El milagro de la parroquia de La Torre: la coordinada ayuda de voluntarios a miles de afectados
Es el primer centro de asistencia a pie de zona cero que funciona a la perfección en la pedanía sur de Valencia
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![Voluntarios clasifican y reparten comida en la parroquia de Ntra. Sra. de Gracia de La Torre, Valencia](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/11/03/parroquia-ROX45eAMFBjt0DiCSYkMxfN-1200x840@diario_abc.jpg)
«Eso nos dicen todos, aunque la verdad es que me cuesta creerlo». Arnau Benlloch responde con modestia cuando le contamos que son el primer centro de ayuda organizada a pie de zona cero que funciona a la perfección. La parroquia de Ntra. Sra. ... de Gracia de La Torre se ha convertido en el centro neurálgico de toda la ayuda para los vecinos de esta pedanía sur de Valencia, una de las más afectadas, cercada entre el nuevo cauce del Turia al norte y el barranco del Poyo, el que ha causado los destrozos, al sur.
En el exterior una larga cola de personas espera su turno para poder acceder al interior del templo, donde se reparte la comida, productos de higiene personal y ropa. A la derecha, con una entrada independiente, la zona de recepción de las ayudas. En uno de los laterales de la plaza, una carpa acoge la entrega de enseres para la limpieza. A la salida, en una capilla exenta, se reparte el agua, botellas y garrafas. Los voluntarios son fácilmente reconocibles por su chaleco fosforescente y orientan a quienes a quienes se acercan hasta el lugar donde darán respuesta a sus necesidades.
Todo fluye, el orden hace olvidar el caos exterior, nadie hace aspavientos. Un milagro en medio del caos, la improvisación y el desconcierto en el que se encuentra sumida la zona tras el desastre del martes por la noche. Aquí los voluntarios de la parroquia están al mando y la Policía Local y Protección Civil son los que reciben sus órdenes.
«El secreto es que somos una parroquia con un grupo de jóvenes muy potente. Somos más de 300 y venimos de otras zonas de Valencia. Hemos hecho los retiros de Emaus en esta parroquia y hemos formado aquí un grupo que se reúne semanalmente», nos explica Arnau Benlloch, que coordina al inmenso grupos de voluntarios que pululan organizadamente por todo el recinto. «Estamos acostumbrados a organizar muchas actividades y cuando el párroco, Salvador Pastor, nos mandó un vídeo de cómo se inundaba la parroquia comenzamos a organizarnos por grupos de WhatsApp».
Incapaces de cifrar toda la ayuda
Lo primero que hicieron fue limpiar la parroquia. «Tuvimos la suerte de que está en obras y no estaban los bancos», nos explica. A ello también se suma que la parte principal del templo está elevada alrededor de un metro y se accede por una rampa. «El jueves por la mañana acabamos de limpiar y por la tarde ya comenzamos a repartir la ayuda», añade.
No son capaces de concretar a cuantos han ayudado. «Ni se nos ha ocurrido contarlos», nos dice Lola, otra de las organizadoras. «Pero teniendo en cuenta de que abrimos de 9 de la mañana hasta las 9 de la noche y no para de entrar gente... serán miles», añade.
«El jueves por la mañana acabamos de limpiar la parroquia y por la tarde ya comenzamos a repartir la ayuda»
Y es cierto. En la plaza delantera de la Iglesia una organizada cola espera su turno para entrar en el templo. Unos metros antes, una pareja de la Policía Local, de acuerdo a las órdenes de los voluntarios, van dando paso en pequeños grupos para evitar aglomeraciones. Ángeles y su hijo Alejandro serán los siguientes en entrar. «Tenemos comida, pero venimos a por productos de higiene personal y de limpieza, que son los que necesitamos», nos dicen. Un rato después salen con papel higiénico, unos botes de jabón y una garrafa de lejía.
Ciclistas lanzadera para repartir la ayuda
En ese momento llega Rafa, encima de una bicicleta de paseo con la cesta llena de productos para donar. Hace dos días estuvo en Sedaví ayudando a limpiar, pero de vuelta a Valencia descubrió la actividad de la parroquia y uno de sus puntos débiles, la dificultad de que les lleguen los suministros para luego repartir las ayudas.
Ahora, hace de lanzadera desde Valencia con su bicicleta, lo que le permite sortear los lugares por donde los vehículos de cuatro ruedas apenas pueden transitar. «Hoy es mi segundo viaje», nos dice a las 12 del mediodía. «Yo creo que cuatro viajes más aún podré hacer», nos dice mientras retoma hacia su particular Volta a la Comunidad Valenciana.
![Imagen principal - Es el primer centro de asistencia organizada a pie de zona cero que funciona a la perfección. Son más de 300 voluntarios que han llegado desde varios puntos de Valencia.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/11/03/bici-parroquia-U26766817211AId-758x470@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Es el primer centro de asistencia organizada a pie de zona cero que funciona a la perfección. Son más de 300 voluntarios que han llegado desde varios puntos de Valencia.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/11/03/comida-parroquia-U64032224152bKP-464x329@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Es el primer centro de asistencia organizada a pie de zona cero que funciona a la perfección. Son más de 300 voluntarios que han llegado desde varios puntos de Valencia.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/11/03/comida-parroquia-dos-U57463613705Aro-278x329@diario_abc.jpg)
Le dan el relevo un grupo que empuja cinco carritos de supermercado llenos hasta arriba de ropa. «Venimos desde el casal de la falla en Valencia, por la pasarela peatonal porque nos han dicho que necesitaban de todo», nos dicen. Rápidamente los voluntarios les vacían los carros aunque les explican que, para el próximo viaje, las prioridades han cambiado y ahora son otras. «Tenemos 'overbooking' de muchas cosas como ropa, compresas, pañales o latas de atún, pero nos faltan cosas más básicas como zumos, arroz, botes de caldo y cremas precocinadas, azúcar, sal y aceite», nos explica Arnau. «También se necesita ropa interior de hombre y mujer, calcetines, calzado y mantas», añade, con la petición de que lo difundamos.
«Venimos desde el casal de la falla en Valencia, por la pasarela peatonal porque nos han dicho que necesitaban de todo»
Dos horas después, todo sigue al mismo ritmo y el milagro continúa funcionado en la parroquia de La Torre. El siguiente reto llega este lunes. La mayor parte de quienes llevan desde el jueves distribuyendo solidaridad tendrán que volver a sus trabajos, por lo que tienen que pasar el relevo a un grupo de voluntarios del Ayuntamiento de Valencia.
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Consciente de la labor realizada, hasta la parroquia se ha desplazado este domingo la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, para coordinar el traspaso de responsabilidades. Cambian las personas, pero no el objetivo, que el milagro no cese.
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