El joven Alex Batty, localizado en Francia tras seis años desaparecido, será repatriado «en días» con su abuela británica

La repatriación a su país del adolescente británico encontrado en Francia seis años después de su desaparición en España podría darse «en los próximos días», ha anunciado este viernes 15 de diciembre un responsable de la policía del Reino Unido. «Nuestra prioridad es traerle de nuevo al Reino Unido», declaró en una rueda de prensa el comisario adjunto Chris Sykes, de la policía de Mánchester, precisando que «espero que ocurra en los próximos días» y que se reencuentre con su abuela Susan, tutora legal del niño y quien denunció su desaparición en la Costa del Sol malagueña.

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Alex Batty, de 17 años, que desapareció en 2017 cuando tenía 11 años, ha sido encontrado esta semana con vida en el sur de Francia, tal y como anunció ayer la fiscalía de Toulouse. «Confirmamos su identidad (de Alex Batty). Ahora regresará a Reino Unido», indicó a la agencia AFP la fiscalía de Toulouse. «Es una investigación compleja y larga. Resulta necesario llevar a cabo investigaciones suplementarias», añadió un portavoz de la policía británica.

Batty había desaparecido el 8 de octubre de 2017 en España, donde estaba de vacaciones con su abuelo materno, separado de Susan, y con su madre, quien había dejado de tener su tutela legal. Según la cadena BBC, que cita a una fuente policial, el adolescente se encuentra en buen estado y dijo que no había sufrido malos tratos.

Su abuela, separada del abuelo y que tenía la custodia del niño, había declarado en 2018 que creía que la madre de Alex y su abuelo se lo habían llevado para vivir con una «comunidad espiritual» en Marruecos. Según ella, ni la madre ni el abuelo querían que el adolescente fuera a la escuela y buscaban un modo de vida alternativo.

No han trascendido detalles sobre el paradero posible de la madre, después de que el menor vagara cinco días hasta que lo encontró un camionero. Él dijo que había escapado de una comuna y que habían estado los dos últimos años en territorio galo. El caso siempre se ha investigado como un posible secuestro parental.