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Acusan al ministro de Sanidad italiano de manipulación en ocho artículos científicos

La revista 'Science' concluye: Podría tratarse de un descuido o de un error intencionado. La izquierda pide su dimisión

La pareja de Meloni, ante los feminicidios que padece Italia: «Si te emborrachas después encontrarás al lobo»

El ministro de Sanidad, Orazzio Schillaci, en una imagen de archivo EFE
Ángel Gómez Fuentes

Ángel Gómez Fuentes

Corresponsal en Roma

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Se ve envuelto en un escándalo científico el ministro de Sanidad del Gobierno italiano, Orazzio Schillaci, reputado médico y con brillante carrera académica, prolífico autor con unos 400 artículos científicos. Fue decano de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Roma Tor Vergata, rector de la misma Universidad y presidente de la Asociación Italiana de Medicina Nuclear e Imagen Molecular.

El diario italiano 'Il manifesto', de izquierda, hace esta acusación al ministro Schillaci: Las fotografías de los ocho estudios sobre el cáncer publicados entre 2018 y 2022, cuando Schillaci fue primero decano y luego rector, habrían sido tomadas de otros estudios y presentarían diversas anomalías. Analizadas con software para detectar cualquier retoque o duplicación, las imágenes mostraron claras anomalías, como atribuciones erróneas y duplicaciones de estudios anteriores. Por ejemplo, aquellas en las que se presenta una misma imagen para mostrar células procedentes de distintos tumores o tejidos o células de diferentes pacientes que en realidad son la misma imagen con un cambio de escala.

 

El caso suscitado por 'Il manifestó' ha llegado a las páginas de la revista estadounidense 'Science', una de las más prestigiosas del mundo en divulgación científica. La consultora de integridad científica del semanario, Elisabeth Bik, entrevistada por este medio, llega a esta conclusión: Podría tratarse de un descuido o de un error intencionado.

«En cualquier caso», la manipulación de las imágenes, «pone en duda la exactitud de otros resultados experimentales de este laboratorio», afirma la experta bióloga holandesa Bik. La misma revista Science subraya que Schillaci siguió publicando artículos científicos incluso después de su nombramiento como ministro de Sanidad del Gobierno Meloni. Según Mike Rossner, presidente de la consultora Image Data Integrity, las duplicaciones pueden haber sido involuntarias: «Es posible – añade Rossner en 'Science'- que el autor simplemente tomara el archivo equivocado».

El hecho de que Orazio Schillaci continuara siendo un prolífico autor siendo rector y ministro, suscita dudas y críticas. «No se pueden hacer dos trabajos y hacerlos bien», concluye Elisabeth Bik. Por su parte, el profesor de Microbiología y ahora senador del Partido Democrático, Andrea Crisanti, es muy crítico con el ministro Schillaci: ««Si sucedieron esas cosas, el caso es muy grave y no puede pasar desapercibido. La acusación es pesada también porque esta investigación es sostenida y financiada con dinero público. El Consejo Universitario Nacional debería abrir una investigación».

«No estaba al tanto»

El ministro Schillaci ha replicado así a «Il manifiesto»: «Me enteré de la noticia por ustedes, no estaba al tanto. No soy un experto en microscopía electrónica, confié en quien proporcionó esas imágenes. Comprobaremos si realmente hay errores. Estoy tranquilo, no he manipulado nada. Las imágenes no son de mi laboratorio sino de otros compañeros que no han hecho nada malo«, concluyó el ministro. El rector de Tor Vergata, la universidad de donde procede Schillaci, defiende a su profesor señalando que se trató de «un error que no compromete la solidez de los datos».

La justificación de Orazio Schillaci no ha convencido a algunos expertos. «En los países anglosajones o en Alemania -explica Andrea Crisanti- se pierde la reputación por estas cosas». Con estas palabras, Crisanti pide indirectamente la dimisión del ministro: «Schillaci debería ser el primero en tomar nota de ello y anticipar las conclusiones. Como hizo el presidente de Stanford». Crisanti se refiere al neurocientífico canadiense- estadounidense Mark Tessier-Lavigne, que dimitió en julio tras ser acusado de haber firmado una investigación manipulada precisamente porque contenía imágenes recicladas. Mark Tessier-Lavigne explicó así su dimisión en una carta abierta: «Aunque no era consciente de los errores, quiero que quede claro que asumo la responsabilidad del trabajo de los miembros de mi laboratorio».

Sin rodeos, Angelo Bonelli, diputado de la Alianza Verde y Sinistra, ha pedido la dimisión de Schillaci: «Las justificaciones del ministro Schillaci son ridículas. La primera ministra Meloni debe aclarar el caso y el Gobierno acudir al Parlamento para dar explicaciones. En el mundo, ante acontecimientos de este tipo se presenta la dimisión, pero no en Italia. Schillaci debería dimitir«.

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