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El patriarca de Constantinopla clama por la «paz y la justicia en Oriente Medio, pero también en Ucrania»

Bartolomé I, de visita en España, adelanta un posible acuerdo con la Iglesia católica para cambiar la fecha de la Pascua a partir de 2025

Una guerra muy ortodoxa

Bartolomé I en la sede del Episcopado, acompañado por García Magán, a la derecha y el cardenal Osoro, detrás a la izquierda Navarro Pareja
José Ramón Navarro-Pareja

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Bartolomé I, patriarca ecuménico de Constantinopla y líder espiritual de unos trescientos millones de cristianos ortodoxos, ha realizado este miércoles en Madrid una llamada «por la paz en Oriente Medio» a la par que la reclamaba «también en Ucrania y por todo el mundo». El patriarca, de 83 años, se encuentra de visita en España y ha mantenido esta mañana un encuentro con los medios de comunicación en la sede de Conferencia Episcopal, donde también se ha reunido con varios eclesiásticos españoles y el nuncio apostólico, Bernardito Auza.

La visita de Bartolomé I, la primera que un patriarca ecuménico de Constantinopla realiza España, ha servido para incidir en el diálogo ecuménico. En ese sentido, el patriarca ha señalado que «nuestra restaurada unidad puede verse no solo en nuestras conversaciones teológicas, sino también en nuestros esfuerzos colectivos para traer paz, solidaridad y reconciliación en el mundo», en referencia al «diálogo bilateral entre las dos iglesias hermanas [la ortodoxa y la católica]» que ha calificad como «un faro de esperanza» y la demostración de su «compromiso con la unidad cristiana, la comprensión y reconciliación».

«Con respecto a esto, tomamos la oportunidad de renovar nuestra reciente y ardua llamada por la paz en el Medio Oriente. Esta región que no es sólo para nosotros los cristianos una tierra sagrada, sino que también es sagrada para las tres tradiciones religiosas abrahámicas, se ve empañada por tragedias y sufrimientos horribles. Comprometámonos de nuevo a fomentar la paz y la justicia en el Oriente Medio, pero también en Ucrania y por todo el mundo«, ha destacado Bartolomé I.

En sus palabras, y en referencia a este diálogo con la Iglesia católica, el patriarca de Constantinopla ha hecho referencia a la celebración de los 1700 años de la celebración del Concilio de Nicea (año 325 d.C.), que se producirá en el 2025. «Hemos hablado con el Papa Francisco para ver cómo podemos subrayar el cristianismo de aquel tiempo, de la Iglesia indivisa y también cómo darle actualidad, ha explicado el patriarca de Constantinopla.

En ese aspecto ha señalado que la celebración, que coincidirá con el Jubileo que también ha convocado el Papa Francisco, puede ser un buen momento «para que encontremos una solución para el problema de la celebración conjunta [de todas las confesiones cristianas] de la Pascua». Se da la circunstancia de que en 2025, la fecha marcada para la Pascua coincide en todas las confesiones cristianas.

De esta forma, Bartolomé I ha recordado que fue en Nicea dónde se fijó el modo de marcar la fecha de la Pascua, a partir del equinoccio de primavera, de forma que no estuviera vinculada a la Pesaj judía. El sistema permanece vigente desde entonces, pero los ortodoxos no aceptaron la reforma del calendario realizada en 1582 por el Papa Gregorio XIII -que eliminó diez días para que el equinoccio de primavera volviera a coincidir con el 21 de marzo- por lo que su fecha de Pascua raramente coincide con la católica.

En este momento, una comisión intereclesial discute la cuestión y baraja tres posibles soluciones: poner la Pascua en un día fijo de abril (el segundo o tercer domingo), calcularla de acuerdo al calendario gregoriano (asumido ya por todos los países occidentales), o volver al juliano (a pesar del desfase de diez días), como hacen los ortodoxos. La apelación al Concilio de Nicea por parte de Bartolomé I hace pensar que el acuerdo final pase porque el Papa Francisco asuma la posición ortodoxa y cambie, a partir de 2025, la fecha de la Pascua católica.

En ausencia del presidente del episcopado, el cardenal Omella, que se encuentra en Roma participando en el Sínodo, el patriarca ha sido recibido en la sede de la Conferencia por el vicepresidente de la CEE, el cardenal Carlos Osoro, que también es el ordinario en España para la Iglesias Orientales, acompañado por el secretario general, César García Magán.

Durante el encuentro con los obispos españoles, el cardenal Carlos Osoro ha comenzado su saludo al patriarca destacando que su visita «está marcada por el triste acontecimiento de la guerra en Ucrania y el más reciente conflicto en Tierra Santa», y ha mostrado el «dolor» por «los hermanos que sufren« a causa de «la violencia».

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