Preocupación en Reino Unido ante el aumento de casos de sarampión: se cuadruplican desde 2021

Preocupación en Reino Unido ante el aumento de casos de sarampión y la probabilidad de aparición de nuevos brotes de la enfermedad. Según los últimos datos que maneja la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (Ukhsa, por sus siglas en inglés) en 2023 hubo 1.603 casos sospechosos de sarampión, más del doble que en 2022 (735) y cuatro veces más que en 2021 (360). El Hospital Infantil de Birmingham (Reino Unido) se enfrenta actualmente a un importante brote. Más de 50 niños han sido hospitalizados en el último mes, la cifra más alta registrada en años. Entre los menores de cinco años, la infección parece estar propagándose más rápidamente, y el 40% de los que dan positivo requieren atención hospitalaria.

Las autoridades sanitarias relacionan ese incremento exponencial de casos con las bajas tasas de vacunación. Los funcionarios de Salud de Reino Unido han advertido en las últimas horas sobre nuevos brotes de sarampión en Inglaterra después de que los casos en la región de West Midlands aumentaran más del 30 por ciento en menos de una semana, según informa la BBC. La región ha experimentado el mayor aumento de casos fuera de Londres, con más de 300 infecciones sospechosas reportadas entre el 23 de octubre del año pasado y el lunes.

El doctor Ronny Cheung, consultor infantil, advierte en declaraciones a la BBC de que la infección «en el mejor de los casos causará a los niños un gran malestar y, en el peor, la muerte».

Las cifras oficiales muestran que la vacunación contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) en todo el país se encuentra en su punto más bajo en más de una década. Según el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra, en diciembre de 2022 la tasa de vacunación triple vírica (frente al sarampión, las paperas y la rubeóla) en la región de Birmingham rondaba el 83 por ciento. Para proteger de manera óptima a la población, es fundamental una tasa de al menos el 95 por ciento.

Los datos de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido publicados el lunes muestran que hubo 198 casos confirmados por laboratorio en West Midlands y 104 casos «probables». La mayoría (80 por ciento) se localizaron en Birmingham, mientras que el 8 por ciento se identificó en Coventry, y el resto se distribuyó por las zonas circundantes. Las autoridades sanitarias recomiendan a los niños no vacunados que entren en contacto con la enfermedad quedarse en casa durante 21 días.

El doctor Cheung, funcionario de servicios de salud del Royal College of Paediatrics and Child Health (RCPCH), ha dicho: «[Necesitamos] tranquilizar a la gente sobre los beneficios y recordarles los riesgos potenciales del sarampión, que creo que mucha gente tiene olvidado». Cuando se le pregunta si el país vería más brotes fuera de West Midlands, admite: «Me temo que es casi seguro que los veremos, en parte porque sabemos que las tasas de vacunación son muy bajas y no están distribuidas equitativamente», informa la BBC.

«Hay zonas donde las tasas de vacunación son mucho más bajas que otras, normalmente en las conurbaciones urbanas. Además, el sarampión es increíblemente contagioso, por lo que si hay zonas donde muchas personas no están inmunizadas, sólo se necesitan unos pocos casos para causar un brote bastante significativo. Así que, desafortunadamente, esto es algo que va a ocurrir», precisa.

Helen Bedford, profesora de salud infantil en el Instituto de Salud Infantil Great Ormond Street de la UCL, insta a la gente a vacunarse. «Aproximadamente una de cada 1.000 personas con sarampión desarrolla inflamación del cerebro e incluso en países de altos ingresos como el Reino Unido, aproximadamente una de cada 5.000 muere a causa de la infección», afirma.

«No existe un límite de edad superior para la vacunación, por lo que si usted o sus seres queridos no la han recibido, ahora es el momento de obtener esa protección. Podemos detener esta infección con la vacunación», asegura. Los principales síntomas del sarampión incluyen fiebre alta, dolor en los ojos y enrojecimiento lloroso, tos, estornudos y una erupción que suele aparecer después de los síntomas iniciales. «En un invierno típico no veríamos ningún caso de sarampión», señalaba el doctor Neil Bugg, subdirector médico de la Fundación NHS de Mujeres y Niños de Birmingham, a la BBC.