Crítica
'Shock 2': Más horas, más giros
A pocos creo que se les pueda escapar la sobredimensión y autocomplacencia de este proyecto que ha reunido a pesos pesados de nuestra dramaturgia
Un instante de la obra celebrada el pasado viernes en el TeatroCentral
'Shock 2' comparte con su antecesora la misma desmesura y ambición; la propia —lo apuntábamos en la crítica a la primera parte— de ese audiovisual crítico (Adam Curtis, Errol Morris, por ejemplo, incluso el ya olvidado Michael Moore) que aún sostiene que el ... arte del montaje , más que con una teoría de los encuentros —al modo del Conde de Lautréamont—, tiene que ver con una autopsia científica y plenamente objetiva.
Lo peor que le puede pasar al teatro , que llegó primero, es que el cine se le adelante y tenga que pisar sobre sus huellas. Eso ocurre aquí en demasiadas ocasiones, en el juego entre escena y pantallas (mucho más perezoso en esta segunda entrega), y, peor, en las reconstrucciones docudramáticas a partir de testimonios e imágenes conocidos por la mayoría de las personas (no precisamente el «frente de juventudes») que en la actualidad se mete en un teatro a pasar tres horas.
Lo mejor de 'Shock 1' , su breve aunque intensa deriva esperpéntica (ya dijimos que la apuesta por Valle-Inclán debería haber prevalecido sobre Naomi Klein), queda también matizada en esta secuela, más melancólica y oscura, que se escuda en aquello de que «la realidad supera la ficción» —por ejemplo en el también bastante popularizado encuentro entre Bush Jr., Blair y el matrimonio Aznar-Botella en el siniestro albor de la Guerra de Irak— y termina por coartar el principal potencial dramático de un elenco —mención especial a Antonio Durán y Natalia Hernández— ni que pintado para la exageración cómica controlada.
A pocos creo que se les pueda escapar la sobredimensión y autocomplacencia de este proyecto que ha reunido a pesos pesados de nuestra dramaturgia. Pero bien pensado, y a fin de cuentas, quizás haya que agradecer a Andrés Lima el partidismo del tuerto, pues si además de este 'reader’s digest' de los excesos contemporáneos del neoliberalismo y sus alianzas criminales, hubiéramos tenido que soportar los recuentos de enfrente —no sé, por ejemplo Mao Zedong «saltando adelante»; una escena de Idi Amin Dada releyendo 'Mein Kampf' en Uganda; o de Anna Politkóvskaya ante la fatal taza de té— aún estaríamos en el Central, hambrientos e hipnotizados ante la escena giratoria.
Centro Dramático Nacional / Check-in Producciones. Dirección: Andrés Lima. Textos: Albert Boronat, Juan Cavestany, Andrés Lima, Juan Mayorga. Dramaturgia: Andrés Lima, Albert Boronat, inspirada en 'La doctrina del Shock' de Naomi Klein. Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan. Intérpretes: Antonio Durán ‘Morris’, Alba Flores, Natalia Hernández Arévalo, María Morales, Paco Ochoa, Willy Toledo, Juan Vinuesa. Fecha: Viernes 22 de octubre. Lugar: Teatro Central.