día mundial del riñón
Las enfermeras de «las chicas del cable»: «Nunca hemos visto pacientes menos egoístas. Decían que el riñón lo necesitaba más otra»
Laura González y Marisa Vera las conocieron por separado en la consulta de Diálisis Peritoneal del Virgen del Rocío y les propusieron juntarse en un grupo de whatsapp: «Se han convertido en nuestras hermanas y siempre estaban ahí, cuando las necesitábamos, aunque fuera a las doce de la noche», dicen las ocho
Las «chicas del cable» del Virgen del Rocío de Sevilla, a punto de completar ocho trasplantes y de irse al Caribe
«Mi novio me donó uno de sus riñones cuando yo tenía 22 años y me devolvió al vida»
![Paz Alcaide, Laura González, Marisa Vera, Carmen Martín, Eva Calderón, Alfonso Seda y Víctor Casado](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/03/08/chicas-cable-enfermerasmedicos-RAowQlak84M2RCDYlmex8bI-1200x840@diario_abc.jpeg)
Laura González y Marisa Vera son las dos enfermeras de la consulta de Diálisis Peritoneal del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla que pusieron en contacto a «las chicas del cable». Verónica, una de ellas, cuenta que las personas que precisan de ... un trasplante para seguir viviendo, o poder hacerlo con una calidad de vida aceptable, pasan por muchos vaivenes psicológicos, subidas y bajadas de ánimo. Y Estefanía, otra de ellas, dice que echa de menos una mayor ayuda psicológica para los pacientes y sus familiares.
Laura y Marisa son enfermeras especializadas en dolencias renales pero también hicieron de psicólogas. «Han estado siempre que las hemos necesitado, sin horarios, han atendido todas nuestras llamadas. Si no llega a ser por ellas, no sé qué hubiera sido de nosotras«, cuenta Trini, otras de las chicas del grupo que ya ha recibido un trasplante y que recuerda que una noche porque la máquina de la diálisis «se puso a pitar y a hacer cosas raras». No sabían qué hacer y llamaron a Laura, que le dijo lo que tenía que hacer. Las dos lo solucionaron. «No son nuestras enfermeras, son nuestras hermanas y su amor y dedicación a nosotras es algo que no podremos olvidar. Siempre han estado ahí y sin su apoyo no habríamos llegado hasta aquí. Estarán siempre con nosotras y en nuestro corazón«, dicen. En prueba de su agradecimiento, les regalaron una pulsera con todos sus nombres que ellas llevan siempre.
Laura, actualmente enfermera en la consulta de diálisis del Virgen Macarena, cuenta que «la empatía con los pacientes, con su dolor y sus necesidades, es imprescindible para cualquier sanitario» pero las chicas del cable creen que en su caso ha ido mucho más allá. «Nos gusta nuestro trabajo y les hemos dado nuestros números a las ocho por si podemos ayudar. Si estuviéramos en su su lugar, me gustaría que los sanitarios que nos atendieran hicieran lo mismo«, dicen las dos.
La mejor noticia que podían dar Laura y Marisa a sus pacientes era una alarma de trasplantes, que es la noticia más deseada por cualquier enfermo renal en lista de espera. «Eso nos llenaba de alegría porque es como si le pasara a un familiar nuestro».
Las dos enfermeras dicen que ellas han dado todo lo que tenían pero que han recibido mucho de sus pacientes. «No es solo lo que damos sino lo que recibimos», dicen. Marisa, que tiene cuatro hijos pequeños, dice que muchas veces eran sus pacientes las que le animaban a ella y no al revés. «Se preocupaban por mí cuando estaba cansada o me agobiaba porque no tenía tiempo para nada. Y me animaban a irme los fines de semana a la playa y me aconsejaban cómo podía sacar tiempo. Me alucinó cómo ellas, con lo que tenían encima, podían animarme a mí«.
«Y encontró tanto tiempo que hasta se quedó embarazada», comenta Trini, que también le está muy agradecida a Laura por todos sus consejos y cuidados. «Un día tuve que ir a Urgencias porque me entró aire durante la diálisis a través del catéter y no podía respirar. Me dijeron los médicos que si no salía el aire me tendrían que punzar la espalda y Laura consiguió sacármelo simplemente cambiándome de postura, con las piernas para arriba y apretándome la barriga. Estuvo toda una mañana conmigo para conseguirlo«, recuerda.
![Imagen - «Hemos dado todo lo que teníamos pero hemos recibido mucho de las chicas del cable. Como tengo 4 hijos y me faltaba tiempo, me animaban y me daban consejos. Me alucinó como ellas, con lo que tenían encima, podían animarme a mí »](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/03/08/chicas-cable-marisa-U34521508285xdH-170x170@diario_abc.jpg)
Marisa Vera
Enfermera de la consulta de diálisis del Virgen del Rocío
Marisa, enfermera en el Virgen del Rocío que tiene cuatro hijos, destaca la falta de egoísmo de las chicas del cable. «Nunca han tenido envidias unas de otras cuando el riñón le llegaba a una antes que a las demás. Es lo que más me ha sorprendido de este grupo porque cuando una venía a mi consulta le escuchaba decir a una que prefería que trasplantaran antes a otra compañera, que lo estaba pasando peor. Recuerdo que lo dijeron, por ejemplo, de Sofía, que llevaba tres años en diálisis«, recuerda. A Marisa, que ha visto de todo en su hospital, muchas cosas buenas y algunas no tanto, dice que «normalmente los seres humanos solemos ser envidiosos y egoístas con todo. Y lo que me decía cada una de ellas sin que estuvieran las demás delante era que no querían estar las primeras, que preferían a otra que llevaba más tiempo en diálisis o que estaba más deprimida o la situación familiar. A mí todo eso me ha emocionado mucho y esa falta de egoísmo es algo que te reconcilia con el ser humano».
La nefróloga Paz Alcaide, de la que las chicas del cable hablan también maravillas, coincide con esa opinión de sus enfermeras. «Son un grupo de luchadoras, muy alegres, vitalistas y generosas, que se preocupaban mucho las unas por las otras. Siempre están buscando como ayudar a sus compañeras de viaje y al personal sanitario. Nos han dado a todos otra visión de la enfermedad y de cómo afrontar todo lo que ella implica», dice.
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