Así es la botella de whisky que podría superar el millón de euros en una subasta

Entre sus diferentes ediciones hay una que por su reducida tirada se ha convertido en objeto de deseo para coleccionistas y amantes del buen whisky, la de 1926. Después de envejecer en barricas de jerez durante seis décadas, en 1986 se embotellaron tan solo 40 unidades de la que es la cosecha más antigua jamás producida por la compañía, lo que hace que su valor sea bastante elevado.

De esas 40 botellas, 14 llevaban la etiqueta Fine & Rare, dos se lanzaron sin ninguna etiqueta, una de ellas está en paradero desconocido y la otra, pintada a mano por el artista irlandés Michael Dillon, se vendió en 2018 convirtiéndose en la primera botella de whisky en superar el millón de libras esterlinas. De las restantes, 12 fueron etiquetadas por el artista pop Sir Peter Blake y otras 12 se embellecieron en 1993 por los diseños del pintor italiano Valerio Adami. Tan solo una de estas 40 unidades podría haber sido consumida, tal y como lo prueban unas imágenes tomadas en Japón.

Estas joyas líquidas no se llegaron a poner a la venta como el resto de sus productos, sino que fueron ofrecidas a los clientes más selectos de la compañía escocesa, por lo que cada vez que una de estas unidades aparece en una subasta la expectación es máxima y las cifras alcanzadas astronómicas y prueba de ello es que en 2019 la casa de subastas Sotheby's consiguió vender una botella de Macallan 1926 en su versión Fine & Rare por 1,9 millones de dólares estableciendo así un récord.

Ahora, otra de estas exclusivas piezas pasará bajo el mazo con un precio de venta estimado entre 750.000 y 1,2 millones de libras esterlinas (entre 862.000 y 1,3 millones de euros al cambio actual).

The Macallan Valerio Adami 60 Year Old 42.8 abv 1926 (número 12) es la pieza que lanzará Sotheby's el próximo 18 de noviembre, la cual cuenta con la particularidad de ser la única reacondicionada por The Macallan Distillery antes de ser presentada a la venta, un trabajo que implicó el reemplazo de la cápsula y el corcho y la aplicación de pegamento en las esquinas de las etiquetas.

Además, se tomó una muestra de 1 mililitro para comparar con otra botella de 1926 de las oficinas de Edrington, en Glasgow. Este producto se presenta en un estuche original ligeramente desgastado con metal oxidado en algunos lugares.