El Puertito enfrenta a ecologistas y promotores por el último reducto natural de Tenerife
Una plataforma acampa día y noche para frenar el intento de construir 1.800 camas en el sur de la isla canaria
![Los ecologistas observan cómo se reanudan las obras del complejo 'Cuna del alma](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2022/10/16/adeje-Rm9Sarhjcm4QHUgDPeyXcsK-1240x768@abc.jpeg)
El Puertito aparece en la desembocadura de un barranco, un lugar aún sin explotar en el municipio turístico de Adeje, al sureste de Tenerife. Una pequeña cala salvaje que desafía al turismo, con un restaurante de playa y un núcleo residencial con apenas una veintena ... de viviendas y vistas al mar que conviven entre tabaibas y cardones, los arbustos canarios por excelencia. En estos 500.000 metros cuadrados se proyectó 'Cuna del Alma', un resort turístico de lujo de 1.800 camas que ha llevado al choque frontal entre promotores y ecologistas.
Este pequeño enclave se ha convertido en campo de batalla entre dos intereses incompatibles por naturaleza, donde la tensión se ha disparado hasta salpicar incluso al gobierno insular. Dividido en dos bandos, Podemos ha retirado su apoyo al presidente Pedro Martín por lo que considera una «pérdida irreversible de confianza».
El de la 'Cuna del Alma' es «un modelo caduco», asegura la portavoz y especialista en conservación de la plataforma Salvar el Puertito, que prefiere no dar su nombre por evitar represalias. «Es más de lo mismo, el monocultivo turístico que solo nos hace más pobres», añade. Canarias es uno de los destinos turísticos más importantes de Europa, un territorio limitado que recibe cada año a más de 13 millones de turistas y, aún así, es la región con mayor pobreza severa de España, según los datos de la European Anti-poverty Network (EAPN).
'Cuna del Alma' tiene «irregularidades, mentiras e infracciones administrativas», afirma la portavoz de la plataforma a ABC, y pone en riesgo uno de los últimos reductos «libre de masificación» de la isla. Los promotores del proyecto contemplan en su informe de impacto ambiental nueve especies de plantas y solo una protegida, pero desde la plataforma aseguran que en un solo día encontraron «29 especies, nueve de ellas con protección». Fue ahí cuando pensaron que «no era un error», sino una «manipulación intencionada para agilizar el proceso y saltarse los permisos». Se trata de un «ecosistema sensible» donde vive resistiendo a los embates el 'Echium triste', una de las varias especies con protección especial.
![Imagen principal - La plataforma Salvemos el Puertito protesta a pie de obra del proyecto de la 'Cuna del Alma'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2022/10/16/adeje-pancarta-U80644506505Ftt-758x470@abc.jpeg)
![Imagen secundaria 1 - La plataforma Salvemos el Puertito protesta a pie de obra del proyecto de la 'Cuna del Alma'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2022/10/16/grua-adeje-U55260620655esD-464x329@abc.jpeg)
![Imagen secundaria 2 - La plataforma Salvemos el Puertito protesta a pie de obra del proyecto de la 'Cuna del Alma'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2022/10/16/adeje-tiendas-U46340348841moO-278x329@abc.jpg)
El promotor de 'Cuna del Alma', Andrés Muñoz, no ha querido hacer declaraciones, pero desde la empresa tiran de hemeroteca. Este terreno se declaró urbanizable en los años 80 y «no solo no hubo reivindicaciones en contra sino que se veía como algo muy positivo por la población», aseguran. Este proyecto ha pasado «por varios procedimientos, como informes técnicos, urbanísticos y de impacto ambiental». Cuando se colocó la primera piedra se abrió la caja de pandora.
De acuerdo a los promotores, 'Cuna del Alma' es un proyecto «ideado para adaptarse al modelo turístico de calidad», para «viajeros de nueva generación», con «responsabilidad medioambiental, aspirando además a ser un referente del modelo turístico sostenible». Ese es el motivo de que tengan «menos habitaciones y mucha menos superficie construida de la que permite la normativa», algo que los ecologistas tildan de 'green washing' o lavado de cara. Construir y llenar de cemento un espacio natural «no es sostenibilidad» porque el hecho de que vayan a construir la mitad del terreno «no es un favor, y mucho menos es sostenible», lamentan los ecologistas.
Para los impulsores de 'Cuna del Alma', este proyecto «genera más valor», creará «unos 750 puestos de trabajo», y supone la recuperación de «un entorno degradado por la acción del hombre». Los vecinos «apoyan el proyecto», afirman los promotores. Miles de personas se manifestaron este verano al grito de «no más cemento» en Tenerife. La polémica está servida.
Cuerpo a cuerpo
La maquinaria ya ha conquistado el espacio, y ante esta situación decenas de campistas decidieron pernoctar para ponerles freno. A veces una veintena, a veces medio centenar, los campistas hacen guardia por las noches para evitar que las obras sigan avanzando y para custodiar una de las palas que tienen «secuestrada». Están haciendo «un destrozo increíble», señala la portavoz del grupo de acampada, Natalia Díaz. «Estamos cansados ya de las macroconstrucciones, de la destrucción y de seguir impulsando un turismo que no nos lleva a nada bueno», añade.
El 26 de septiembre, tras un fin de semana de intensas lluvias por el ciclón tropical Hermine, la tensión explotó. «Llegaron [miembros de la seguridad privada y operarios de la obra- a] las 6 de la mañana, con focos para deslumbrarnos y que no pudiéramos grabar», y «agredieron a varios de los acampados». Díaz asegura que «hay vídeos de las agresiones, con herramientas como alicates» y varios partes de lesiones. Siempre hay alguien durmiendo en la pala, pero los obreros «la arrancaron sin más, podía haber ocurrido una desgracia», lamentan.
Los promotores lo desmienten: «Ese día la constructora decidió recuperar la maquinaria que habían secuestrado los manifestantes. Para ello, los trabajadores fueron acompañados de personal de seguridad que pudiera protegerlos en caso de que los intentaran agredir». Los trabajadores devolvieron la máquina «sin la presencia de los activistas, que posteriormente intentaron recuperarla mediante la violencia».
Cruce de acusaciones
Cuando los acampados acudieron al piso piloto, donde se encuentran las oficinas de la promotora, los miembros de la seguridad «venían a nosotros con porras, agrediendo a los compañeros, hay vídeos». El director del proyecto 'Cuna del Alma', Andrés Muñoz, «cogió a mi compañera y la tiró al suelo, yo misma lo grabé todo». Andrés Muñoz, es «el único que cometió agresión», ya que a su juicio lo único que se podría interpretar como un ataque «es que golpeamos los cristales».
Las cámaras de seguridad de la oficina «no estaban funcionando», explica Natalia Díaz, «qué casualidad», señala con ironía. Los promotores sostienen otra versión, asegurando que «los activistas asaltaron las oficinas centrales, con una violencia manifiesta y con peligro para los trabajadores». Las personas que se encontraban en el lugar «sintieron miedo por su integridad física, dada la tensión, insultos y amenazas», afirman. Los promotores, adelantan, han presentado «denuncias en los Juzgados para poder desalojar a los activistas violentos que ocupan ilegalmente la obra», y mantienen que «el proyecto aprobado cumple con la legalidad vigente».
MÁS INFORMACIÓN
Envuelto en denuncias por ambas partes, Natalia Díaz lo tiene claro: «No nos vamos a ir ahí hasta que la obra no se pare, porque si los políticos hubieran hecho bien su trabajo y según la ley, la obra no estaría autorizada».
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