggenheim».
!['Tulipanes', de Jeff Koons](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/18/gu8-U15044124355poK-624x350@abc.jpg)
Se habla mucho del 'efecto Guggenheim', pero no siempre es exportable. El Museo de Bilbao, explica su director, «fue un caso paradigmático de que la cultura es capaz de transformar la sociedad. Es un modelo de gestión sostenible, aunque a veces no se ha entendido o se ha hecho solo parcialmente. Hubo mucho escepticismo, mucha reacción negativa sobre las bondades del proyecto». Aclara Juan Ignacio Vidarte que no se trataba de un modelo de franquicia, sino de un proyecto diferencial, específico, único, aunque se beneficiara de las sinergias con las otras instituciones Guggenheim«.
Sobre el presupuesto que tiene la pinacoteca para adquisiciones de obras, y que financian a medias el Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya, advierte Vidarte que varía según el plan firmado en cada momento y la situación económica: los ha habido de 6 millones de euros, pero también de un millón. En estos 25 años, dice, se han invertido entre 110 y 115 millones de euros en la compra de obras. «Hoy sería imposible adquirirlas, su valor ha crecido muchísimo», apunta. Y es que, según la tasación realizada en 2019 por la sala de subastas Christie's, dicha valoración rondaría hoy los 800 millones de euros.
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Pero, ¿cómo colecciona el Guggenheim de Bilbao? ¿Qué historia del arte nos cuenta? Se centra en el arte que va desde la segunda mitad del siglo XX (la pieza más antigua, un Rothko de los años 50) hasta el siglo XXI: «Aborda las relaciones entre Europa y Estados Unidos, pone la atención en el arte español y vasco, pero no como un gueto o reserva espiritual; tiene obras maestras singulares, hay encargos específicos del museo... Hemos ampliado los ámbitos geográficos y de género de la colección». En la adquisición de obras hay muchos filtros y mucha labor previa de investigación. Es un proceso largo: «Prima la calidad sobre la cantidad en la colección, que es el alma del museo. No hemos necesitado tener una colección muy extensa y no ha habido ninguna presión». Ya hay nombres en la lista de deseos para el futuro, pero dependerá de la situación económica: «Ha habido años sin recursos para adquirir obras. Las aportaciones se han recuperado, pero aún son hoy muy modestas».
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