entrevista
«El 90 por ciento de los políticos actuales carece de ideales: su idea es mantener el sueldo»
Manuel García, exhermano mayor de la Macarena y delegado municipal de Seguridad Ciudadana durante la Exposición Universal de Sevilla, recuerda los pactos que hacían Manuel del Valle y Soledad Becerril en interés de la ciudad
«Cuando salí de rey mago en la cabalgata de las Tres Mil Viviendas, hubo un rey que salió con chaleco antibalas»
«Con las bolsas de caridad se extravía dinero porque la misma gente pica en todas. Sería más eficaz unificar las de todas las hermandades de Sevilla»
«Si yo siguiera de hermano mayor de la Macarena, los restos de Queipo de Llano seguirían en la basílica, salvo que hubiera una orden del Juzgado»
![Manuel García en su domicilio sevillano](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/12/15/manuel-garcia-macarena-RHpgSBgxeY6zAlexKWScrwN-1200x840@abc.jpg)
Manuel García, delegado de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Sevilla durante la Exposición Universal de 1992, ha cumplido 90 años en plena forma. Hermano mayor de la Macarena desde 2009 a 2017, logró durante su mandato que la Esperanza pisara el Estadio de la ... Cartuja. la Plaza de España y las puertas del Hospital Virgen Macarena, para goce de los pacientes que pudieron verla desde la escalinatas y las ventanas de sus habitaciones, una imagen única e irrepetible para todos ellos. Empresario y frutero de la Encarnación por tradición familiar, entró en la política municipal de la mano del médico Ricardo Mena. Tiene cuatro hijos, cuatro nietos y cuatro bisnietos.
-Enhorabuena por el premio El Llamador, de Canal Sur.
-Muchas gracias. Me ha dado mucha alegría porque hace seis años que dejé de ser hermano mayor y me ha resultado sorprendente que todavía se acuerden de mí.
-Ha cumplido 90 años. ¿Qué es lo más importante que ha aprendido hasta ahora?
-Creo que lo más importante que he aprendido en estos 90 años es a respetar a la gente.
-¿Y cómo aprendió eso?
-Me lo dijeron en el colegio de San Francisco de Paula, cuando era chico, y no se me olvidó. Respetar a la gente y respetar las ideas de la gente. Con el tiempo he aprendido que se puede llevar perfectamente la contraria a alguien con mano izquierda, sin perder la educación y tratando de molestar lo menos posible.
-¿Eso es más o menos lo que hicieron en la Transición?
-Sí, exactamente. Ahora nos estamos acordando mucho de esa época porque todo eso se ha perdido.
-¿Por qué cree que se ha perdido ese respeto y esa educación?
-Los que entonces eran adversarios políticos se han transformado en enemigos. Y eso no sólo no va a ninguna parte sino que es peligroso. A mí me da mucho miedo cómo va a quedar España. Por la edad que tengo quizá no vea todas las cosas que pueden llegar pasar pero pienso sobre todo en la gente joven.
-¿Qué cree usted que puede pasar?
-Yo creo que esto puede acabar muy mal y he visto muchas cosas en mi niñez.
-Usted nació en 1933 y vivió, por tanto, la II República y la Guerra Civil.
-El pueblo llano está más preparado hoy que entonces y no creo que vayamos a tener otra guerra civil. Pero no había visto tanta crispación en la gente desde hace muchos años.
-Aparte del respeto a quien no piensa como tú, se ha perdido también el respeto a la palabra dada.
-La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que es sevillana de Triana, acaba de decir cosas completamente opuestas a lo que había dicho dos días antes. ¿Cómo se puede tener tan poca dignidad? Me refiero a la reunión con los consejeros de Economía y Hacienda de las comunidades autónomas, pero hay más ejemplos.
-Antes era algo insalvable para un político que le cogieran en una mentira: o dimitía o lo destituían. Ahora parece que los que promocionan y hacen carrera son los más embusteros.
-Es que, además, se miente sin inmutarse. Cuando era joven, si decía una mentira, me ponía colorado. Y eso no me pasaba sólo a mí sino a todo el mundo. Ahora dices una cosa y a la semana siguiente dices lo contrario: y no pasa nada.
-El martes se votó el proyecto de ley de Amnistía en el Congreso y votaron sí todos los que dijeron no durante la campaña electoral. ¿La mentira se ha convertido en el pan nuestro de cada día en política?
-Es que esos políticos de los que habla están pensando en que no les falte a ellos el pan nuestro de cada día. Y todos saben que si votan en conciencia van a la calle en tres días. ¿Y dónde van? No tienen a dónde ir.
