China prohíbe importar pescado japonés el primer día de vertido de agua tratada de Fukushima
El gigante asiático tacha de «egoísta» e «irresponsable» la medida de su país vecino, cuestionando el impacto real de la misma
Al menos 16 estudiantes universitarios fueron detenidos por manifestarse en la embajada nipona de Seúl
Japón revive el estigma de Fukushima
![Pescadores en el puerto de Soma, a unos veinte kilómetros de la planta atómica](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2023/08/24/Fukushima3-RvN8FrT4vE1ZZLrK2ztrPtI-1200x840@abc.jpg)
Además de ser un asunto medioambiental, el vertido del agua tratada de Fukushima se ha convertido en una cuestión política en Asia, especialmente para los países que tienen más rivalidad histórica con Japón, como China y Corea del Sur. Por ese motivo, su anunciada descarga empezó ayer entre protestas en ambos lugares y también por parte de cooperativas pesqueras y organizaciones ecologistas niponas. Todos ellos se oponen al desagüe pese a los datos esgrimidos por Tokio y amparados por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que depende de la ONU y ha dado su visto bueno al plan por cumplir los estándares globales y no detectar amenazas para la salud.
Pasados tres minutos de la una de la tarde (06:03, hora peninsular española), el vídeo en internet que emite el vertido en directo mostró a un operario de la planta atómica pulsando un ratón de ordenador para abrir el desagüe. Durante los próximos 17 días, la central de Fukushima 1 liberará 7.800 metros cúbicos del agua con que ha enfriado tres de sus seis reactores nucleares, que se fundieron cuando el tsunami del 11 de marzo de 2011 inundó la planta y averió su sistema eléctrico de refrigeración.
Desde entonces, la compañía eléctrica que gestiona la central, TEPCO, ha estado regando dichos reactores fundidos, que permanecen entre escombros por las explosiones de hidrógeno que agrietaron sus vasijas de contención y sellados para no liberar radiactividad a la atmósfera. Aunque el agua que se utiliza es depurada para eliminar hasta 62 elementos radiactivos, no puede filtrar el tritio, que tiene 12,3 años y una radiación débil. En total se acumulan 1,34 millones de metros cúbicos de esa agua tratada en mil tanques alrededor de la central, que se ha quedado sin sitio para construir más. Para deshacerse de toda esa agua, que podría llenar 540 piscinas olímpicas, harán falta unos 30 años, que son los que todavía quedan para terminar la descontaminación y desmantelamiento de la central.
Por debajo de los límites
A tenor de los análisis de TEPCO, la descarga de ayer contenía unos 63 becquereles por litro, bastantes menos de los mil becquereles por litro fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como límite para el agua potable. Por su parte, las pruebas sobre el terreno del OIEA también confirmaron que el vertido estaba muy por debajo de los límites permitidos. Para garantizar al mundo que el vertido no entraña riesgos para la salud, seguirán los controles y análisis durante el vertido. «Si detectamos un fallo en nuestros sistemas o surge algún problema, detendremos la descarga inmediatamente», señaló el portavoz de TEPCO, Junichi Matsumoto.
Pero ni sus promesas ni las cifras del Gobierno nipón han aplacado las críticas de China, que ayer prohibió todas las importaciones de pescado y marisco procedentes de Japón. Desde julio, Pekín mantenía un veto a diez prefecturas niponas, que es el que también ha impuesto la ciudad de Hong Kong.
«Estas medidas de emergencia impedirán los riesgos de radiación causados por la descarga del agua contaminada de Japón, protegerán la salud de los consumidores chinos y garantizarán la seguridad de las importaciones alimentarias», anunció la Administración General de Aduanas.
Por su parte, el primer ministro nipón, Fumio Kishida protestó contra este veto y pidió a Pekín que lo levante. De hecho, el Gobierno japonés argumenta que la descarga de Fukushima 1, que será de 22 billones de becquereles al año, es menor a la que desaguan otras centrales del mundo, como la china de Qinshan III (143 billones de becquereles en 2020) o la surcoreana de Wolsong (71 billones en 2021). Pero ni estos datos ni las indemnizaciones prometidas han impedido las protestas de los pescadores y ecologistas.
![[media link]Estudiantes detenidos durante la manifestación en la embajada japonesa en Seúl, Corea del Sur](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2023/08/24/estudiantes-detenidos-seul-efe_20230824093304-U31750336267hzp-624x350@abc.jpg)
«Todo lo que queremos es poder seguir pescando», reclamó la Federación de Cooperativas Pesqueras de Japón en un comunicado. Los pescadores y agricultores de Fukushima y otras prefecturas colindantes se oponen al vertido porque temen que volverá a despertar el estigma de la radiación.
MÁS INFORMACIÓN
Además de pequeñas manifestaciones en Japón, hubo protestas en Corea del Sur, donde la Policía detuvo a 16 jóvenes activistas que intentaron entrar en la embajada nipona en Seúl. Su malestar también va contra el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, a quien la oposición ha acusado de plegarse a Japón por intereses politicos. Como todo en este polémico vertido.
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