¿Pólvora mojada en la última bala para salvar los cines?
El estreno de «Wonder Woman 1984» y «Los Croods» puede aliviar las taquillas de las salas al menos durante la campaña de Navidad
![Patty Jenkins, directora de Wonder Woman 1984](https://s3.abcstatics.com/media/play/2020/12/16/wonder-woman-rodaje-k50G--1248x698@abc.jpeg)
Nunca ser el mejor fue tan mala señal. Lo contaba la semana pasada Enrique González Macho , propietario de los Renoir, cuyos cines de la Plaza de los Cubos de Madrid fueron durante varios días los que más entradas vendieron de toda España. Su mejor ... jornada en la taquilla no igualaba ni lo que su peor sala ingresaba en la era pre-Covid. Las butacas se vacían mientras el público olvida la costumbre de ir al cine. Las rutinas, cuando se pierden, son difíciles de recuperar. Pero en España todavía hay gente que quiere salvar la Navidad de los cines.
Es la última bala que, para sorpresa de muchos, han disparado las «majors». O sus divisiones locales, mejor dicho. En un sector ultrajerárquico y dependiente de la matriz americana, las oficinas de España han gastado sus últimos gramos de pólvora antes de que la orden dictada al otro lado del Atlántico -estrenos simultáneos o en exclusiva en las plataformas- tenga aquí su impacto. Warner estrenó hace dos semanas su gran apuesta patria, «El verano que vivimos» , y en dos semanas lleva casi medio millón de euros de taquilla. Es una cifra baja comparado con lo que hubiera logrado hace años una película en la cartelera de 249 cines, pero es más que reseñable en estos tiempos. Con un número similar de copias irá «Wonder Woman 1984» , y aunque ni rozará los ocho millones de la primera, al menos aliviará a salas como las de Málaga, que reabren aprovechando el estreno.
Estrategia similar siguen en Universal. La oficina española lanza el día 23 la cinta de animación familiar «Los Croods: Una nueva era» a lo grande, con un cásting de voces locales y una campaña de márquetin no muy diferente a lo que hubieran hecho si el coronavirus no existiera. Aunque de no haber virus se hubiera topado el 25 con «Soul», de Disney-Pixar. Pero estos últimos van directamente a su plataforma, bajo mandato de la central americana.
Mientras, los distribuidores independientes cargan contra los exhibidores, que siguen sin darles facilidades pese a la falta de estrenos «made in Hollywood». Critican la escasa agilidad de una pata de la industria que sigue aferrada a la esperanza de los grandes «blockbusters». Unos títulos que quizá dentro de no mucho, cuando los estrenos lleguen a la vez al salón de casa, hayan asfixiado al cine independiente. Y quizá ahí se vea que la última bala para salvar a los cines tenía la pólvora mojada.
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