-Soledad Becerril, que fue su jefa en el Ayuntamiento, renunció a seguir en la Alcaldía de Sevilla por mantener sus principios. No aceptó las exigencias de los andalucistas de Rojas-Marcos y éste pactó con Monteseirín, que sí las aceptó y logró así ser alcalde. ¿No cree que un episodio así de dignidad produciría hoy mucha risa a todos los que han participado en los pactos de la investidura de Pedro Sánchez?
-Ahora mismo encontrar a una persona en política con la dignidad de Soledad Becerril es algo muy difícil. O la dignidad de Felipe González. Era gente que no estaba dispuesta a abjurar de sus ideas por un interés personal. Hoy se ha dado la vuelta, por desgracia, a todo eso.
-En la época en la que usted ejerció la política municipal, no era raro que el PSOE y el PP alcanzaran acuerdos.
-Sí. Y hoy resulta imposible. Recién llegada Soledad Becerril al Ayuntamiento, me llamó Manuel del Valle, entonces alcalde de Sevilla y otro político socialista de gran categoría, para que que hiciera de intermediario con Soledad. Me dijo que quería acordar algo con el PP que iba en beneficio de la ciudad y que no se quería apoyar en los comunistas. Hablaron y se consiguió. Luego vendrían otros acuerdos.
-¿No cree que hay más cosas en común entre PP y PSOE que entre PSOE y Junts o entre PSOE y Bildu?
-Entre el PP y el PSOE de los años 90 sin duda, sí; pero hoy no estoy seguro. Como digo, entonces había gente de mucho prestigio en el PSOE. Recuerdo, entre otros, a Paco Moreno o Pepe Vallés.
-Todos ellos tenían su profesión y, por tanto, tenían donde ir fuera de la política.
-Hoy el 90 por ciento de los políticos españoles carecen de ideales. La idea que tienen es el sueldo y no les espera otro fuera de la política.
-¿Cuál es el mejor recuerdo de su etapa política?
-La Exposición Universal de 1992 siendo delegado de Seguridad. ETA estaba en pleno apogeo y temíamos que intentara algo en Sevilla durante esos seis meses. Afortunadamente no lograron nada y yo creo que no hicimos mal trabajo aunque creo que la Virgen de la Esperanza y el Señor del Gran Poder nos pusieron la mano encima para que no pasara nada. La Guardia Civil era la responsable de la zona del río, la Policía Nacional se hizo cargo de la seguridad dentro de la Expo y la Policía Local que yo dirigía de la zona de fuera. Se organizó bien y fue mi mejor recuerdo de mi etapa política.
-El peor sería el asesinato de Alberto Jiménez-Becerril y Ascen...
-Sin duda. Fue un mazazo. Me llamó llorando Manolo Barro, que era secretario del Ayuntamiento, a las tres de la madrugada, para darme la noticia. Le dije que iba para el Ayuntamiento y poco después Soledad Becerril me llamó para decirme que no se me ocurriera coger mi coche y que esperara a un coche de la Policía Local. El delegado del Gobierno, Alfonso Garrido, nos puso escolta de la Policía Nacional tras el atentado y recuerdo que Curro Rodríguez, que fue delegado de Seguridad con el PSOE, nos dijo poco tiempo después que eso había causado malestar en el Cuerpo y que era mejor que fueran policías locales. Nosotros no habíamos pedido nada, ni una cosa ni la otra, y al final fueron policías locales los que nos escoltaban tras el asesinato de Alberto y Ascen. Fíjese lo bien que nos llevábamos los del PSOE y los del PP y lo que nos respetábamos, a pesar de tener ideas diferentes.
-Esto ahora parece impensable.
-Sí. En aquella época había políticos de categoría, a izquierda y derecha, tanto en el PSOE como en el PP. Y en la antigua UCD. Estaban Adolfo Suárez, Felipe González, Manuel Fraga, gente de categoría y de prestigio.
-¿Y los de ahora?
-Creo que muy pocos políticos actuales tienen esa categoría.
-¿Tienen menos formación?
-Menos formación y menos todo.
-El PSOE ha pactado con Bildu para desalojar a la alcaldesa de UPN y poner al candidato del partido heredero de Herri Batasuna y ETA.
-Esto es una parte del precio del apoyo de Bildu a Pedro Sánchez en la investidura. Decían que era gratis pero está claro que no lo era. Y creo que van a salir más cosas. El PNV se ha radicalizado y se ha perdido por la competencia electoral de Bildu. Como ha pasado con el PSOE.
-Han ido contra su historia y pactado con los herederos políticos de quienes mataron a algunos de sus antecesores.
-Eso les da igual ya. Van a llevárselo calentito. Les da igual una siglas que otras. Llama la atención ese apoyo a quienes defienden el legado de ETA.
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