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Una secta de Cáceres acumuló 80 armas: «Hay que estar preparados. Se nos pueden echar encima»

El líder decía que era Jesucristo y convencía a sus adeptos para obtener licencias de tiro e ir a disparar juntos

La Guardia Civil detiene a tres miembros e investiga a otros ocho por estafar más de un millón de euros

Material incautado por la Guardia Civil
Cruz Morcillo

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Antonio Gómez Martín se jactaba de hablar con Jesucristo a diario desde que tuvo una experiencia cercana a la muerte al sufrir un infarto. Se autoproclamaba en ocasiones mesías o Padre y tirando de labia, psicología de andar por casa y manuales de autoayuda, envueltos en celofán cristiano, conseguía captar adeptos para su asociación y suculentos fondos, sobre todo vía redes sociales con Youtube a la cabeza. Además escribía libros, daba charlas y organizaba convivencias de fin de semana en su finca de Hervás (Cáceres) para acabar de convencer a quienes le seguían.

Ahora la Guardia Civil ha detenido a su mujer, a su hijo y a quien era su mano derecha –un taxista de Córdoba– e investiga a otras ocho personas, miembros de la supuesta secta, a quienes imputa una estafa de más de un millón de euros a través de ingresos en cuentas bancarias de la asociación. El dinero se desviaba de inmediato a otras cuentas privadas de familiares de los investigados. Antonio murió de un infarto en enero cuando los agentes ya vigilaban sus actividades, tras la denuncia de una exseguidora. Pese a su muerte, la asociación 'Ahora estás en casa' continuó funcionando con normalidad. Ejercía de lideresa Mari Luz, su mujer, imbuida –decía– del espíritu de su marido que le hablaba desde otro plano.

La económica es una pata de la operación Hervasio, liderada por el Grupo de Información de la Guardia Civil de Jaén, pero junto a ella se ha seguido muy de cerca el rastro de las armas. Se han encontrado más de 80 (valoradas en unos 73.000 euros) entre las que hay armas ilegales, armas de guerra inutilizadas y otras de aire comprimido, además de hallarse silenciadores y 7.600 cartuchos de diferente calibre.

Una peligrosa alianza

El mensaje de Jesucristo iba aderezado con una llamada a la autodefensa. «Hay que estar preparados, armados, porque estamos mandando un mensaje que la Iglesia no quiere y al mundo le chirría y los poderosos se nos pueden echar encima», arengaba Antonio Gómez a sus fieles. Les aseguraba que él estaba en el punto de mira y que tal vez llegaría un momento en el que tendrían que atrincherarse armados en la casa de Hervás.

«Es la primera vez que encontramos esta asociación entre armas y actividades sectarias», admiten los investigadores, que han contado con apoyo de la Jefatura de Información y de sus colegas de Cáceres. El dinero invertido en esa compra de armamento de distintas características supera los 42.000 euros y el gurú convencía a sus colaboradores para que obtuvieran el mayor número de licencias de armas posibles, sobre todo para pistolas cortas de tiro deportivo. Era frecuente que los adeptos que vivían más cerca del líder y su familia fueran juntos a practicar en galerías de tiro los fines de semana.

«Yo lo hice, más de una vez. Me saqué la licencia pese a que no había disparado en mi vida ni me interesaban las armas. Antonio decía que teníamos que estar preparados y que en ese ambiente se hacían muy buenas relaciones. Todo era para su negocio». Lo cuenta María, nombre ficticio, y denunciante. Fue una de las mujeres cercanas al matrimonio, dejó su vida y su ciudad para seguir al líder hasta que se dio cuenta de que todo era una gran mentira. Su experiencia retrata el proceso que sufren la mayoría de personas que se acercan a una secta.

