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Hallan una nueva legionela en Mallorca: «Es sólo la punta del iceberg»

Detectan en Baleares una nueva especie de esta bacteria que aún no se ha detectado en humanos. Es sensible a nueve antibióticos

Legionela: qué es, cómo se transmite, cuáles son sus síntomas

Antoni Bennasar, el descubridor de la nueva especie alberto vera
Mayte Amorós

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Nada más entrar en su despacho, Antoni Bennasar enseña un póster colgado en la pared con el dibujo de su mano. «Esto es el core», instruye señalando la palma. Allí representa de forma gráfica «la esencia» de los genes de Legionella, los que tienen en común las 65 especies hasta ahora descritas. Los dedos serían los genes que tienen para sí solas cada especie, «lo que las hace diferentes de las demás».

Al doctor en Biología de la Universitat de les Illes Balears (UIB) le basta una mano para dar una breve lección sobre cómo descubrió un nuevo tipo de legionela aislada de una muestra de agua y que tenía un 'dedo' distinto. El hallazgo se publicó en la prestigiosa revista «International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology». La bautizaron como 'maioricensis' en honor a Mallorca, el primer lugar donde fue localizada.

La candidata a nueva especie llegó a sus manos por casualidad en 2017. Cinco años antes, el laboratorio mallorquín Biolínea la había recuperado de una muestra en un control rutinario en 2012. Tras analizarla, vio que no era igual que las demás. «En este caso no era ninguna de las que podíamos reconocer. Por la forma de las colonias y la forma de crecer en el laboratorio sugería que era nueva», rememora el biólogo Sebastián Crespí, director de este laboratorio de sanidad ambiental dedicado al análisis de todo tipo de aguas.

Le pusieron la etiqueta «spp.» y la guardaron en un congelador. La muestra se quedó sin identificar durante años. Es el protocolo habitual cuando se descarta que no es una 'Legionela pneumophila', la especie que causa el 90% de las infecciones y la más temida por tener un 10% de letalidad, u otra de las especies conocidas,

En 2017 Sebastián Crespí comentó a Antoni Bennasar que tenía esta cepa peculiar en su laboratorio. Este último sugirió caracterizarla para comprobar si podría ser un nuevo ser vivo. «Pero demostrarlo fue mucho más complicado que encontrarla», rememoran ambos entre risas, ya que al largo proceso investigador se añadió la COVID, que lo retrasó todo, y además, la aparición de otra especie nueva, la 'Legionela antártica', que les supuso un año adicional de trabajo para probar que ambas eran diferentes.

Los análisis de secuenciación parcial de genes marcadores ratificaron la sospecha. «Cogimos la bacteria, le sacamos el ADN y con pruebas de PCR analizamos la presencia de dos genes: el gen del ARNr 16S universal y uno específico, el gen mip (del inglés, macrophage infectivity potentiator)», detalla el profesor. Los dos genes se secuenciaron y compararon con los del resto de cepas tipo. «De ahí salió un dendograma, como si fuera un 'árbol genealógico'» del microorganismo», ejemplifica. «Posteriormente comparamos sus genomas, los 4.000 genes que tiene cada una de media». Fue un trabajo bioinformático de computación que duró una semana.

¿Más virulenta?

El análisis comparado de los genomas reveló que la nueva bacteria tenía 175 genes que son factores de virulencia o de patogenicidad, muchos compartidos con 'Legionella pneumophila'. «Pero esto no significa que sea una cepa patógena o virulenta. Eso no lo sabemos aún. Simplemente sugiere que podría serlo, pero sólo la hemos detectado en el agua y no como resultado de una infección en humanos», aclara Crespí ante la incógnita de cómo se podría tratar si se detecta en pacientes.

Las pruebas indican que es sensible a nueve antibióticos. Eso significa que «la bacteria sería tratable con estos antibióticos», apostilla Bennasar, que ya trabaja con los hospitales mallorquines en un protocolo de investigación para que le deriven todas las nuestras de legionela no identificadas para seguir analizándolas.

«La 'Legionela maioricensis' es sólo la punta del iceberg de lo que queda por descubrir en el mundo microbiano en general y en legionela en particular», cree el doctor en Biología, que avanza a ABC que están trabajando actualmente en lo que se cree que es otra especie nueva.

«Estos descubrimientos suponen un avance importante en el conocimiento de la diversidad de poblaciones de la bacteria y contribuyen al esfuerzo de la comunidad científica para aclarar las lagunas que aún existen sobre su potencial patógeno», destacan los responsables del hallazgo, ya que conocer la patogenia o cómo se origina la enfermedad redunda en la salud pública.

Récord de legionelosis

El año 2021 en España ha batido un récord histórico de legionelosis con 2.700 casos, según los últimos datos oficiales. «Por tanto, la enfermedad está en aumento y no sabemos muy bien por qué», reconoce Crespí, que cree que probablemente sea debido a una mezcla de factores, por ejemplo, «que estamos diagnosticando mejor esta infección. Otro factor puede ser el envejecimiento de la población, ya que es más frecuente en personas mayores. Probablemente también la crisis climática«

Aparte de ser «puñetera», la legionela es una bacteria «rarita» que puede causar dos tipos diferentes de enfermedad: una neumonía grave que puede incluso ser fatal y, otra enfermedad leve como una gripe (fiebre de Pontiac) o incluso no afectar nada. «Algo que no es habitual en el mundo bacteriano donde normalmente una bacteria considerada patógena provoca una enfermedad», recalca el biólogo.

También es muy difícil de erradicar porque es «especialmente resistente» en el medio ambiente. «Puede sobrevivir a más de 60 grados e incluso en aguas muy cloradas. Además, es capaz de sobrevivir y persistir dentro de biopelículas que recubren superficies dentro de los sistemas de agua. La formación de estas biopelículas es ventajosa para el patógeno ya que conduce a su persistencia, propagación, resistencia a los tratamientos y aumento de la virulencia de esta bacteria». Por eso, Crespí insiste en la necesidad de combatirla con medidas de prevención y control. «Si somos capaces de prevenir la proliferación de la bacteria en estos sistemas hídricos, seremos capaces de prevenir la infección, que es de lo que se trata», recalca.'

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