¿Colón judío sefardí? «El ADN no puede decir si alguien es judío»
Expertos critican las escasas pruebas científicas ofrecidas por el documental de TVE sobre los orígenes del navegante y hablan de «teatro» y «humo»
Nada cambia en el origen genovés de Cristóbal Colón
Editorial ABC | El ADN de Colón en RTVE, una cadena pública de errores
![Retrato de Cristóbal Colón](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/10/14/colon-RrFO7b2KXUTBLUPm0NHQRvK-1200x840@diario_abc.jpg)
«Humo», «teatro», «true crime»... El documental 'Colón ADN. Su verdadero origen' emitido el sábado por La 1 de TVE, que desvela que el navegante era un judío sefardí, ha sido recibido con buenas dosis de escepticismo por la comunidad científica. Y es de ... lo más amable que puede decirse. Para empezar porque el trabajo del equipo del forense José Antonio Lorente, de la Universidad de Granada, se ha dado a conocer en 'prime time' en vez de en una revista científica, que es como habitualmente se hacen públicas las investigaciones serias. Y porque el programa desvela muy poco de la ciencia necesaria para sostener sus afirmaciones.
La calidad de los restos atribuidos a Cristóbal Colón son tan escasos y degradados que el grupo de Ángel Carracero, de la Universidad de Santiago de Compostela, se abstuvo de seguir participando en el estudio. Pero al grupo de Lorente le parece suficiente. Supuestamente se basa en ellos y en los de Hernando Colón, considerado hijo del navegante, para llegar a sus conclusiones, «¿pero cómo sabemos que era realmente su hijo? Para eso deberíamos tener (mejores) restos de Colón, analizar su ADN y comparar si eran padre e hijo, porque yo no me puedo fiar de una lápida que ponga un nombre. La relación de parentesco no se puede asumir», subraya Francisco Camiña Ceballos, doctor en Genética por la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
A partir de ese ADN -«cuya calidad desconocemos, porque no se ha publicado en ningún estudio», puntualiza el investigador- el equipo ha concluido que esa persona era judía, y por lo tanto también lo era Colón, «El ADN no puede determinar si alguien es judío. Lo que sí puede revelar es la presencia de marcadores genéticos típicos de poblaciones que históricamente profesaron esa religión, debido a la endogamia en algunas comunidades judías. Es como cuando envías una muestra a 23andMe (una empresa de pruebas genéticas) y te vinculan con una familia sefardí que vivió en España. Esto no significa que seas judío sefardí, pero si tienes ciertos marcadores genéticos, es probable que algún antepasado perteneciera a ese grupo. Por lo tanto, no se puede concluir que Colón fuera judío», asegura Camiña Ceballos. «Y lo de valenciano es un poco raro. ¿Qué marcadores les han iluminado una población de Valencia? ¿Qué haplotipo (un gran grupo de genes) se lo está diciendo?
De parecida opinión es Francesc Calafell, investigador del Instituto de Biología Evolutiva y profesor de la Universidad Pompeu Fabra. «El judaísmo es una religión, no está determinado en los genes. Cualquiera puede hacerse judío o dejar de serlo. Dicho esto, si miramos poblaciones actuales que se identifican como judíos asquenazis (los que se asentaron en Europa Central y Oriental) sí se ve una conexión genética con poblaciones de Oriente Medio. El problema con los sefarditas es que los descendientes actuales son muy pocos y se trata de poblaciones relativamente parecidas a las del sudeste de Europa. Tras la expulsión de la península fueron a Estambul, Grecia, Salónica... y se mezclaron con la población local. Esa mezcla pasó después del tiempo de Colón y es difícil tener esa referencia», explica. A su juicio, todo lo que cuenta el documental queda en una mera hipótesis porque «la comunidad científica sigue sin saber cuáles fueron los análisis concretos realizados. Nos gusta opinar sobre artículos científicos (revisados por pares), no somos críticos de televisión».
Para Camiña Ceballos, el documental «vende humo» y critica la forma de actuar del equipo. «No se puede vender el oso antes de cazarlo -dice-; a nosotros, que estudiamos los coeficientes de consanguinidad de los actuales reyes, nos han ofrecido muchas veces hacer un documental y un libro, y hemos dicho que no. Primero va la ciencia y después, la divulgación. Como decía Carl Sagan, afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias. Aquí, por ahora, hay poca ciencia y mucha teatralidad».
Sara Palomo, profesora del Departamento de Medicina legal, psiquiatría y patología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), considera que el documental no aporta datos concretos sobre los perfiles genéticos que los investigadores han utilizado para descartar cada vinculación (si Colón era genovés, gallego, navarro...), tampoco indica si han estudiado el linaje paterno o materno, ni los haplogrupos de cromosoma Y y ADN mitocondrial en los que se basan para el estudio de origen biogeográfico y de linajes. «Entiendo que el documental tiene un carácter divulgativo, y se debe a eso, pero con lo visto me quedan muchas dudas, no muestran suficiente información como para poder estar de acuerdo o no», señala.
«Sin tener esa certeza, parece que lo basan todo en los perfiles genéticos del presunto hijo de Colón (ya que los restos atribuidos al descubridor de América no han proporcionado perfiles genéticos lo suficientemente buenos), pero no aclaran cómo han establecido esa paternidad. No hablan del LR (o razón de verosimilitud), un cociente que se puede traducir en la probabilidad de que se dé un suceso; por ejemplo, en este caso, de que alguien sea o no el padre de otra persona. Tampoco aclaran con qué tipo de marcador genético se realiza este estudio de paternidad; la mejor opción son los marcadores de cromosomas autosómicos, que heredamos al 50% de cada progenitor, pero en el documental no me queda claro qué marcadores se han utilizado. Un LR válido (en medicina forense para una paternidad) suele ser a partir de 10.000, aunque con restos antiguos es más complicado llegar a esos valores. Espero que publiquen todos esos datos en una revista científica, y ahí podamos llegar a una conclusión», afirma.
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Vanessa Villalba-Mouco, investigadora principal del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, grupo de arqueogenómica, observa «una calidad pésima» del documental en la investigación histórica. «No aparece nadie especializado en historia medieval. Los genetistas no podemos plantear una hipótesis pasando por alto la investigación histórica», dice. Además, «cuando trabajamos con patrimonio histórico debemos ser mínimamente invasivos, y aquí se han abierto mausoleos y se han accedido a restos para los que igual no se deberían haber otorgado permisos». A su juicio, parece más «un programa de 'true crime' que una investigación científica».
¿Alguna vez sabremos de dónde procedía Colón? «Creo que nunca se va a saber a ciencia cierta -comenta Camiña Ceballos-, ¿pero acaso tiene tanta importancia?«.
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