Ella tenía poco dinero aunque le entregó todo del que disponía, pero otros llegaron a vender bienes para dárselos a la asociación. La Guardia Civil ha logrado identificar de momento a más de un centenar de víctimas presuntamente estafadas por la organización aunque los investigadores están convencidos de que hay muchas más que no se han atrevido a denunciar. Antonio y los suyos se habían implantado ya en Argentina con sede propia, según los testimonios recabados por los agentes, que cuentan ya con cerca de una decena de denuncias.

«Así entré en el grupo»

María (nombre supuesto) estaba pasando la peor época de su vida. La empresa familiar de Jaén en la que trabajaba estaba en la ruina después de 40 años, se había divorciado dos veces y tenía dos hijos. Siempre le había atraído la espiritualidad y era (es) una mujer católica. Devoraba vídeos de Youtube de psicólogos y también de gurús hasta que encontró una entrevista a Antonio Gómez en la que relataba su experiencia cercana a la muerte en la que «habló con Jesucristo». No solo eso: apelaba a un mundo nuevo, idílico en el que las buenas personas ayudaban a otras en peores condiciones. A ella le impactó. «Me inscribí en su canal y solo quería contactar con ellos». En diciembre de 2018 se fue a Nerja a una conferencia del líder y pudo hablar con él previo pago de 50 euros. «Me escuchó todo el tiempo con una sonrisa y luego me metí de lleno, claro que les doné dinero aunque no tenía nada, pero 50 o 100 euros les daba cada mes pese a que solo cobraba una ayuda».

A los cuatro años de ese primer contacto, después de que su hija menor se fuera a vivir con el padre a un pueblo, María decidió dejarlo todo y seguir al líder. Fue en julio de 2022. «Cerré mi casa en Jaén, cogí a mi otro hijo a punto de cumplir 18 años y mi coche y me fui a Cáceres. Antonio me dijo que no me faltaría de nada mientras estuviera con la asociación. A mi hijo lo convenció diciéndole que conseguiría ser un youtuber y ganar mucho dinero si seguía sus consejos».

«Yo soy Jesús»

Dice que era como estar con el mismísimo Jesús, al menos al principio. «Yo siempre he sido creyente pero me fui a buscar al sitio más equivocado posible». La asociación iba a abrir geriátricos, colegios, centros de ayuda, todo al margen del sistema porque, según el gurú, «el sistema estaba podrido» y ellos tenían una misión.

Antonio Gómez no dudaba en autoproclamarse el mismo Jesús. «Eso me despistaba, me chirriaba... pero era tan manipulador que te decía es que no es lo que nos han pintado. Jesús es tan humano como tú y puede adquirir cualquier forma... Luego él tenía malas palabras, insultos y a veces amenazas. A mí eso me escamaba, no me cuadraba».

María puso su vida, su trabajo y su fe al servicio de la asociación. Compartía piso con una argentina captada también y con su hijo. Los tres trabajaban para la organización que contaba con una sede en Cáceres, una empresa en la que hacía diseño, publicidad, serigrafías y todo tipo de merchandasing... contaban con maquinaria de última generación donada o comprada con el dinero de esas donaciones de adeptos, según las pesquisas. Al inicio trabajaban con el supuesto rostro de Jesucristo, una imagen que le regaló al líder una dibujante reconocida que, como tantos, se siente estafada.

Antonio en sus vídeos asegura que perteneció a las fuerzas especiales, que fue escolta de un jefe de estado, francotirador, legionario y paracaidista. La Guardia Civil dice que mentía, otra mentira más. María y otra decena de exseguidores tienen un grupo de whatsapp que se llama 'Libres', personas de Francia, Portugal, Tenerife, Murcia... Algunos le entregaron 20.000 euros. Ella salió corriendo a los nueve meses. Antes le dijo al gurú que le devolviera las joyas de su madre que le había dejado para que se las guardara. Tras mil excusas, Antonio aseguró que las había perdido. La Guardia Civil las encontró en el registro de la casa familiar, junto a 64.000 euros envueltos en papel aluminio, en paquetes de dos o tres mil euros, y material informático valorado en 20.000 más.

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